No se necesita ser adivino para saber que la marcha del domingo canceló la posibilidad de que el PRI acompañe a Morena en una reforma constitucional en materia electoral. La marcha sacó del marasmo a los partidos políticos y avivó el debate. En la Cámara de Diputados, la Coalición Va por México revivió. Nuevamente el PAN, el PRI y el PRD están juntos. El costo de una eventual alianza de priístas y morenistas sería muy alto para los primeros.

El Presidente quiere que su reforma se vote, aunque es seguro que no obtendrá la mayoría calificada. Lo que quiere son definiciones sean a favor o en contra. Ahí no acaba la historia. Morena y aliados, PT y PVEM, aprobarán reformas a seis leyes en materia electoral: la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales; la del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral;  la General de Partidos Políticos; la Orgánica del Poder Judicial de la Federación; la General de Comunicación Social y la de Responsabilidades Administrativas. Una vez publicadas, la oposición interpondrá ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación sendas acciones de inconstitucionalidad y amparos.

A partir del próximo año, durante 2023, el Instituto Nacional Electoral (INE) renovará cuatro integrantes del Consejo General, entre los personajes que dejarán sus funciones están Ciro Murayama y Lorenzo Córdova. ¿Quién sustituirá  a Lorenzo en la Presidencia del INE? ¿Quiénes será los nuevos consejeros? Como todo en estos días, hay más preguntas que respuestas. Se sabe que dos serán mujeres y dos hombres.

Probablemente será la primera ocasión en que los nuevos integrantes del INE sean sorteados ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo. Me explicó: en las próximas semana se integrará el Comité Técnico de Evaluación y se emitirá la convocatoria. Se registrarán cientos, quizá miles de aspirantes. Habrá finalistas, pero ninguno alcanzará los dos tercios. Se llegará a la tómbola.

Si esto ocurre se romperá la larga tradición del acuerdo político. En el contexto de la marcha del domingo, mi amigo Carlos Navarrete subió a sus redes sociales una nota de Rosa Icela Rodríguez de 1996, en la que se dio cuenta que la presidencia de Woldenberg en el INE fue resultado de una negociación entre Ernesto Zedillo y AMLO. Recuerdo que en esa ocasión, el entonces presidente nacional del PRD, pidió permiso a su comité ejecutivo nacional autorización para realizar esa negociación.

La integración del Consejo General es una negociación política de partidos y personajes. Después de Woldenberg, Elba Esther Gordillo impuso a Luis Carlos Ugalde. El poder de la Profesora fue inmenso dentro del Instituto. Leonardo Valdés fue electo presidente del IFE por medio de un acuerdo de partidos. Lorenzo Córdova tuvo que entrevistarse y conseguir  el visto bueno de Enrique Peña Nieto. Con el INE de Woldenberg hubo voluntad política, con el resto un simple y burdo reparto de espacios.

Ahora probablemente será la suerte quién defina al sustituto de Lorenzo Córdova. Eso pienso yo, ¿usted que opina? La política es de bronce.

@onelortiz