Entrevista con Guadalupe Acosta Naranjo, Frente Cívico Nacional
La semana pasada, la revista semanal de El País, llamó poderosamente la atención al presentar a la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, en la portada y en el perfil de la revista dominical, que lleva por título “el futuro de México”, en un medio que ha sido ampliamente criticado por el gobierno de la 4T, en las mañaneras.
A esta entrevista le han seguido entrevistas con la BBC de Londres y una colaboración de la exjefa delegacional en Tlalpan en el semanario The Economist. Las acciones han sido calificadas como actos anticipados de campaña con vistas a los comicios de 2024. Sheinbaum aparece constantemente en los actos con el presidente en donde López Obrador le levanta constantemente la mano, para señalarla como la ganadora. Sin embargo, López Obrador ha repetido hasta el cansancio que el candidato de Morena, será fruto de una serie de encuestas, como ocurrió en 2012, cuando él fue designado candidato y quien es recordado por su radicalismo para luego pronunciarse por una república amorosa.
Quien recuerda bien como se dieron esas encuestas es el perredista Guadalupe Acosta Naranjo entonces presidente de la Cámara de Diputados y hoy miembro del Grupo Galileo y del Frente Cívico Nacional, quien rememora para Siempre como se dio este proceso.
“Andrés Manuel respeta las encuestas cuando éstas lo favorecen, porque cuando no, las rechaza y suele usar el término de que son encuestas cuchareadas. En aquella ocasión en el 2012, para buscar conciliar los intereses de los distintos precandidatos que existían, había solo dos en ese momento, tanto Andrés Manuel como Marcelo Ebrard eran aspirantes a la candidatura presidencial de la coalición. El PRD junto con ellos mandó hacer dos encuestas y en éstas había una participación cerrada entre los dos contendientes, eran muy competitivos, ligeramente arriba pero con muy poco margen, Marcelo sobre Andrés Manuel. Sin embargo, en las valoraciones —porque era una encuesta de preferencias electorales, pero también de características de los candidatos, de sus positivos y de sus negativos—, Marcelo era claramente superior.
“Ganaba Marcelo en la encuesta normal con un empate técnico por decirlo así, con dos, tres puntos arriba; las dos encuestas salieron similares, pero cuando mirabas los potenciales, quien tenia más negativos en aquel momento era Andrés, seguramente producto de aquellas decisiones que se hicieron en 2006, del bloqueo en avenida Reforma, de la resistencia civil, de que luego se declaró presidente legítimo.
“En ese tiempo, Andrés Manuel había acumulado muchos negativos y Marcelo no; Ebrard tenía a su favor que en el ejercicio de su gobierno, había sido bien evaluado, tanto por la ampliación de los derechos que se dieron en su periodo de gobierno con el apoyo de la legislatura, porque también hubo mucho empuje de la legislatura, en materia de ampliación de derechos de los matrimonios igualitarios, del reconocimiento de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, de que la ciudad había mejorado mucho en su seguridad pública y había caído mucho la incidencia delictiva. Había una percepción mucho mejor para Marcelo”.
Empiezan las presiones
“Las dos encuestas”, prosigue nuestro entrevistado, “concluían que el candidato que más podía crecer era Marcelo Ebrard pero a Andrés Manuel no le gustó. Dijo que en la encuesta había un empate técnico, se aferró al asunto de la preferencia y no a la evaluación integral del candidato.
“Esta situación generó tensión por algunos días. Recuerdo que el partido del Trabajo y el partido Convergencia estaban muy al servicio de Andrés Manuel y se empezó a rumorar que Andrés Manuel se podía ir de candidato de esos partidos.
“Marcelo tomó la decisión de hacerse a un lado y así nos lo explicó, por lo menos así lo escuché, de no dividir a la opción democrática y que por lo tanto él decidía respaldar a Andrés Manuel. Una vez que lo hizo, se acabó la discusión, había un solo candidato de la coalición que formamos en aquel tiempo Convergencia, el partido del Trabajo y el partido de la Revolución Democrática. Andrés dijo que era el mejor candidato, que había recorrido el país y que tenía el respaldo de importantes sectores, cosas así.
“Marcelo decidió unilateralmente hacerse a un lado. Nos argumentó a quienes le decíamos que era el momento de que diera el paso, de que podía crecer, que no tenía negativos y sí muchos positivos. Marcelo decide no dividir a la izquierda y así se quedó, por cierto, fue la segunda ocasión en que apoyaba a Andrés Manuel, porque en el 2000, era candidato a jefe de gobierno y declinó por Andrés, fue sin lugar a dudas, una acción decisiva porque la elección del 2000 fue muy cerrada entre Andrés Manuel y Santiago Creel, que iba con la ola del crecimiento de Vicente Fox. La elección fue cerradísima y la terminó ganando Andrés pero la declinación de Marcelo, fue uno de los puntos clave para su triunfo”.
El presidente anuncia que el candidato de Morena será elegido por encuestas, sin embargo constantemente placea a Claudia Sheinbaum, que por cierto apareció en El País Semanal, un medio que siempre han rechazado.
Critican mucho a ese medio, Andrés Manuel ha dedicado varias mañaneras a criticarlo y ahora se metieron en el semanario. Sin duda, cabildearon para que le dieran a Claudia la primera plana con una sesión de fotos, ahora sí que es aspiracionista porque se le ve mirando hacia Palacio Nacional, es un poquito aspiracionista, en los términos de Andrés.
En Morena se sabe que la candidata preferida de Andrés Manuel es Claudia, a Ricardo Monreal ni siquiera lo menciona y a Marcelo le ha venido dando atención, pero todo mundo sabe que la preferida es Claudia y ya se está dando la cargada, como en el antiguo régimen, porque si el jefe está con la candidata, los demás se ponen con la candidata, que está acumulando fuerzas y presencia.
Aquí Mario Delgado no está actuando de manera imparcial, contra lo que se pudiera pensar, Mario —cercano a Ebrard— apoyará como candidata a Claudia, porque quiere ser jefe de gobierno y si Marcelo es el candidato, Mario no tiene ninguna posibilidad. Para que Delgado pueda aspirar a la candidatura al gobierno de la CDMX, necesita que Marcelo no sea candidato y poder decir que el equipo de Claudia no se puede llevar las dos candidaturas, la presidencial y la joya de la corona que es la CDMX.
Está claro que el interino en el gobierno de la CDMX va a ser Martí Batres porque lo trajeron para operar la elección, se está preparando, va a ser el jefe de gobierno que opere la elección a favor de Claudia.
¿Este tipo de propaganda acelerará la salida de Monreal de Morena?
Monreal va esperar hasta el final. Está planteando un método que estoy seguro que Andrés Manuel no va aceptar, que es que haya elecciones para determinar al candidato. Andrés quiere que haya encuestas porque ese es el dedo envuelto, la delfina no es la del Estado de México sino Claudia, la delfina presidencial. Andrés Manuel no va aceptar el método, pero Ricardo lo está planteando porque sabe que no lo va aceptar Andrés, para poder tener una razón y justificar que pueda tomar otro camino.
¿Lo ve como candidato de otros partidos? ¿del Frente Cívico Nacional?
El próximo sábado vamos a dar a conocer el frente Cívico Nacional y lo que proponemos es que la candidatura se elija por un método democrático, deben hacerse primarias entre todos los aspirantes —que así lo deseen— para que quede claro que en el bando del partido oficial, hay un dedazo envuelto en una supuesta encuesta que se hace en Palacio Nacional en la oficina de Andrés Manuel.
Del otro lado serán los ciudadanos los que elijan al candidato. Si quiere Ricardo Anaya ser candidato que se inscriba o Enrique de la Madrid, Enrique Alfaro para que MC pueda participar. Quien quiera hacerlo se puede inscribir, pero habrá ciertos requisitos para que no sea un torneo de egos y de cientos de gentes.
Que lo haga quien realmente tenga posibilidades, que recorran el país, se hagan debates en las principales ciudades y luego de pongan urnas a lo largo y ancho de todas las entidades y los ciudadanos voten. Debe ser una elección abierta a la ciudadanía y que las primarias sean organizadas por el Instituto Nacional Electoral, que los partidos sufraguemos el costo de la elección, de sus prerrogativas para que se dé certeza y quien gane esta elección sea el candidato de todos.
Poder decir, allá lo elije el dedo divino y acá los ciudadanos. Esta propuesta la hará el sábado el Frente Cívico, para plantear ese método y la elaboración de un programa desde la ciudadanía para proponer políticas públicas superiores a las que hoy están hundiendo en la desgracia al pueblo de México.
Necesitamos construir con los mejores especialistas, académicos, intelectuales, con los sectores de la sociedad organizada, civil, campesinos, un programa que sea elaborado de manera técnica sustentable, serio y que pueda aglutinar al conjunto de la oposición democrática.
Luego que pase la elección, formar un gobierno de coalición para que los que no queden de candidatos formen parte de un gabinete y de las cámaras de diputados y senadores, para que todo mundo tenga un incentivo en participar y que no haya división, para que el presidente no sea dueño de todo, sino que sea un gobierno de composición, de acuerdos donde distintas fuerzas toman parte. No permitir que todo esté al servicio de Andrés Manuel, cuyas actitudes son perversas con gente que se la jugó con él, como es el caso del ex secretario de Hacienda, Arturo Herrera, si eso le hace a los leales, para qué le platico a los demás.


