Entrevista con Fernando Dworak, analista político

El 2022 será un año marcado por el tema electoral y por la iniciativa que el presidente mantiene en cuanto al manejo de la agenda pública, consideró en entrevista con Siempre el analista político Fernando Dworak Camargo, para quien no se tiene que perder de vista los siguiente 12 meses los intentos de la oposición por sobrevivir ante los embates oficiales.

“En primer lugar tiene una reforma emblemática que es la energética, o eléctrica, y el resto de la agenda que el presidente está marcando es para mantenerse en el poder y para tratar de controlar su propia sucesión adelantada”.

¿Por qué ese señalamiento de que López Obrador marca la agenda y busca mantenerse en el poder con sus propuestas de reforma?

¿Por qué lo digo? El primer elemento es, naturalmente, que no se va a discutir la reforma eléctrica sino hasta marzo o abril del año entrante, en el próximo periodo ordinario de sesiones, y la oposición está tratando de discutir hasta septiembre porque estamos hablando de las elecciones locales.

La oposición cree que apagando el tema o postergándolo se va a acabar, lo cual es erróneo, la oposición puede tener una ventaja en el tema eléctrico para lo cual necesita tener una alternativa, ahora sabiendo eso pueden acabar jugando en el terreno del presidente, quien está posicionando su segunda reforma: la electoral, en ese sentido la revocación de mandato y la confrontación que está teniendo con el INE le está ayudando a tener mayor popularidad en este tema.

No estoy diciendo que el INE tiene o no la razón, para un grupo de personas que compran el discurso de López Obrador, quien está marcando la agenda con eso de que el INE les está quitando un derecho y que puedan hablar del costo del INE y de una reforma electoral que tenga consejeros que sean afines al presidente, y que diga que son honestos hay un paso, quizá la oposición tenga la capacidad de frenar ambas reformas por separado, pero si se detienen las reformas el resultado puede ser visto como ilegítimo por los seguidores del presidente, es decir, no hay imaginación y sí una forma de debilitar a la oposición para mantener el status quo.

Ahora, vamos a tener de diciembre a febrero una confrontación con el INE que, además, es ridícula, aún no sabemos si se van a reunir los millones de votos necesarios para convocar una revocación y el INE ya está calentando el escenario, eso hace que el presidente López Obrador domine la discusión, así, por el tema de las firmas necesarias vamos a tener previo al periodo de sesiones una confrontación entre el Ejecutivo y el INE por la realización o no de esa consulta y a partir de eso el presidente puede empezar a hablar de su reforma electoral; vamos a tener, además de todo, un riesgo adicional: aún y cuanto la revocación no se pueda realizar de manera oficial, el presidente va a querer su propia revocación ‘patito’, de todas maneras vamos a tener una movilización de las bases morenistas con el agravio a los seguidores del presidente con eso de que no se le permite a la ciudadanía un derecho al voto, desde luego que es falaz, pero es efectivo para un grupo de personas que piensa que el INE no les permite expresar su voluntad.

Si de febrero a abril tenemos esa discusión y comienza a meterse con el debate de la reforma eléctrica, la oposición tiene poco margen de maniobra para detener y no tiene la imaginación para negociar, si en ese sentido se organiza una especie de reforma, el presidente va a tener un resultado norcoreano altamente favorable, aun y cuando cumpla el umbral de representación eso también le va a representar un fortalecimiento en su capacidad para seguir siendo una persona popular e impulsar su agenda, el problema es que la única forma de evitar que el presidente no domine la discusión pública es hablar claro, él está manipulando, pero la oposición mientras no tenga un discurso alternativo el presidente va a seguir llenando el discurso. Si el presidente sale, a partir de esto, no digamos controlando la discusión, pero sí fortaleciendo su popularidad, eso le va a permitir controlar su agenda, si el presidente no tuviera tanto eco, comenzaría a perder el control de Morena y eso es lo que, precisamente, no quiere.

Creo que lo que vamos a ver el próximo año es una constante huida hacia adelante para que el presidente trate de controlar su sucesión y controlar un legado, sea lo que él entienda por legado.

Ahora, las elecciones, son seis gubernaturas en juego y ya están dando por hecho de que al menos 5 serán para Morena, ¿es factible que se dé ese pronóstico?

Es completamente factible ese pronóstico, de hecho, Hidalgo y Coahuila ya se están dando por perdidos por adelantado, parece que los gobernadores están más cómodos esperando o quedarse con una embajada al terminar su sexenio o recibir una embajada, pasar con bajo perfil en los dos últimos años del sexenio que crear una oposición con partidos que ya están en proceso de decadencia, no hay liderazgos alternativos claros o, si lo hay, todavía no están listos para competir.

La oposición tampoco tiene un discurso claro, no basta con aliarse, sería necesario presentar una alternativa, pero esto no basta para detener a Morena, se necesita un discurso alternativo, ya vimos el desenlace de lo que pasó el año pasado, sólo perdieron la Ciudad de México, pero por una movilización de grupos antilopezobradoristas.

Fernando Dworak, analista político

 

Con el INE y el enfrentamiento que tienen Lorenzo Córdova y Ciro Murayama con López Obrador va a continuar en 2022, ¿están haciendo bien en enfrentarse de esa forma?

Básicamente el INE tiene la razón al plantear la posposición de la consulta, pero no va a ganar muchos adeptos con esa posición. No se trata de tener razón o presentar argumentos, se trata de ganar la imaginación y a final de cuentas podrían detener la revocación, pero el presidente sigue insistiendo con la reforma electoral, en ese sentido lo importante sería insistir en que quienes reemplacen a Córdova y Murayama sean afines al presidente, eso puede ser muy factible si sigue el ambiente de confrontación, sería una victoria por dos consejeros que ya se van pronto, ellos tal vez están pensando en un legado, en una imagen, no están pensando en la continuidad de un instituto político, algo que nos debería estar preocupando más allá de las personas.

Todo mundo está hablando de que representa cada persona, pero no de un proyecto de país, no de la necesidad de tener instituciones imparciales, todo se está reduciendo a oponerse coyunturalmente a una política del presidente o a cantar por qué la revocación es indispensable o no, o de la necesidad de que haya controles o que haya procedimientos claros que se ejecuten para que no se banalice, pero –otra vez– creo que a final de cuentas si Murayama o Córdova son un problema, ya están de salida a final de cuentas.

 

Así como hay años en los que un cierto evento marca toda la discusión y todo ese año, como en el 85 el terremoto, ¿2022 por qué será recordado, habrá algo que marque ese año?

Creo que, si López Obrador se sale con la suya, con todas las cosas que está poniendo sobre la mesa y con todos los acuerdos que está haciendo, el 2022 puede ser recordado como el año de la consolidación de Morena y, lamentablemente, veo muchas posibilidades de que esto suceda.

 


Marco Arellano Toledo

2022: oposición sin proyecto

 

“2022 va a ser un año en términos de alineación o realineación electoral muy relevante, con prácticamente todos los actores de la vida política, en especial Morena, porque va a ser un año en el que se van a intentar procesar las dos reformas que están pendientes y que son parte del proyecto político del presidente –incluyendo la político-electoral– y de no tener un acuerdo o consenso importante entre las principales fuerzas políticas van a poder llegar a esa reforma de una manera muy accidentada y les va a generar un costo político, entonces pareciera que 2022 va a ser la última oportunidad para implementar cambios que no tengan un costo político y electoral para el 2023 y el 2024.

“2022 también va a ser, en el caso de Morena, el inicio o la preparación del proceso electoral que es más importante, que es el del Estado de México, que empezará septiembre de 2022 y culminará en julio de 2023, es la madre de todas las elecciones para medir la fuerza política del presidente y de su partido; creo que el 2022 de cara a ese septiembre con el inicio del proceso electoral, va a ser muy retador para las fuerzas políticas, en especial para Morena porque tendrá menos posibilidades de equivocarse y más costo político con cualquier arrebato, cualquier oposición, cualquier error será cada vez más caro en esa elección y, por supuesto, para 2024.

“Respecto a la oposición, con el nacimiento del Frente Cívico, con Va por México, todos estos esfuerzos por tratar de potenciar la oposición están siendo capturados y mal ejecutados por todos aquellos que se dicen desplazados de la clase política. Lo que ha pasado es que el presidente con esta astucia y capacidad que tiene para conducir el conflicto y azuzar a sus adversarios, ha debilitado a la oposición que no ha sido capaz de encontrar una demanda en la cual apoyarse, las demandas políticas o las plataformas políticas están tomadas o capturadas por la 4T, al menos las legítimas, y la oposición se ha quedado desfondada, no sólo política o ideológicamente, sino también en términos de plataforma política y de causas, no tiene una causa que defender y, quizá, eso es su principal talón de Aquiles.

“La principal causa que dicen defender es sacar al presidente, pero eso no es una causa o proyecto político, es una aspiración política, pero no un proyecto que se materialice en políticas públicas o en gobierno. La oposición, francamente, se ve muy incipiente, hay tiempo y creo que el único espacio que hay para la oposición es la clase media, que empiece a conectar con ella, pues probablemente empiecen a acumular cada vez más agravios por parte del presidente y pudieran encontrar un acercamiento con esta oposición.

“Veo un 2022 de muchos contrastes, es especial a Morena que no se quiere desfondar y que va a tener costos políticos cada vez más altos y una oposición que no tiene causas o proyecto y que a lo más que puede aspirar es a conectar con la clase media”.

@AReyesVigueras