Los Universitarios hablan es un espacio abierto a la comunidad estudiantil, la que cursa la licenciatura en las instituciones de educación superior; inicialmente las que funcionan en la Ciudad de México. Pretende ser un
espacio en el que los universitarios opinen libre y responsablemente sobre temas de actualidad.
En esta entrega participan estudiantes de la Escuela Libre de Derecho y del Departamento de Derecho de la Universidad Autónoma Metropolitana. Dan su visión respecto de un tema específico y actual: la salida sistemática de empresas de la Bolsa Mexicana de Valores.
Elisur Arteaga Nava
Los mercados también se enferman
Por Alejandra Estrada Campos, ELD
La huida de inversionistas, la poca educación financiera y el bajo nivel de operación son algunas de las razones por las cuales 15 empresas han solicitado su desliste de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
El mercado mexicano está enfermo y la pandemia por COVID-19 lo puso en evidencia. Con un presidente que genera una preocupación incesante al defender un mayor control estatal y una economía sin estructura sólida y llena de incertidumbre, la BMV atraviesa por un periodo difícil caracterizado por la fuga de empresas.
Por qué invertir en una economía debilitada que subvalora el precio de las acciones, en donde hay baja bursatilidad, poca operación y los incentivos fiscales son cada vez menores. Tampoco es sorpresa que los inversionistas salgan corriendo del país en medio de políticas monetarias restrictivas que por un lado intentan controlar la inflación y por el otro detienen el crecimiento económico.
Hoy es claro las empresas no ven en la BMV una oportunidad de aumentar su valor, fortalecer su estructura financiera, flexibilizar sus finanzas ni adquirir reconocimiento internacional. Escenarios como estos desencadenan en efecto dominó otros más catastróficos que terminan en poca oferta laboral, sueldos bajos y mala calidad de vida. Es por esto que, no solo son abogados quienes enfatizan la necesidad de que una economía cuente con un Estado de Derecho sólido que descanse en la certeza jurídica, exigencia que además de ser jurídico-política se traduce en el crecimiento constante y desarrollo económico de cualquier país.
Los mercados también se enferman y cuando esto sucede la recuperación requiere planes a mediano y largo plazo, una práctica repudiada por nuestros gobernantes, quienes solo piensan en su sexenio y se olvidan del resto. El escenario se esclarece día con día, hay mucha inflación y escaso crecimiento, la estanflación está a la vuelta de la esquina.
Mercado en hielo fino
Por Arturo Yamil Alvarado Díaz Slim, ELD
Desde 2019, 15 empresas se han deslistado o han manifestado su intención de deslistarse de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). La salida sistemática de empresas mexicanas de la BMV es un indicador de la desconfianza a futuro, considerando que el público inversionista parece estar estancado.
En entrevista con Bloomberg Businessweek México, José Oriol Bosch, director general de la BMV, comparte que una razón para el fenómeno actual es la minusvalía del 40% en términos de la tasa cambiaria entre el Peso mexicano y el Dólar americano de 2013 a hoy. En 2013, se vivió el arranque económico del Mexican Moment con la entrada a la presidencia de Enrique Peña Nieto que trajo consigo un pico en colocaciones bursátiles. Ahora bien, a decir de Bosch, empresas que listaron en 2013, hoy en día tienen la opción de recomprar 40% más barato, opción harto atractiva, pero reconoce que las razones varían según la empresa.
Para Carlos González, director de análisis económico en Grupo Financiero Monex, una causal que quizás pese más es que el mercado no reconoce el “valor justo” de las empresas. Como ocurrió en el caso de Grupo Lala, que listó con un valor accionario de $27.50 pesos en 2013. Su desliste este año tuvo un precio por acción de $15.00 pesos.
Javier de la Madrid Prieto, director de GBM+, destacó en 2021 que sólo 2% de la población adulta mexicana invierte en bolsa. En México no hay cultura inversionista, derivado de una falta de certeza financiera hacia el futuro, lo que ocasiona que el “valor justo” de las acciones de las empresas no sea satisfecho, porque no hay quien lo pague.
Aunado a esto, señala Bosch que la relación entre la BMV y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), las dos bolsas mexicanas, ha decaído en competencia, cuando su intención original a la concesión otorgada a BIVA en 2018, era de cooperación como ocurre en otros países. Si ambas bolsas compiten entre sí, será difícil que prioricen las condiciones de las empresas listadas con ellas y mucho menos que atraigan nuevas empresas.
Sálvese quien pueda
Por Paulina Zenteno Morfín, ELD
Es simple: a mayor seguridad jurídica, mayor inversión, a menor seguridad jurídica, menor inversión. El bolsillo es lo primordial; lo que busca el empresario son las mejores condiciones para asegurar el rendimiento futuro de sus recursos.
Si nuestro sistema jurídico carece de algo, es de certeza jurídica. Es evidente que en el presente sexenio el gobierno mexicano no ha dejado de mofarse e imponer su voluntad frente al estado de derecho, incluso llegando a enfrentar cara a cara la Constitución. Al principio, los ciudadanos, conscientes de las implicaciones que ello conllevaba, nos horrorizábamos; hoy, a dos años de que termine el periodo presidencial, lo preocupante es que el actuar gubernamental nos parece algo común, ya que estamos acostumbrados a decisiones ridículas e inconscientes, impensables en un “estado de derecho”. El problema es que la impactante imposición de la voluntad gubernamental por encima de nuestro ordenamiento jurídico está afectando irremediablemente nuestra economía por prescindir de seguridad jurídica (1), necesaria para la existencia de un libre mercado.
Internacionalmente se reconoce la existencia de 193 países, por lo que existen 192 opciones más para invertir; por ello no hay razón alguna para que los inversores de potencias extranjeras se interesen o conserven su interés en llevar o mantener sus recursos en nuestro país, lo que se ha reflejado en la salida repentina de un gran número de emisoras, cuyos valores están inscritos en la Bolsa Mexicana de Valores. Ante las expectativas de una economía decadente por falta de seguridad jurídica, tal parece ser que la huella que está dejando el presente gobierno repercutirá a nuestro país en el bolsillo perdurablemente.
Nota:
- Conforme a nuestro Máximo Tribunal, la seguridad jurídica parte de un principio de certeza en cuanto a la aplicación de disposiciones constitucionales y legales que, a un tiempo, definen la forma en que las autoridades del Estado han de actuar y que la aplicación del orden jurídico a los gobernados será eficaz.
Una respuesta a la salida de empresas del Mercado Bursátil Mexicano
Por Landaverde Juárez Juan Carlos, UAM
La huida de empresas cotizadoras dentro de la Bolsa Mexicana de Valores genera preocupación en sectores económicos de la sociedad mexicana, ya que los títulos-valor comercializados dentro de dicho mercado podrían salir del país para instalarse en otros centros bursátiles del orbe. ¿A qué se debe este fenómeno?
La CEPAL ha pronosticado un crecimiento económico del 2.7 por ciento en América Latina causado por varios factores, entre ellos: la aceleración inflacionaria; decrecimiento del comercio; bajo dinamismo de la creación de empleos; caída de la inversión, y aumento de la demanda de servicios públicos. Todo ello ha dado como resultado un escenario estanflacionario en la región sudamericana particularmente, y en el mundo de forma general. Sin embargo, la región del sur de América sufrirá más este fenómeno mundial.
Esto obliga a los empresarios a buscar mejores condiciones financieras y fiscales para sus inversiones y bolsillos. Recordemos que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha dado golpes al sector empresarial rehusándose a condonarles impuestos.
Las políticas públicas ejecutadas por AMLO causan incertidumbre entre la clase empresarial. Entre promesas e inversiones, el Ejecutivo se centra únicamente en sus proyectos: Tren Maya, Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles. Los empresarios buscan mejores condiciones e incertidumbre para sus capitales, por ello se van.

