En tres años del gobierno de López Obrador, hemos visto varios espectáculos dentro de este circo llamado “cuarta transformación”, sin embargo, de todos este – la consulta – es uno de los peores.

Seguramente el presidente de la República tiene otros datos, o quizá no le han informado que nuestro país está viviendo una de las crisis en derechos humanos más alarmantes en su historia.

Para el primer mandatario mexicano, no es prioridad ocuparse de la violencia desbordada, ni de la gente que se está muriendo por la pandemia, ni de los pobres y desempleados, por ello todos los esfuerzos del aparato gubernamental los enfoca en armar un circo. Realizar una consulta para preguntar si el gobierno debe o no cumplir con sus obligaciones, es demagógico.

Es inentendible cómo más de 500 millones de pesos se tiraron a la basura para cumplir con un capricho más del presidente López Obrador. La ley es clara, y en caso de que alguien cometa un ilícito debe ser sancionado. No se necesitan despilfarrar más de 500 millones de pesos para castigar a los responsables de, por ejemplo, la tragedia de la Línea 12.

Se han usado a las instituciones públicas para promocionar esta consulta y se olvidan de lo verdaderamente importante: atender la inseguridad, la emergencia sanitaria y la falta de dinero en los bolsillos de los mexicanos.

Para aplicar la ley basta levantar una denuncia ante las autoridades competentes. Si se tienen pruebas, que se presenten. Ya basta de hacer de nuestro sistema de justicia un circo y de usar facciosamente a las instituciones.

Esta consulta sólo sirvió para justificar la inacción de López Obrador y sus amigos.

A este gobierno le gusta echar culpas al pasado, pero no de buscar justicia y verdad de los actos que hoy han cometido. No hay duda de que el fracaso de la consulta ciudadana realizada el día de ayer, es un descalabro para el presidente.

Lo que el pasado domingo se le preguntó a la ciudadanía es inentendible, una pregunta que su único fin es cumplir con los caprichos de López Obrador.

La ausencia de los votantes en las casillas demuestra que los mexicanos no tienen sed de venganza, sino sed de progreso, de salud, de seguridad y de trabajo; todo lo que este gobierno no puede dar porque son unos incompetentes.

El mensaje que resalta el apenas 7 por ciento de participación en la consulta popular, es que queremos más acciones concretas y menos circo. De espectáculos, promesas y simulaciones no vive un pueblo.

Con el dinero que hoy despilfarran se pudieron dar cumplimiento a las prioridades del país, pensar en preguntarle a las personas lo obvio, no debería ser prioritario para esta administración.

Por lo que se puede ver, la cuarta transformación insistirá en crear más cortinas de humo para intentar tapar el sol con un dedo, con la finalidad de encubrir su incompetencia y pocos resultados. Será tarea de la ciudadanía centrar la atención en lo verdaderamente trascendente y exigir resultados.

Es lamentable el uso que hacen de las instituciones públicas haciéndole creer al pueblo algo que en la realidad no sucederá. Las artimañas de las que hoy hace uso la 4T, el pueblo se los cobrará.

@kenialopezr

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