A unos meses de que el inquilino de Palacio Nacional cumpla la mitad del sexenio; las tres mega obras que ha impulsado y a las que ha dado preferencia presupuestal en su llamada “austeridad” no dan avances y muestran señales de ser “elefantes blancos”.
En el caso del aeropuerto Felipe Ángeles que, de acuerdo con la promesa presidencial, se inaugurará el 21 de marzo de 2022 podría iniciar operaciones sin abrir nuevas rutas a otros países dado que México no cumple con los estándares de seguridad internacionales. Por más que el gobierno federal trate de minimizar la importancia de la degradación de México a la categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación de EU con el argumento de que esto ocurrió en 2010, los expertos en la materia dicen que las circunstancias actuales son muy distintas. Hace 11 años el cambio de categoría fue por no contar con los suficientes inspectores para verificar los vuelos lo cual se resolvió en meses. Ahora las autoridades aeronáuticas de EU dictaminaron que la Agencia Federal de Aviación Civil de México no cumple los estándares mínimos de seguridad que marca la Organización de Aviación Civil Internacional.
En el caso de la refinería de Dos Bocas, su retraso por situaciones como inundaciones y su alto costo se suma a una preocupación sobre si habrá suficiente petróleo mexicano disponible para procesar cuando por fin puedan encender las máquinas.
No obstante, con el anuncio de compra de la refinería Deer Park de Shell en Texas, de la cual PEMEX ya poseía el 49.05 por ciento de la participación accionaria; dicha compra no se ha pagado. El pago será realizado por un fondo de 47 mil millones de pesos conformado por: A) 30 mil millones de pesos por Banobras y B) 17 mil millones de pesos del FONDEN. Esto quiero decir que en 2021 Banobras no tendría dinero para financiar obras de infraestructura para los estados y municipios.
“Para los caprichos presidenciales si hay reservas de dinero, pero para las necesidades del país no”.