La democracia es como Wimbledon; el pasto al inicio del torneo está perfecto como la legitimidad de la elección que le da el poder al nuevo mandatario, con el transcurso del torneo la cancha se va convirtiendo en tierra, ya que el jugador se mueve sobre ella y aquel pasto se desgasta, de tal forma que es visible para todos los espectadores. Al término del torneo, reparan las canchas para su próxima edición.

Si bien todos los mandatarios han concluido con sus gobiernos desgastados, Andrés está destruyendo todo por su paso y ante el desafío de la realidad en México en vez de ocuparse en resolverlo, le da la vuelta con ocurrencias, mentiras o volver a recurrir al enojo de las y los mexicanos con supuestos arrestos o investigaciones a ex servidores públicos por actos de corrupción.

“¿Estás de acuerdo en que se lleven a cabo acciones con apego al marco legal para esclarecer las decisiones políticas tomadas en el pasado por los actores políticos y garantizar la justicia y derechos de las posibles víctimas?”

Esta pregunta, será la que dicte la consulta popular impulsada por el Inquilino de Palacio Nacional. El nuevo espectáculo de Andrés al recurrir al voto popular, para decidir si se enjuicia o no a los expresidentes es absurdo, ya que la premisa “apego al marco legal” anula que se vote por enjuiciar a quién sea. El recurrir al enojo de las y los mexicanos es una parodia al Estado de Derecho; ya que, a falta del mismo, ha permeado en la sociedad con inseguridad, injusticias y no ha resuelto nada.

“Si te asaltan en la calle, pides que se aplique la ley o solicitas una consulta popular para ver si se procede y castigar al delincuente”.

Para como quedó la pregunta, son varios los servidores públicos de la 4T con acusaciones por presuntos delitos, que están en riesgo.

Siguiendo la nueva temática de sus mañaneras: ¿Quién es quién?

¿Por qué Andrés no se pregunta quién es quién entre los servidores públicos de su gabinete? ¿Quién es responsable por el derrumbe de la línea 12? ¿Quién no ha declarado bienes u ocultado los mismos? ¿Quién tiene otra realidad y otros datos sobre el país? ¿Quién sigue teniendo un mal manejo de la pandemia? ¿Quiénes son corruptos? En fin… tantas preguntas que atañen a México y no la forma de imponer verdades, culpar a ex servidores públicos sin aplicarles la ley y hacer creer que todo va bien, requetebién.

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