Entrevista con Ma. Cristina Rosas UNAM internacionalista
En cuanto se perfiló que el candidato demócrata Joe Biden era el virtual presidente de Estados Unidos, la comunidad internacional se volcó para felicitarlo en lo que —si lo confirman las autoridades electorales– será el mandatario número 46 de la Unión Americana. Justin Trudeau, el presidente canadiense fue el primero en darle la enorabuena telefónicamente y destacar la singular relación entre Canadá y Estados Unidos. En la plática se comprometieron a trabajar para lograr la recuperación económica, la seguridad global, el cambio climático y luchar contra la pandemia. Cosa de recordar que Canadá, junto con Estados Unidos y México son los socios del T-MEC,
En México, de Palacio Nacional no salió la llamada para comunicarse con el demócrata. El presidente López Obrador aseguró que su gobierno esperaría a que las autoridades electorales encargadas del proceso electoral “decidan sobre el ganador de la presidencia”.
Las críticas aquí y allende nuestras fronteras, no se hicieron esperar, sobre todo por los posibles efectos que se tendrían en la relación bilateral con el nuevo gobierno. López Obrador respondió que no estaban a favor de ningún partido y que había una muy buena relación con Donald Trump, “de respeto, de no intervención” y que no había ninguna diferencia con Biden “no tenemos nada en contra del posible presidente electo, ahora candidato y no tenemos nada en contra del partido demócrata”.
Para algunos especialistas la renuencia a reconocer el triunfo de Biden no debería sorprender a nadie. La doctora Maria Cristina Rosas González, internacionalista por la UNAM, destaca la afinidad ideológica de López Obrador con Donald Trump, no así con Joe Biden.
“Vimos la visita de trabajo López Obrador en julio pasado a Estados Unidos, supuestamente por la entrada en vigor del T-MEC y se vio una gran cordialidad entre ellos, a pesar de que —y eso me molesta como mexicana— Trump ha usado a México como piñata, nos ha insultado, amenazado, torcido el brazo de maneras poco diplomáticas y aún así se escucha al presidente López Obrador decir que Trump nos trata bien. Es como un universo paralelo”.
La autora del libro El Tratado de Libre Comercio de América del Norte 2.0, destaca que “si pensamos en el contexto de América del Norte en el contexto T-MEC, el primer líder mundial que felicitó a Biden fue Justin Trudeau, nuestro socio comercial que tiene una enorme afinidad ideológica con Biden. Eso me provoca alarma ¿por qué?, mientras Trump fue presidente y llegó a la presidencia López Obrador, caminaron juntos en muchas cosas, aislando a Canadá.
“Ahora a nosotros nos va a tocar quedar aislados porque vimos que Trudeau está super contento de que ahora si va a poder trabajar en un diálogo constructivo con Estados Unidos con Biden, pero va haber muchos problemas con López Obrador para trabajar con alguien tan institucional como Biden. México se aisla frente a una alianza y empoderamiento de una relación Estados Unidos-Canadá.
“Por otro lado, la super embajadora Martha Bárcenas —en mi opinión es lo mejor que tiene el servicio exterior mexicano—, explicó punto por punto porque nuestro país prefiere esperar a felicitar a Biden como la no intervención en asuntos internos. Sin embargo, esto nos hace ver como un país paria, lo tengo que decir. Nos vemos como el grupo de los renuentes, de los rebeldes y somos muy pocos como con Jair Bolsonaro que tiene una relación personal con Trump”.
La también latinoamericanista señala que aunque otros países como Rusia, Brasil, China no se han comunicado con el demócrata, esto se debe a las coincidencias que tienen y, en el caso de China, a la prudencia que tiene ese país con relación a la comunidad internacional y en cuanto se confirme el triunfo, se buscará un acercamiento entre ambos políticos y se pregunta “Pero ¿quién es China?”, y responde: “la economía más importante del mundo, un país muy empoderado, que se cocina aparte”.
“México”, completa, “no tiene ese poder ni esa ascendencia, tiene quizás autoridad moral porque en abril pasado logró que 179 naciones aprobaran una resolución en Naciones Unidas, en plena pandemia para garantizar los insumos médicos en todo el mundo ante el Covid-19. Eso le dio una enorme estatura moral a nuestro país. Sin embargo, esos logros no se ven, por otros errores que comete la política exterior mexicana y que son cosas como las que ocurren ahora”.
Error muy costoso
“Va a ser muy costoso políticamente para México porque los demócratas ya están resentidos con nosotros. Cosa de recordar que en 2016 cuando Peña Nieto invitó al entonces candidato Donald Trump y no lo hizo con Hillary Clinton, aunque luego se dijo que si la invitó pero que ésta no aceptó, porque tenía una agenda apretada.
“Luego López Obrador viajó a Washington, en plena pandemia, en un vuelo comercial con todos los riesgos de contagiarse y le dio un espaldarazo tremendo a Trump, están dolidos. Tanto la embajadora Martha Bárcena como el canciller Ebrard van a estar trabajando muy fuerte en una operación cicatriz”.
Asevera que el manejo presidencial en la materia se debe a su desconocimiento sobre las relaciones internacionales: “Realmente el manejo del presidente es un poco de necedad, es desconocimiento sobre las relaciones internacionales. No había hecho un viaje al exterior y curiosamente lo hace a Estados Unidos. Ese desconocimiento pesa ahora, es difícil explicarle a alguien a quien no le interesan las relaciones internacionales, la importancia de jugar varias fichas para evitar represalias de un nuevo gobierno como el que se está perfilando con Biden y evitar tensiones innecesarias”.
En su opinión, resulta innecesario enemistarse con un gobierno entrante que además es su socio comercial más cercano, “si se corrobora que Biden finalmente ganó, enemistarse con él, parece absurdo porque hay esa sensación de que el arribo de Biden es como un recomenzar a reconstruir a Estados Unidos; recomenzar a crear equipos de grandes científicos para lidiar con el coronavirus y el tema económico. Es hombre institucional y se va a rodear de los mejores, entonces porque enemistarse con alguien que va a recomenzar y va empezar a hacer las cosas, esperemos, de mejor manera de como las que ha hecho Trump”.
Reconoció, sin embargo, que aunque se corrobore el triunfo del demócrata y se busque una comunicación con él, las cosas no serán fáciles.
”Espero que en cuanto las autoridades corroboren que es el presidente electo, de inmediato se enlace telefónicamente López Obrador para felicitarlo y externarle que vamos a trabajar y lo vamos apoyar en todo lo que sea necesario y sacar adelante la compleja agenda bilateral, pero considero que la relación no va a sanar facilmente lo que se ha hecho a la relación con los demócratas”.
Trump no desaparecerá de la escena política
Por otra parte, la internacionalista consideró que si se confirma la derrota de Trump en los comicios, eso no significará que este deaparezca de la vida política estadounidense.
“Hoy Trump está dándole patadas a un sistema que lo hizo presidente, denostando a un sistema electoral gracias al cual resulta vencedor en las elecciones de 2016, lo que resulta absurdo, máxime viendo que no es un solo estado sino que son varios donde siguen los conteos como Georgia, Pensilvania, que por la propia condición en que se llevaron a cabo los comicios, el voto por correo, el voto por ausencia, obviamente ha fluido lento la información y eso le da armas a este señor para decir que hubo fraude.
“Hay que esperar, pero hay que ir preparando la transición. No creo que Trump quede muerto políticamente si al final se corroborora que está trabajando para el 2024. Publiqué un artículo en la revista Etcétera, donde manejo varias opciones, ya que debido a las situaciones en las que Trump se vio involucrado, previo a las elecciones de 2016 y durante su presidencia que contienen muchos elementos que incluso podrían llevarlo a la cárcel: la evasión fiscal, situación de sus empresas, haber sobornado en 2016 en plena campaña a una actriz porno con quien tuvo una relación impropia; el tema del nepotismo que ha sido poco analizado pero tiene que ver con su hija y su yerno que tienen responsabilidades en el gobierno de Estados Unidos y acceso a información sensible, cuando no tienen un cargo formal, y por tanto no tienen la responsabilidad de responder o de trasparentar lo que están haciendo. Es gravísimo”.
Destaca que aunque pudiera acusársele penalmente no es el mejor ambiente para un país que está dividido y donde el demócrata está llamando a la unidad.
“Las opciones son que se le judicialice por todas las querellas que lo involucran, ya que en Estados Unidos la evasión fiscal es peor que ser criminal, recuerdo el caso de Al Capone que se fue a la cárcel no por asesino ni mafioso, sino por evasión fiscal.
“Podría ir a la cárcel pero en un país tan dividido, Biden ha señalado que es importante la unidad y trabajar juntos, me estoy imaginando un escenario como el de Nixon y Ford, donde el primero renunció, iba ir a la cárcel por corrupto, pero Ford le otorgó el perdón presidencial. Biden en aras de la unidad nacional podría otorgarle el perdón presidencial en un escenario como el que estoy planteando, pero lo no creo, ya que eso lo deja vivo para la elección de 2024.
“¿Qué es más importante para Biden?, la unidad nacional, perdonar a Trump o matarlo políticamente y exponerse a una polarización mayor a la que estamos viendo. Son pocas las opciones que tiene Biden, quien si no logra concretar mayoría demócrata en el Senado, le resultará un infierno gobernar, por eso es tan importante el conteo de votos en Georgia, hay un demócrata que si se confirma que tiene mayoría, le daría mayoría en el Senado a Biden y éste tendría una situación más cómoda para gobernar y por ejemplo mandar a la cárcel a Trump, pero creo que va a estar muy acotado”, finaliza Rosas González.
