Cuando dos o más partidos se unen para postular a los mismos candidatos, estamos hablando de una coalición electoral, después de haber presentado nuestro convenio, como representante del PRI, junto con los representantes y dirigentes del PAN y del PRD ante la Consejera Presidenta y el Secretario Ejecutivo del Instituto Electoral del Estado de México, en múltiples ocasiones se me ha preguntado el sentido de ir coaligados.
Existen múltiples respuestas, en lo particular me gusta pensar que es un medio para potenciar las posibilidades de alcanzar el poder y es tan válido como explicar lo que se haría o lo que se desea o lo que se anhela.
Para Elías Canetti, el poder al ser violento, se transforma en “un momento de supervivencia”, o sea, se utiliza para generar oportunidades mínimas de vida, lo cual no solo aplica al concepto de vida física o humana como la concebimos, sino a la existencia de aquello que nos rodea, nos define o nos guarda, por ejemplo, la construcción de instituciones.
Por lo tanto, coaligarse incluso con partidos que se encuentran en la antípoda ideológica tiene un sentido incluso ético, entendida esta como la posición para valorar el comportamiento humano en comunidad. No se puede ignorar que hay grupos ciudadanos y partidarios en donde coexiste un deseo de contender cara a cara contra el jefe del ejecutivo, su partido y sus disparatadas decisiones.
En español simple y claro, es necesario generar un nuevo equilibrio en la próxima legislatura, un contrapeso que obligue al jefe del ejecutivo a negociar, lo mismo en los estados, equilibrar la composición de las cámaras, pero también la integración de los ayuntamientos, pues son ambos los que califican y aprueban reformas constitucionales que afectan a la ciudadanía, alguno de esos caminos o se equilibra o se cierra.
Es difícil construir una agenda común que sea atractiva a la ciudadanía, hoy día la oposición ante los bajos números que se le otorgaron en 2018 y el viejo truco de la sobre representación en ambas cámaras, los ha obligado a reaccionar más que a promover o construir, pero en ello también hay responsabilidad del ciudadano y porque no decirlo, de la autoridad administrativa electoral que pudo haber impedido dicho fraude a la ley.
Tenemos la obligación y el derecho de intentar construir una oposición responsable, visible y protectora de los abusos de Palacio Nacional…
@DrThe

