¿Qué fue primero? ¿El huevo o la gallina?
Me han pedido esta semana en repetidas ocasiones mi opinión respecto a la actitud del presidente López Obrador frente a su intento de pasar, — pase lo que pase—, su reforma energética 4T, que es una contrarreforma a la Reforma Energética que pasó con carácter constitucional en el gobierno del expresidente Peña Nieto, para flexibilizar la nueva Economía Energética, -—así le llamo yo, porque es toda una nueva rama de la economía—, la participación del sector privado y que aceleró los permisos de inversión IP e IED en exploración hasta explotación de petróleo, inversiones relacionadas con la industria petrolera y gasera, así como la aceleración de las inversiones en energías limpias, que nos permitan como país alcanzar los parámetros de disminución de contaminación acordados por México en el Acuerdo de París.
Queda poco por decir. Después de amenazas, empujones, y zopilotazos del ejecutivo, dos jueces interpusieron suspensiones que es casi seguro que se convertirán en definitivas, para proteger los derechos de las empresas quejosas en contra de la CFE.
El Presidente, que se encabrita, y que solicita justicia para el gobierno y castigo para los jueces en cuestión.
El Ministro Zaldívar, desde el fin de semana le respondió al presidente con su atenta en la que deja en claro que se revisará el actuar de los jueces.
Pero le recuerda al presidente que el Poder Judicial es independiente del Poder Ejecutivo, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Que no se le olvide al señor presidente que son tres los Poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo, Judicial.
Si el Legislativo le bolea los zapatos al ejecutivo, ¡Qué vergüenza e inconstitucionalidad; es problema de ese poder!
Pero el Poder Judicial seguirá defendiendo el Estado de Derecho, las libertades de los mexicanos y la democracia.
Se van a interponer más amparos. No será de llamar la atención que a los dos jueces, se sumen otros más, que den entrada a los amparos y declaren suspensiones temporales por su lado.
La reacción del ciudadano Presidente fue de ira, así como de amenaza: Entonces, dado el poco sometimiento del Poder Judicial a sus berrinches, va a proponer una enmienda constitucional para darle mate a la Reforma Energética de Peña Nieto, y así darle carpetazo final al tema.
Nada más que para lograrlo requiere la mayoría de los senadores. No la tiene el señor AMLO.
Despidieron de Pemex a Fitch Ratings
Ya lo sé que el tema ya es viejo, pero lo traigo a colación, porque viene junto con pegado con los berrinches presidenciales con su intentona de reforma a la reforma energética.
¡Ahhh, los berrinches infantiles, y los costos para el país!
“Como el profesor me calificó mal, lo acuso con mi mamá de que la trae contra mi”. Así de sencillo. Sin motivo alguno le dan las gracias en Pemex a Fitch Ratings. Ya no requieren sus servicios como agencia calificadora.
Este primer paso lo da el Presidente López, en voz de su empleado o director de Pemex, como venganza porque Fitch el año pasado bajó el grado de inversión de Pemex, y advierte que esto pone en riesgo la calificación de la deuda soberana.
Todo parte de que en razonamiento primitivo del presidente, la soberanía nacional petrolera no tiene por qué ser medida por agencias que según él, obedecen a intereses extranjeros.
En su lógica tampoco Moody’s ni S&Ps debieran calificar a Pemex.
El problema es que sin las calificaciones de esas agencias especializadas, o de perder el grado de inversión Pemex o el país, ocurren un par de cosas:
- Se dispara el costo del financiamiento para los créditos de Pemex y del país.
- Se prohíbe que los fondos de inversión Institucional mundiales, inviertan en esos instrumentos. Por lo tanto escasean los recursos de donde puede financiarse el país. Al escasear los recursos, sube mucho el costo del dinero para Pemex, para México.
Fuera de eso, México se puede parar de cabeza y correr de México a Fitch, a Moody’s y a S&Ps.
La historia con Fitch
Allá por abril del año pasado, Fitch Ratings bajó las calificaciones de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Pemex a BB- desde BB; y las calificaciones de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de la CFE a BBB- desde BBB.
La perspectiva de las calificaciones sigue siendo Estable. Estas acciones se tomaron solamente para las calificaciones en escala internacional de CFE y Pemex; es decir que no se tomaron acciones en las calificaciones de estos emisores en escala nacional.
La baja en las calificaciones de Pemex y CFE reflejan el vínculo directo de estas empresas con la calificación de México por la metodología “Fitch Government Related Entities Rating Criteria”.
Las calificaciones de Pemex están tres niveles por debajo de la calificación del Soberano, como resultado de un deterioro en su Perfil Crediticio Individual en escala internacional de ccc- en medio de la recesión en la industria mundial de petróleo y gas en que se encontraba el mundo en abril del año pasado, y ciertamente México peor todavía, por la situación financiera de Pemex, y la inacción del gobierno mexicano en la búsqueda de acciones complementarias a las monetarias, para compensar el daño financiero de la recesión mundial, y su impacto en los bolsillos de millones de mexicanos, que de buenas a primeras se vieron desempleados.
Hoy por hoy en 2021 el debilitamiento crediticio individual de Pemex refleja su flexibilidad limitada para resolver sus problemas internos, para darle mantenimiento a sus plantas ya existentes, y a eso súmese la no disposición para su transformación energética, como ocurre con todas las petroleras del mundo. Pemex no tiene vida, Pemex no tiene márgenes de maniobra, y Pemex no tiene intenciones por sumarse al resto de la industria energética mundial, que ya se transforma para hacerle frente al cambio radical Industrial que mantendrá baja, lenta, la recuperación de los mercados petroleros por lo menos hasta 2026, de acuerdo con la International Energy Agency o IEA.
¿A qué se debe esta ralentización de la industria petrolera?
Por un lado, a que fue violenta la recesión económica y social mundial provocada por la pandemia.
Por el otro, a que la misma crisis de salud y económica sirvió como estímulo para que las empresas energéticas, automotrices, de autopartes, aeroenáuticas y aeroespaciales del mundo se decidieran por una reconversión total acelerada hacia el transporte eléctrico.
Todo lo anterior se engloba dentro de la concientización organizacional y política en aras del combate al cambio climático, la eficientación de energías y el control de los desperdicios a través de la sustitución de los plásticos por plásticos biodegradables, lo cual tiene un efecto directo sobre la industria petroquímica mundial.
Rumbo al 2026 y hacia el 2030, más del 90% del incremento en la demanda provendrá de China, India y otros países de Asia, mientras que las naciones miembros de la OCDE (entre ellas México), se mantendrán netamente por debajo de los 47.7 millones de barriles diarios que absorbieron en 2019. La propia IEA vaticina que no se volverá a consumir en el mundo tanta gasolina como en 2019, debido al cambio tecnológico en muchas industrias, y en los hábitos de consumo de las personas.
Por desgracia, ni Pemex, ni la CFE, aceptan esta condición estructural global. Como si ellas dos pudieran tapar al sol con un dedo y cambiar al mundo entero.
Lástima. Las calificaciones de Pemex y CFE están en el mismo nivel que el soberano mexicano, ya que incorporan el vínculo fuerte entre estas empresas con el gobierno mexicano.
Dado este vínculo Pemex-CFE-Soberano mexicano, también sé afectaron las calificaciones Internacionales de empresas como IEnova y Cometa Energía, SA de CV.
Las empresas privadas arriba citadas se van a la baja en sus calificaciones, después de que por Pemex y CFE se va a la baja en escala internacional de largo plazo, tanto en moneda extranjera como local, la calificación soberana a BBB- desde BBB, y de la Baja en el Techo País a BBB+ desde A-.
Es muy difícil que lo anterior vaya a cambiar en los próximos años.
Más que por la situación coyuntural económica o de las empresas productivas del estado, por la violación continua de leyes, reglamentos, acuerdos, la intención de retroactividad en los acuerdos. En pocas palabras, por la insistencia del gobierno para que otros poderes de la unión afecten los derechos de particulares en sus inversiones energéticas, en otros sectores, y por querer obligar a que la IP Nacional y Extranjera acepte renegociar todo cuanto pida el poder ejecutivo federal.
En resumidas cuentas, la ausencia creciente del Estado de Derecho, la amenaza continua de más violaciones al Estado de Derecho de personas físicas y morales, es lo que tensa, -parece que irremediablemente-, la capacidad económica, financiera, de inversión en este gobierno.
Todo indica que estamos a un paso de que esa violación obsesiva del Estado de Derecho, aunada a daños crecientes a los acuerdos firmados en el pasado, se convertirá en acicate para mayores tensiones con otros gobiernos, muy en particular con el estadounidense y canadiense. Y ambos gobiernos, -el de EEUU y el de Canadá-, se pueden de inmediato amparar en la legislación del T-MEC, que es mandato constitucional también para nuestro país.
Conclusión
¡Corran si quieren a todas las calificadoras del país!Las Calificadoras seguirán calificando y recomendando o no al gobierno mexicano, a sus empresas dizque productivas estatales, así como a las empresas de la IP y de la IED.
¿Por qué? Porque lo tienen que hacer para todos los mercados financieros del orbe, que más o menos todos, son calificados y evaluados precisamente por dos o más de esas Calificadoras.
El costo será para todos los mexicanos, y más temprano que tarde, para el Presidente López Obrador, que será líder de un gobierno fallido, a quien no le quedará otra que repetir aquella famosa frase mentirosa y demagógica, al tiempo que lapidaria de: “Ya nos saquearon, no nos volverán a robar”, de aquel miserable septiembre de 1982. ¿Recuerda usted? Cuando un Presidente pagado de sí mismo nos cotorreó con que defendería al peso como perro.
¡Guá guá!
Fuentes para este Comentario: www.fitchratings.com en “Fitch Baja Calificaciones Internacionales de Pemex, CFE, IEnova y Cometa, acorde con Soberano”, 17 de abril de 2020.
Gráfico, “Calificaciones Crediticias México y Pemex”, elaborado por México, ¿Cómo Vamos?, con información de Moody’s, S&Ps y Fitch Ratings.
Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos e impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.


