El tema de la migración o flujos de movilización del ser humano, está presente desde los albores de la historia, en que se registra la aparición de los primeros “Homo Sapiens” en el inicio de su vida en el planeta.

 

«Patria mea totus hic mundus est»
Mi patria es todo este mundo

 

Nuevamente al inicio de esta semana, en las redes sociales causó impacto la difusión de un video de la acción de los agentes de la Guardia Nacional en Chiapas, en un operativo para contener a un grupo de migrantes que intentaban internarse en nuestro territorio, en dicho video se observa como un hombre acompañado de un niño de aproximadamente 10 años trata de evadir el cerco de los agentes y es detenido, arrojado al suelo y pisoteado en su cabeza, mientras el niño que observa la agresión se encuentra en medio de los agentes.

El tema de la migración o flujos de movilización del ser humano, está presente desde los albores de la historia, en que se registra la aparición de los primeros “Homo Sapiens” en el inicio de su vida en el planeta. El hombre siempre ha buscado mejores condiciones de vida en territorios que les provean las condiciones para su supervivencia y por tanto cambia o migra constantemente. Las razones pueden ser y son diversas: mejores condiciones climáticas, la incesante búsqueda de alimentos, alejarse de peligros eminentes y otras muchas causas. La migración, es pues consustancial al ser humano.

En la actualidad, obviando los múltiples precedentes históricos, hemos testimoniado como miles de migrantes del Oriente Medio huyendo de las interminables guerras, asaltan las fronteras turcas, griegas, italianas, rumanas, en fin, las fronteras de Europa toda. Al igual que oleadas de habitantes de África del norte, hacían lo propio.

En América, la migración masiva de personas indocumentadas que cruzan por la frontera sur de México y que atraviesan el territorio nacional para llegar a los Estados Unidos ha crecido de manera alarmante.

La respuesta y reacción, de los países receptores ha sido diferente. Encontramos desde rechazo y fronteras rodeadas de alambres de púas, para evitar el ingreso; hasta la acogida fraternal y humanitaria.

Ningún país puede sustraerse del impacto económico, social y cultural de los flujos migratorios. La experiencia histórica nos muestra que las guerras civiles, los conflictos internacionales, los disturbios étnicos, la discriminación racial, la intolerancia religiosa, la degradación del medio ambiente, los desequilibrios económicos, la pobreza extrema o la búsqueda de mejores niveles de vida, han provocado que millones de personas abandonen su lugar de origen, produciendo efectos directos en las sociedades y en las economías de los países receptores.

Tanto países expulsores como receptores se enfrentan a una situación disímbola, en donde pocas veces las instituciones involucradas han sabido cómo contrarrestar los efectos negativos dentro de los países receptores. Además, ninguno de los gobiernos de los países receptores, hasta ahora, ha sabido reconocer los importantes efectos que tienen en sus economías la participación laboral de los trabajadores migratorios.

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Lo anterior, pone de manifiesto que la problemática de los trabajadores migratorios es eminentemente humana, porque se trata sobre la vida de mujeres, hombres, niños y familias enteras, en búsqueda de una vida mejor.

La Xenofobia por las diferencias étnicas, en el mundo actual no ha hecho más que radicalizar las posiciones religiosas e ideológicas, creando grupos extremistas fundamentalistas, particularmente en Medio Oriente, provocando una muy numerosa oleada de migración hacia Europa, trayendo como consecuencia diversos hechos entre los cuales los muy lamentables actos de terroristas.

En este mundo globalizado si queremos PAZ, debemos asumirnos como ciudadanos del mundo con un espíritu de solidaridad entre todos los seres humanos y educar a los niños y las nuevas generaciones en la paz y para la paz y no para el combate y la guerra como se ha venido haciendo, convirtiéndola en algo normal para los niños sobre todo desde el uso de la tecnología de juegos informáticos que en su mayoría versan sobre temas bélicos.