En su origen, las Olimpiadas griegas rendían homenaje a los dioses. El primero fue Cronos, hijo menor de Urano, dios del cielo, y de Gea, diosa de la tierra. Cronos mató a todos sus hijos excepto a Zeus, que pronto lo relegó en los homenajes olímpicos.

Reciben su nombre la ciudad griega de Olimpia en donde se celebraban cada cuatro años, por los mejores atletas de las diferentes polis griegas que durante el tiempo que duraba el desarrollo de las competencias deportivas acordaban convivir en un espíritu de paz; los griegos antiguos otorgaban la misma importancia al desarrollo intelectivo que al desarrollo físico de sus ciudadanos por lo que se favorecía el armoniosos desarrollo del cuerpo y del espíritu, para los antiguos griegos, la educación física tenía la misma importancia que la educación intelectual.

Fue el emperador romano Teodosio en el año 393 que ordenó la prohibición de los juegos olímpicos al considerarlo un rito pagano, desde entonces de suspendió su celebración. No fue sino hasta finales del siglo XIX que el Barón de Coubertiain y el griego intelectual Dimitrius Mikelas con el auspicio de la Universidad de la Sorbona de Paris se propusieron revivir el evento deportivo de las Olimpíadas sustentado en un espíritu de paz.

En 1896 se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos en Atenas, evento en el que participaron atletas de 14 países diferentes en 9 deportes diferentes. Cuatro años más tarde, en 1900, se celebraron los siguientes en París y, por primera vez, participaron atletas mujeres.

Desde aquella primera Olimpiada moderna en Atenas hasta la actual de Tokio, se han celebrado 29, la anterior se celebró en Río de Janeiro en 2016; durante todo este tiempo solo se han cancelado, tres de ellas por las 2 guerras Mundiales y la del año 2020 se postergó para este año 2021 debido a la pandemia mundial del Covid-19.

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México en la mira del mundo

La convivencia deportiva se desarrolla en un espíritu de paz y armonía en donde concurren atletas de muy diversas naciones con integrantes de diversa ideología, raza religión, sexo, edad, y diferencias propias de los seres humanos, busca abrir un paréntesis de paz en los conflictos que pudieran existir, es por ello que las Olimpiadas se les consideran un instrumento por excelencia para dirimir divergencias entre naciones que contribuyen al desarrollo del deporte y a fomentar los objetivos humanitarios de mayor alcance en el mundo.

Nuestro país participa con 163 deportistas mexicanos 97 hombres y 66 mujeres representan a México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que arrancaron el viernes 23 de julio y se realizarán hasta el domingo 8 de agosto de 2021. A pesar de que los Juegos Olímpicos el acontecimiento deportivo más importante y complejo del mundo; para 2021, el presupuesto destinado al deporte en México a través de la Conade es de 2,675.9 millones de pesos, lo que representa una disminución de 108 millones (3.8%) en comparación con el presupuesto de 2020; que lejos están nuestros legisladores y el presidente del pensamiento griego, al minimizar la importancia del desarrollo del deporte en nuestro país, como siempre estamos compitiendo y como siempre nuestro triunfo será muy reducido por la falta de apoyos económicos para el deporte.

Uno de los problemas más graves que enfrenta la sociedad mexicana es la inseguridad y el incremente desmedido de las adicciones entre los jóvenes, es preocupante la cada vez mas corta edad en la que los adolescentes se inician a consumir algún enervante o estupefaciente, una de las formas preventivas para evitar que los niños y jóvenes se inicien en alguna adicción es a través del deporte, es por ello tan importante que se destine un presupuesto acorde no solo para la formación de atletas de competición sino también para femar el deporte desde las escuelas primarias para motivar a los niños en actividades sanas que los mantenga alejados de las adicciones.

Esperemos que al final de estas olimpiadas nuestros deportistas regresen victoriosos y con el anhelo de seguir preparándose en cada una de las disciplinas para tener como dice el proverbio mente sana en cuerpo sano.