Entrevista con Gustavo López Montiel, politólogo Tec Monterrey
Se vive gran agitación en el ámbito legislativo ante las presiones ejercidas por el presidente López Obrador y su partido Morena en contra de los legisladores del PRI para que definan su voto sobre la reforma eléctrica. Del otro lado, los miembros de la Alianza, PAN y PRD, conminan al tricolor a votar en contra de la reforma eléctrica,
Hoy el PRI, en opinión de algunos columnistas se ha convertido en el partido bisagra, esperando vender caros sus votos, pero con un alto riesgo porque las amenazas presidenciales van acompañadas de herramientas políticas como son las investigaciones enc ontra de algunos legisladores por la Unidad de Inteligencia Financiera.
Otros especialistas apuntan que el tricolor se encuentra en un callejón sin salida, donde si no se desmarcan del salinismo podría generarse una gran desbandada en ese partido y si por el contrario, apoyan a López Obrador, perderían toda credibilidad como oposición.
Lo cierto es que Alejandro Moreno, Alito, niega que la alianza esté rota y asegura que el PRI votará en bloque, aunque advierte que la iniciativa no pasará como está. En tanto, las aguas en el partido Revolucionario Institucional se siguen agitando ya que algunos legisladores como es el caso de Claudia Ruiz Massieu han externado su negativa a esa aprobación y varios grupos de priistas cuestionan el manejo de Alito a esta situación; varios gobernadores del tricolor presionan a sus legisladores a votar a favor de la iniciativa morenista para quedar bien y evitar investigaciones sobre sus administraciones.
Analistas políticos como Gustavo López Montiel del Tec de Monterrey señalan que habrá una votación será diferenciada de diputados y senadores priistas, tomando en cuenta sus proyecciones y futuro político con vistas a la sucesión presidencial
Partidos como el PAN, PRD y MC, aseguran que votaran en contra de la reforma eléctrica presentada por el gobierno de la 4T. El PRI se ha mostrado reacio a establecer una postura al respecto. Para muchos, las declaraciones del líder priísta de que no va a ceder a presiones, es el antecedente del apoyo del tricolor a Morena. ¿Qué opina?
Ha sido una situación un tanto complicada pero al final será clara, es decir el presidente necesita de aliados para pasar la reforma constiucional tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado y esos aliados se van a configurar de manera distinta. En el Senado me parece que tienen un proceso de negociación más elaborado y ahí dependerá de los priistas y de la forma en que el coordinador de la fracción parlamentaria de Morena, Ricardo Monreal busque administrar el proceso. Monreal tiene experiencia en otros procesos y dependerá en buena medida de lo que hasta cierto punto le convenga en términos del proceso de sucesión y de su fortalecimiento dentro de Morena o no.
En la Cámara de Diputados es un poco más complejo porque requieren más votos de los que se necesitan en el Senado en términos proporcionales. Si bien el PRI, en las dos cámaras ha planteado la posibilidad primero de ver de qué se trata, hacer foros y escuchar a los actores, al final de cuentas creo que el PRI va a votar de manera dividida.
La presión que va a generarse dentro de ese partido, tanto para quienes se oponen al presidente como para el presidente mismo del PRI, para ver la posición que al final tomen los dos grupos parlamentarios será fuerte. Considero que van a decidir que voten como quieran aunque me parece que realmente la posición de la dirigencia, será de apoyo a la iniciativa.
Lo que pasa es que confluyen grupos que se vieron agraviados durante el gobierno de Peña Nieto y otros que fueron beneficiados. Grupos que votaron a favor, que son de la época de Peña Nieto y grupos que se opusieron porque fueron relegados durante esa época y también está la aspiración presidencial del propio presidente del PRI, Alejandro Moreno.
Morena a su vez busca también administrar el proceso de votación de acuerdo a lo que le convenga en términos de los momentos. Ese partido también emplazó al PRI a definirse de si están con Lázaro Cárdenas o con Salinas, lo que le mete mucho calor al PRI, pero habrá diputadas y senadoras y diputados y senadores de ese partido que votarán a favor de esa iniciativa y otros que no, dependerá del momento.
Esto es, cuando se den las negociaciones, dependerá del número de votos que tengan, será la forma en que Morena busque negociar, ya sea tratando de conseguir el mayor número de votos que puedan pero también generando lo que hacen en las cámaras y es pedirle a quienes son indiferentes a la votación que no asistan para bajar el número de personas presentes y reducir el número necesario de votos para aprobar una reforma constitucional.
Vamos a ver un buen rato la negociación y el PRI tratará de llevarlo al máximo y ganar el mayor tiempo posible.
López Obrador no quiere esperar, presiona todo el tiempo pero cuando Morena sienta que tiene los votos, se lanzará la votación. Esa va a ser la forma en que van a votar, en buena medida porque el PRI —no porque no tenga más opciones— pero es lo que le permitiría configurar una posición hacia 2024, dependiendo los actores que dominen esa negociación.
Por ejemplo, al presidente del PRI le conviene de alguna manera no confrontarse, pero habrá otros actores a los que si les convenga, o que planteen el hecho de diferenciarse del gobierno para tener una mejor posición con respecto a 2024.
¿Y mientras tanto, la alianza con el PAN y el PRD?
Le están pidiendo al PRI que defina su posición, puede haber eventualmente una ruptura, el mismo PRI planteó la idea de que era una alianza que no necesariamente aplicaba a todo, que ellos iban a ver en qué momento sí y en que no. Creo que sí habrá una ruptura que será dependiendo de cómo les conviene a los grupos.
A pesar de que haya ruptura, no va a dejar de haber votaciones en las que vayan juntos PRI, PAN y PRD y eso se va reconfigurar para la elección de 2024, dependiendo de como cada partido vea su escenario respecto a la elección y que tipo de candidatas y candidatos tengan, por ejemplo si el presidente del PRI sabe que su partido por si mismo, no ganaría una elección, tal vez aceptarían ir en alianza con el PRD asumiendo que ese partido tampoco ganaría una elección solo. El PAN va solo normalmente porque ha tenido la capacidad de tener una votación más o menos consistente y tener una posición de competencia asumiendo que pueda dividirse la votación en tercios como ha sido en otros momentos. Si ve que al final de cuentas se polariza la elección como el presidente busca que suceda, necesitaría de otro partido como el PRI o Movimiento Ciudadano.
Noroña ha dicho que el PRI ya recuperó el espíritu social de López Obrador y algunos se preguntan si ya sabe algo, otros mencionan que Alito ya tenía una investigación en la UIF…
Parte de la presión que ejerce el gobierno sobre las y los legisladores tiene que ver con las acusaciones que puedan tener. Hay legisladoras que se les ha dicho que están siendo investigados con la intención de controlar sus votos, es el caso de Alito, del senador Velasco y otros que tienen cola que les pisen. Al final de cuentas lo sabe el presidente y utiliza las herramientas a su alcance.
Habrá otros que no será necesario presionar porque ya les han mandado mensajes y algunos más como como Manuel Velasco, quien dijo que iban a sopesar su alianza con Morena pero salió la noticia de que era investigado y a los pocos días dijo que era un alianza firme. Hay muchas herramientas que el presidente tiene para presionar para que voten a favor de la reforma.
Otros consideran que sacar la iniciativa de la CFE, puede no ser tan benéfica para la 4T y consideran que es un instrumento político para la movilización y la campaña para el 2024.
El presidente aprendió del PRI, que es necesario mantener espacios de movilización entre los partidos y sus bases de apoyo, un poco lo hacía Donald Trump. El presidente habla todos los días a su electorado y busca generar mecanismos de articulación de opiniones en torno a su persona. No le importa tanto, aunque a veces sí lo que dicen en contra de él pero lo que busca es que se mantenga ese espíriitu; por eso en las encuestas su popularidad se mantiene porque genera opiniones de apoyo y de rechazo aunque él le habla a la gente que le apoya.
Son formas de articulación con los partidos y sus bases de apoyo. Se requiere del apoyo electoral y para eso está el tema de revocación de mandato, es una estrategia que el presidente tiene muy ensayada pero necesita, como lo hacía el PRI, mantener a su electorado movilizado porque si hacen como sucedió con el PAN que dejaron descansar o dormir a su electorado y cuando se necesitó no se articuló en la misma forma que si se hubiera mantenido fucionando, es como una máquina.
¿Ve muy fraccionado al PRI?
El PRI está fraccionado en buena medida porque está acostumbrado a tener liderazgos por imposición o por cualquier otra razón, pero se mantenía la unidad. Si no tienen un liderazgo como el presidente, eso hace que el PRI se fraccione, hay muchos grupos que están en contra del presidente del PRI, no lo han manifestado abiertamente muchos de ellos porque están esperando. Muchas de esas fracciones se movieron eventualmente a Movimiento Ciudadano, hay algunos grupos que tienen más capacidad que otros y creo que no todas las fracciones del PRI se han expresado aún y eso puede ser problema para el presidente de ese partido y se forzará mucho la estructura del PRI. Al final, la reforma es posble que se apruebe pero dependerá del contexto y de como el presidente presione y los grupos del PRI se alineen, porque todo esto tiene que ver con la sucesión. Veremos como se plantea.
