Ni las mentes más imaginativas llegaron a crear un escenario como el vivido el miércoles en las inmediaciones del Congreso y la Casa Blanca con el asalto físico a uno de los edificios más resguardados de Washington DC y con un saldo fatal de una mujer muerta por el balazo de uno de protestantes.
Hace unos días, Alma Rosa Núñez Cázares Beal, escribió en el periódico Contra Réplica un texto de advertencia, fue una llamada de atención (https://www.contrareplica.mx/nota-LO-INCROMPENSIBLE-DE-LA-POLiTICA20214122, en el que la realidad, esa terca realidad, se volvió a imponer y donde nos da una imagen jamás pensada; un asalto al Congreso de los Estados Unidos por un grupo de supremacistas blancos.
Escribió… “El todavía inquilino de la casa presidencial sigue empeñado, como lo ha estado desde la misma noche de las votaciones, en no reconocer su derrota y precisamente este hecho ha provocado un clima de tensión, intranquilidad y hasta zozobra, situación que incluso ha debilitado la democracia de la cual tanto han presumido por años los estadounidenses”, no tengo una varita mágica, pero todo es posible con este hombre que sobrepone sus intereses personales a los nacionales.
Los hechos de la capital estadounidense fueron sin duda el mayor atentado a la democracia de esa nación, nunca la sede legislativa había sido tomada y nunca en su interior una persona había perdido la vida por este tipo de acciones.
El mismo miércoles por la tarde hablé por teléfono con el congresista texano, Henry Cuellar, donde con sorpresa e incredulidad me dijo… “llegué desde temprano al Congreso, me preparé para la sesión que por las recientes declaraciones de mi colega Ted Cruz, se esperaba larga y bueno nunca imaginé vivir una situación de caos como ésta, una situación incomprensible, un atentado a nuestra democracia, lo que sería una reunión protocolaria se ha convertido en uno de los mas tristes y que dejaran una profunda huella de este país”.
Y me dijo más el legislador Cuellar, habló de un responsable, de un hombre que sin duda puede ser catalogado como el instigador… “Trump ha sobrepasado todo lo imaginable, no sólo llamó a que sus seguidores se manifestaran este día a las afueras del Congreso, sino que él mismo asistió a estas protestas que desencadenaron incluso en la muerte de una persona, cómo es posible esto, no hay explicación alguna, este presidente es el único responsable de este miércoles negro para los Estados Unidos”.
No quiero exagerar amigo lector, pero éste fue sin duda el peor asalto físico al Congreso estadounidense y sin duda Donald Trump deja el peor legado de un presidente en toda la historia de esta nación, en verdad, así de contundente quiero ser.
El miércoles tras estos graves sucesos comenzó a escucharse en los pasillos legislativos, políticos y judiciales de Washington la idea de que se invocara la enmienda 25 de la Constitución, mediante la cual se contempla la destitución del presidente en funciones y en la que el vicepresidente ocuparía entonces su lugar, la razón para aplicarse además de incitar actos violentos, de traición a la patria, es la muerte de una mujer al interior del Congreso. Sin embargo, veo difícil, complicado e incluso poco factible que suceda, pero hoy en los convulsos momentos que se vive en los Estados Unidos ya nada debe extrañarnos y muchos menos sorprendernos.
El representante demócrata de la Cámara de Representantes por el estado de California, Ted Lieu, pidió al vicepresidente del país, Mike Pence, que invocara la 25ta enmienda para quitar del poder de manera inmediata a Trump para dejar de causar problemas a días de que venga el cambio de poder. La 25ta enmienda de los Estados Unidos habla acerca de la sucesión de presidente en Estados Unidos y ésta puede ser aplicada si el presidente en turno muere, renuncia o es cesado de su cargo o incapaz por alguna razón de poder cumplir sus funciones en la ‘Casa Blanca’.
De acuerdo con Lieu, Trump no está mentalmente capacitado para continuar como presidente de Estados Unidos y como, Mike Pence, tiene la autoridad de inhabilitarlo, considera que debe ser aplicada la 25ta enmienda.
El miércoles se esperaba una ceremonia de certificación del triunfo de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos en verdad de trámite, sin embargo, cuando un grupo de congresistas comenzaron a esparcir la voz de que solicitarían la anulación de las elecciones en 6 estados, se pensó en una sesión diferente, no sólo protocolaria, de unas 35 minutos como habían sido las más recientes, sino de largo aliento, ríspida e inclusos en algunos momentos difícil, más aun que el conductor de la sesión, tal y como lo marca la ley, sería un incondicional a Donald Trump, el vicepresidente Mike Pence, pero nadie alcanzó incluso a proyectar una sesión que será recordada por muchos años, una sesión en la cual incluso el vicepresidente fue evacuado de emergencia por el Servicio Secreto, encargado de su seguridad, ante la amenaza de actos violentos.
La sesión con la cual se inauguró Congreso 127 de los Estados Unidos, fue el mayor acto en contra de la democracia.
En la historia del Congreso Estadounidense jamás se habían registrado actos vandálicos, humillantes y de tan alto riesgo para la vida constitucional, los hechos y escenas del miércoles, dieron la vuelta al mundo, se vieron salir a los legisladores con máscaras antigases, respondiendo a la solicitud de desalojar a la brevedad la sala de sesiones a miembros del equipo de seguridad del recinto legislativo descoordinados, superados en número y sobre todo en actitud por una grupo de manifestantes que sin miramiento alguno lograron terror.
A las 6 de la tarde se decretó el toque de queda en Washington, pero esto sólo fue un buen deseo de la alcaldesa de la ciudad ya que cientos y quizá miles de personas seguían deambulando en las inmediaciones del Congreso, incluso de la misma Casa Blanca. Los simpatizantes de Trump no escucharon o no quisieron enterarse de este ordenamiento, pero la presencia de la Guardia Nacional, de los Marines y del ejercito mismo, consiguió que los manifestantes no atentaran o buscaran entrar a más instalaciones federales.
Las críticas, descalificaciones y calificativos negativos en contra del todavía presidente estadounidense no se hicieron esperar, su plataforma preferida Twitter, por ejemplo, congeló su cuenta por 12 horas manifestando la propagación de información falsa y que incitaba a la violencia, Facebook bloqueó por 24 horas su cuenta, el editorial del periódico, The Washington Post, publicó un editorial donde pedía su remoción al cargo. Políticos como Nancy Pelosi escribió el Twitter… “Le pido al presidente Trump que exija que todos los manifestantes abandonen los terrenos del Capitolio de forma inmediata”, Hillary Clinton también se expresó en esta red social… “hoy los terroristas nacionales atacaron una base de nuestra democracia: la transferencia pacífica del poder después de elecciones libres… Debemos reestablecer el estado de derecho, la democracia es frágil y nuestros líderes deben estar a la altura de su responsabilidad”, incluso el mismo vicepresidente, Mike Pence, también recurrió a esta red y escribió… “la protesta pacífica es un derecho de todos los estadounidenses, pero este ataque a nuestro Capitolio no será tolerado”.
La misma Organización de Estados Americanos emitió un comunicado donde condena y repudia el atentado contra las instituciones por un grupo de manifestantes que desaprueban los recientes resultados electorales. La democracia tiene su pilar fundamental en la independencia de los Poderes del Estado, los cuales deben actuar.
En medio de la vorágine política del miércoles mismo se dieron a conocer los resultados de la segunda vuelta electoral en Georgia para elegir a los senadores que los
representarían y éstos fueron favorables al gobierno entrante, ya que, al conseguir la victoria, obtuvieron la paridad de legisladores en la Cámara Alta, pero al ser presidida ésta por la vicepresidente Kamala Harris, sus decisiones favorecerán a Joe Biden.
La democracia como nunca ha sufrido un duro golpe que la ha debilitado y fracturado profundamente, el proceso de sanación será complicado, ya que los pendientes para el nuevo gobierno además pasan por la crisis de salud, económica, la polarización social de un país enfrentado socialmente.
Parafraseando a los presidentes del país de las barras y las estrellas… “Dios bendiga a los Estados Unidos”.


