Henry Kissinger detalla con la elegancia de quienes conocen el verdadero poder, sus vivencias y múltiples encuentros con algunos de los grandes líderes de la segunda mitad del siglo XX.
¡Vaya que estamos urgidos de esa grandeza con la que los verdaderos líderes enfrentan y resuelven múltiples problemas, retos, graves riesgos, que inclusive amenazaron la misma sobrevivencia de nuestra especie!
En su más reciente libro, “Leadership: Six Studies in World Strategy”(Penguin Press, 2022) (1), Kissinger nos demuestra la importancia de la política y diplomacia exterior para el mundo, pero en particular para el desarrollo y seguridad de cada nación y su población.
Más que deja demostrado que esa frase bravucona de que, “La mejor política exterior es la interior”, es estúpida, propia de semi – líderes populistas, arrogantes, inseguros, que no son dignos de conducir con grandeza a su país.
Lo anterior lo demuestra a través de varias líneas del vasto conocimiento y carrera distinguida de quien fue Secretario de Estado del ex presidente Richard Nixon.
Me limito a llamarla: Grandeza Estratégica y de Equilibrio.
Ningún pensador geopolítico práctico, ha manejado con tanta inteligencia estratégica al sistema operativo global, como lo ha hecho Kissinger. Conoce las herramientas de la diplomacia y operación empírica del arte diplomático global, para lograr lo planeado.
Conviene destacar: “Lo Planeado”; nunca Lo Improvisado.
Conoce la forma en la que se moldean las voluntades de simpatizantes y enemigos, para que en cualquier caso terminen por comenzar a adaptarse a la estrategia del moldeador.
El señor Kissinger además es un astuto observador del elemento personal estratégico, – del arte y ciencia del liderazgo, o de qué forma, en el liderazgo ejecutivo, las decisiones se alcanzan, ganando la confianza de las partes (y contendientes), y, -muy importante-, las promesas y los compromisos se cumplen, -nunca se vale la traición o cambiar las reglas acordadas desde un principio–, hacia un camino rumbo al futuro que el líder entonces puede proponer.
En el libro resulta apasionante la descripción de seis figurones de la segunda mitad del siglo XX: desde Konrad Adenauer, -quien al formar gabinete se encontraba con el problema de oponentes de gran calado dentro de la Alemania dividida-, que no querían ver ni saber de aliados.
Adenauer con serena inteligencia respondía: “Tengo entendido que perdimos la guerra, que ellos ganaron y nos tienen ocupados”…
Una sencillez ajustada a la Real Politik, que Kissinger tan solo define como Estrategia de Humildad. Estrategia que le permitió a Adenauer formar un excelente gabinete para iniciar una recuperación institucional de la Alemania Occidental.
Por supuesto hay otros perfiles de igual calibre e importancia. Por ejemplo el reverso de la humildad, Charles de Gaulle, sobreviviente de campos de concentración, que luchaba por ubicar a Francia en un lugar predominante en el mundo de postguerra. A De Gaulle, Kissinger lo define como: “Estrategia de la Voluntad”.
En sus vivencias personales, Kissinger como nadie conoce con gran cercanía y profundidad el periodo entre 1969 y 1974, cuando el Presidente Nixon modificó, – a decir de Kissinger-, las tensiones entre las súper potencias derivadas de la gran Guerra Fría, y guió a EEUU fuera del problema de la guerra sin objeto alguno en Vietnam.
Para lograrlo, Kissinger convenció a Nixon para llevar una “Estrategia de Equilibrio”, máxime si tomamos en cuenta la personalidad inestable de Nixon, que aún con su inestabilidad personal, gozaba de una brillantez inteligente que le permitía entender muy bien la importancia de la Política Exterior.
Así el Presidente Nixon comprendió la importancia de reiniciar relaciones con China, comenzar un proceso de paz en Medio Oriente, -que si bien no se alcanzó a la perfección-, la suma de estas dos variables, junto al trato soviético del Nuevo Orden a partir de Nixon; más el cuidado y control del espacio del Continente Americano, fueron centrales para re-definir el Concepto de el Nuevo Orden Mundial, basado en el Balance del Poder.
En su libro Kissinger le cierra la boca a quienes hablan del viejo orden derivado del término de la Segunda Guerra Mundial. Con posterioridad han habido otros nuevos órdenes y equilibrios. Uno de los más importantes, fue el Nuevo Orden Mundial que lograron Nixon y Kissinger, con sus contrapartes China y meso orientales.
Puede usted tener su propia opinión acerca de la personalidad de Anwar Sadat, líder de Egipto. Sadat luchó por ese nuevo Orden, la estabilidad en Medio Oriente, la aceptación de Israel como un Estado regional independiente, lo que le ganó múltiples detractores y enemigos. Pero entendió su papel histórico en el nuevo proceso regional, y su impacto a escala mundial. Así también aceptó su fatal destino. A esa estrategia Kissinger la llama en su libro, “Estrategia de Trascendencia”.
El libro detalla el trato y la estrategia para que Mao Tse aceptara abrirse a un simple encuentro con EEUU, hasta el trato cercano de confianza, con Deng Xiaoping, quien sería el sucesor de Mao.
Kissinger, su equipo, fueron entrenando primero al Presidente Nixon, luego al propio Xiaoping, para que con confianza contara con el apoyo de un EEUU y sus líderes conscientes de los problemas a los que se enfrentaría China, al cambiar las políticas maoístas por las suyas de una mayor apertura a Occidente, y el interés por recibir inversiones extranjeras en los años 80, que fueron peligrosas para Deng pero exitosas.
Esta última estrategia, Kissinger la define como: Estrategia de la Paciencia.
Por supuesto son de llamar la atención personalidades como Margaret Thatcher. Pero me permito un paréntesis especial, -dado el caso mexicano que vivimos en el presente-, en la personalidad de Lee Kuantan Yew, ese visionario Primer Ministro de Singapur, entre 1959 y 1990.
Su visión, persistencia, y capacidad para reinventarse según las circunstancias del momento, le permitieron transformar a Singapur de una sociedad muy pobre, multiétnica, a una sociedad estable, próspera.
Yew es un personaje digno de ser destacado, por su verdadero liderazgo, no Líder Ambulante o Líder de los Pobres. No. Líder de una nación aspiracionista que Lee llevó a las etapas decisivas de Maestría en Reconstrucción de un Estado Próspero, con fronteras geopolíticas tensas, hostiles.
Entendió que Singapur sería un modelo a escala pequeña, pero robusto. Hoy esa nación persiste hasta nuestros días, y más aún, sigue prosperando. El señor Lee es definido por Kissinger, como Estrategia de Excelencia.
¿Qué entender para el México 2022-2035?
El libro, The Evolution of Leadeship, destaca lo que los líderes del hoy deben tomar en cuenta al llevar a buen puerto sus embarcaciones nacionales.
- Es muy importante disponer de un conocimiento profundo de la historia, tanto de nuestra Nación, como de aquellas con las que habremos de tratar. Lo anterior es importante para forjar disciplina académica, mejorar el conocimiento personal, claridad, patriotismo y confianza en uno mismo. Con la misma firmeza deben decirse las verdades crudas a los seguidores y a los opositores.
- Sin embargo Kissinger deja muy claro, que Liderazgo, con L mayúscula, es Liderazgo Ahora. No tiene que ver con Liderazgo Histórico.
- El Liderazgo si bien siempre es importante, lo es más aún en tiempos de Transición, cuando los valores y las instituciones pierden su relevancia anterior, y cuando y donde los valores futuros revelan fuertes controversias a favor o en contra.
- Henry Kissinger concluye, dada la personalidad del señor Putin y la guerra de Rusia con Ucrania, -que en efecto Putin amenaza la soberanía integral de la Unión Europea, y con ella la de todos los aliados de Occidente-. Hay que ser cuidadosos con el optimismo venidero, e inclusive se construyen escenarios para sociedades más impetuosas, que estables.
- Es en un momento como el antes descrito, cuando se requiere el surgimiento de grandes líderes, tanto en el vértice del poder, como en las bases regionales. Necesitamos encontrar a esos líderes. Que esos líderes desbanquen a los entes riesgosos para la estabilidad regional, de fortalecer las libertades y deseos de democracia liberal de cada nación.
Se requerirá toda la ayuda y apoyo para encontrar a esos líderes. Y esos líderes van a necesitar de las herramientas que describe el señor Kissinger en su libro, para alcanzar un buen Liderazgo.
Esas herramientas y muchas más, por el bien de cada país, de cada región, por el patriotismo bien entendido.
Esos líderes habrán de tener el carácter, el temperamento, la inteligencia, la preparación, la serenidad, para negociar con todos los jugadores globales, regionales, nacionales, para el bienestar de nuestros pueblos.
Estos líderes también tienen que ser audaces con inteligencia centrada en el bienestar de cada país y sus regiones respectivas.
La audacia centrada en la suerte, en la buena fortuna, es un mero chiripazo. No es audacia centrada que complementa estrategias inteligentes. La audacia incita al arrojo de lo que los líderes tienen que hacer por el bien del país. Nunca para forzar el péndulo en su favor. Esto último tiende a ser estupidez con un dejo sociopático, que además siempre olvida que la gloria es finita.
De ninguna manera para el beneficio grupal, y de acomodar por la fuerza o la traición, una estructura individual de pensamiento, en la forma de vida, de salud, de educación, de las mayorías.
Sea así que México se gane un gran líder, hombre o mujer.
México se lo ha ganado, y se lo merece.
- Para ello tenemos que deshacernos del vendedor ambulante que se autodefine como líder, y es más la suma de un conjunto de puntadas artesanales sin origen ni destino, que estructura de Líder.
- Tenemos que deshacernos de él por la vía democrática, con elecciones transparentes.
- Tenemos que transmitir a la sociedad en su conjunto una verdad inobjetable: El Vendedor Ambulante no sirve para alcanzar el bienestar y el desarrollo integral que los mexicanos necesitamos. Y me refiero a todos los mexicanos, a la nación mexicana, al pueblo mexicano.
Termino con un pensamiento personal:
Si eres Líder, ¿Por qué no lo demostraste en tu reciente visita a la Oficina Oval de la Casa Blanca?
Si eres Líder, ¿Dónde está la Movilidad e Inclusión Social, que deberías buscar para todo el pueblo mexicano, armando alianzas inteligentes con sectores productivos, incluyendo empresarios de todos los tamaños y especialidades, sindicatos, ONGs, medios de comunicación, con la sociedad civil, con las naciones naturales de interés estratégico para México? ¿Dónde está el líder que iba a cambiar a México para bien a partir de 2018?
Andrés Manuel, -señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos-, por favor como la canción de Serrat que usted debe de conocer: “Niño, deja ya de joder con la pelota”…. No queremos, no nos interesa tu propuesta ni de corto ni largo plazo. Jodes al país.
Andrés Manuel, no tienes Grandeza Estratégica. Tampoco eres Estratega de la Humildad. Mucho menos eres Equilibrado.
Menos aún vas a Trascender, vaya, para el bien de la Nación.
No tienes la Excelencia del señor Lee de Singapur. ¿Por qué te empecinas en el error?
¡Para qué tanto joder casi 20 años, con fraudes e injusticias cometidos en tu contra! Hoy ya llegaste… y vas a terminar por ser uno más de la lista de decepciones para 130 millones de mexicanos… ¡Por favor! ¡Deja ya de joder con la pelota! Que eso no se hace, que eso no se dice, que eso no se toca…
Notas:
- Fuentes: Kissinger, Henry, “Leadership, six studies in world Strategy”. Ed. Penguin Press, 2022, formato digital Kindle.
También, Adm. James Stavridis, USN (ret), ex Supreme Allied Commander NATO Forces. Su artículo en WSJ Jul 8th, 2022.
Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 40 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno…, hasta ahora.

