El proceso más crítico y fundamental para el futuro del Estado Mexicano es sin duda, la vacunación masiva y la atención a enfermos de COVID 19. El ritmo en el que se realice la aplicación de vacunas será determinante para la recuperación de la economía, la resiliencia en la sociedad y la reapertura de escuelas. Sin embargo, este presenta retos importantes como financieros, logísticos, políticos y sobre todo de acceso a la vacuna.

Conseguir las vacunas es un tema de gran complejidad considerando que tan solo 10 países han conseguido el 95 por ciento de las dosis para sus ciudadanos, lo que causa una brecha muy grande entre aquellos que ya empezaron a administrarla a su gente y aquellos que no han conseguido ninguna dosis. Las naciones con su población vacunada tendrán una recuperación mucho más rápida y podrán regresar a una nueva normalidad antes que los demás.  A esto se suman las implicaciones en geopolítica. Por ejemplo, la Unión Europea recientemente aprobó un mecanismo para evitar la exportación de vacunas europeas debido a la escasez de éstas.

Estados Unidos privilegia su producción para el consumo interno y otras vacunas disponibles como la rusa están marcadas por la duda a partir de la renuncia del neumólogo Alexander Chuchalin, quien fuera jefe del Departamento de Terapia Hospitalaria de Rusia, aun cuando la revista científica británica The Lancet aseguró que Sputnik V logra una inmunidad del 92 por ciento.  También hay cuestionamientos sobre la efectividad de la vacuna china y la incertidumbre que tienen los compradores de adquirir dosis originales después de que en Pekín arrestaron a 80 personas por hacer vacunas falsas que contenían agua con sal y que pretendían vender en el extranjero. Conseguir vacunas para 126 millones de mexicanos no es asunto fácil.

Los retos logísticos no son menores; las vacunas no solo requieren guardarse en congeladores con muy bajas temperaturas, la logística también abarca retrasos y obstáculos en aduanas, tener una red de transporte a gran escala, un correcto almacenamiento, calidad en los procesos e incluso es fundamental un acuerdo para la colaboración entre el sector público y privado para acelerar el proceso de inoculación.

Todos estos retos tienen un problema de origen: la falta de una perspectiva humana. A diferencia de la generosidad de Salk, que no registró su vacuna para hacerla accesible y permitió la erradicación de la polio en el mundo, ahora prevaleció la visión de mercado y poder que han impuesto las empresas.

Si bien el proceso será complejo, falta mucho para poder salir de esta trágica situación, hay una ruta y un trabajo conjunto; Churchill decía que “cuando estés atorado en un infierno, sigue caminando”. La única salida es tener claridad y seguir unidos.

 

@LuisH_Fernandez