La marcha organizada por Andrés el domingo pasado evidencia que la cuarta transformación no se privará de nada para las elecciones del 2024. Nuevamente la ley quedo por debajo de sus intereses; la coerción de los beneficiados por algún programa social, el acarreo y el uso de los recursos del Estado es lo que se espera que hagan en cada elección con tal de mantener el poder. No me queda ninguna duda de que en la misma marcha hubo quienes fueron por su propio gusto, pero el verdadero mensaje es como por órdenes del gobierno pueden lograr una movilización. Dejar en claro que las próximas elecciones: tanto la del Estado de México y Coahuila como la presidencial del 2024 están decididas. Demostrar con esa marcha que son invencibles, que no hay oposición que les pueda ganar y que los dados están cargados a su favor.
¿Quién pagó los cerca de dos mil camiones, las tortas y los frutsi? Esto sin contemplar el dinero que le dieron a cada persona que asistió y que está documentado en múltiples videos y testigos que acudieron de forma obligada. Esa es justa la pregunta porque en México se vale violar la ley porque es un delito utilizar los recursos del Estado. Y seguramente no pasará nada, ni se averiguará con que dinero se pagó y quién lo hizo. No es que nos alarmemos y que en política dejemos que todo se valga, simplemente no esta bien que un gobierno utilice dinero de nosotros los mexicanos para cumplir con sus caprichos, ni que utilice camiones del Metrobus porque los mismos no se pueden ¡rentar! son activos de la CDMX.
“Estas acciones son las que han logrado el rechazo de la sociedad hacía el gobierno y sus malas prácticas”.
Nadie cuestionaba la capacidad del inquilino de Palacio Nacional para movilizar gente, lo que se le cuestiona es su capacidad para gobernar. Esta semana empezó con los mismos problemas que en su discurso para culminar la marcha quiso minimizar; la corrupción continúa y lo salpica como el “Rey del Cash” junto a sus allegados, sigue la violencia desbordada, la desigualdad y pobreza van en aumento, el AIFA no cumple con la demanda que tiene saturado al AICM y el sistema de salud y las medicinas brillan por su ausencia.
Los logros y resultados de un presidente no se pueden comprar, ni existen dádivas que hagan olvidar lo que se vive a diario y mucho menos se puede seguir entusiasmando a quienes no se les cumplió.
Por otro lado, vimos a las tres corcholatas intentar ser protagónicos, aunque sin lograr nada, a los gobernadores compitiendo por ver quien llenaba más camiones de acarreados y mantenían su contingente, a Francisco Cervantes presidente del CCE aplaudiendo lo que repudian los empresarios, a militares vestidos de civil, en fin… la maquinaría que Andrés utilizará para mantener el poder.