El 3 de mayo de 2021 pasará a la historia como el día en que la negligencia, la corrupción y la ambición política cobraron la vida de 26 personas y dejó heridas a un centenar más.

De la investigación, lo único que queda claro es que hubo negligencia y ambición política en la construcción. Esto tiene nombre y apellido y se llama Marcelo Ebrard.

La negligencia en el pago de materiales no adecuados para este tipo de infraestructura también tiene nombre y apellido y se llama Mario Delgado.

Había un exceso de vibraciones en las vías y eso también tiene una responsable y se llama Claudia Sheinbaum.

Ya sea por fallas de origen o por falta de mantenimiento, lo que hoy a 44 días no se han atrevido a decir y exigimos se diga, es quién va a ser responsable de esta negligencia criminal.

Se derrumbó el metro, pero lo que lastimosamente les preocupa más es cómo salvar el proyecto político del Presidente de la República. Eso es inhumano e injusto para las víctimas. Su derecho a la justicia y a la verdad es lo que, al parecer, menos le importa al gobierno de López Obrador y sus amigos.

El derrumbe de la Línea 12 ha dejado al descubierto la corrupción, la negligencia, la incapacidad técnica y la ambición política desmedida, que hizo un metro deficiente en materia estructural, con vicios ocultos, con cambios de diseño para abaratarlo y para que se entregara con fines meramente electorales.

Pero no solo eso, es increíble el grado de insensibilidad de esta administración. Este gobierno ha mostrado su cara más cruel e inhumana con quienes menos pueden defenderse: las niñas y los niños con cáncer.

Hace unos días fueron a Palacio Nacional y nadie los pudo recibir. López Obrador tiene tiempo para los seudo periodistas que le hacen preguntas a modo, pero no tiene tiempo para atender a las mamás y papás de los niños con cáncer que no han recibido medicamentos.

El desabasto de medicamentos oncológicos ha cobrado ya la vida de niñas y niños. El desorden administrativo, la falta de inteligencia en esta administración, la concentración de las compras y ahora el decretazo para adjudicar de manera directa, demuestra la incapacidad para garantizar el derecho humano a la salud.

Cada receta no surtida, cada tratamiento no realizado, lastima y pone en riesgo la posibilidad de curarse y de vivir de un niño. Es lamentable que el gobierno no lo entienda.

Exigí desde la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que el Presidente López Obrador, a la Secretaría de Salud, al IMSS, al ISSSTE, al INSABI y todos los responsables surtan de manera urgente, los medicamentos para las niñas y niños con cáncer.

Claramente hay dos proyectos de Nación, pero hay un solo país, dejemos de dividir a México, es nuestra obligación ética y legal, construir una mejor nación.