La marcha del domingo en la Ciudad de México y otras más de 50 ciudades de la República Mexicana es una exigencia nacional. Es un mensaje muy claro donde un gran porcentaje de la ciudadanía salió a las calles a defender una institución autónoma y darle su voto de confianza. Este hecho para Andrés no significa absolutamente nada y minimiza a quienes libremente manifestamos nuestro aval hacía el INE; claro que no sorprende en lo absoluto que denueste cualquier acción que no sea su voluntad o su cuarta transformación, es lo que lleva haciendo durante 3 años: gobernar para los que simpatizan con el y no para las y los mexicanos como debe ser el actuar y comportar del representante del Poder Ejecutivo.

Ver esta forma de participación ciudadana es un éxito; debido a que no sucedieron agresiones, negocios dañados, pintas, no se trasladó a nadie en camiones como acarreados, no se dieron tortas y refrescos, entre otras… por todo lo contrario, se vio gente que no suele marchar, con pancartas, gritando frases de apoyo e inclusive, cantando el himno nacional con toda sensación de pertenencia y patriotismo.

Es la primera vez que en México sale la ciudadanía a defender una institución. Bajo el lema de que al “INE no se toca”, la multitud demandaba la permanencia del mismo, porque ha probado una y otra vez que funciona para organizar elecciones transparentes donde el ganador es aquel que recibe más votos. No olvidemos, que el día de los comicios, los ciudadanos se convierten en las autoridades encargadas de las casillas, le dan a sus vecinos la boleta con la cuál emitirán su voto y les indican en que urna colocarlo, cuentan los mismos al termino y reportan los resultados.

“Si alguna institución nos ha dado servicio constante y estable desde que se fundo, es el IFE y ahora el INE”.

Es lamentable ver como Martí Batres, un servidor público, utiliza su posición para mentir con la cifra de los asistentes a la marcha en la CDMX. En un tweet, sentado en las oficinas gubernamentales, con las cámaras del C5, a ojo de buen cubero, publica  una cifra irrisoria. No es lo mismo, que un militante de Morena haga su “política” a que el Secretario de Gobierno de la CDMX mienta públicamente. Esos son los funcionarios de la 4T que simplemente son 90% honestos pero hacia el inquilino de Palacio Nacional y no con la ciudadanía.

No debemos permitir el abuso de poder de las autoridades, que polaricen y mientan. Debemos seguir participando en cada decisión que se tome ya sea de forma local o a nivel nacional como lo fue la marcha del domingo pasado. Exijamos a nuestros representantes y no volvamos a cruzarnos de brazos o perder el interés en las decisiones que atañen a nuestro país.