Los Universitarios hablan es un espacio abierto a la comunidad estudiantil, la que cursa la licenciatura en las instituciones de educación superior; inicialmente las que funcionan en la Ciudad de México. Pretende ser un

espacio en el que los universitarios opinen libre y responsablemente sobre temas de actualidad.

En esta entrega participan estudiantes de la Escuela Libre de Derecho, UAM Azcapotzalco y ENAH, dan su visión respecto de un tema específico y actual: el recorte presupuestal al sector cultural.

Elisur Arteaga Nava

 

Precarización del alma

Por Mirna Molina Alonso, ELD

 

La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) es una asociación civil que ha existido por 76 años y está conformada por personas de diversas disciplinas del arte que han contribuido a la promoción, preservación y representación del cine mexicano, principalmente, en diversos aspectos ya que se considera que esta Academia tiene un liderazgo importante en el ámbito de la cinematografía iberoamericana.

El pasado 28 de noviembre emitió un comunicado sobre la situación económica a la que se enfrentan, a pesar de que siempre han tenido aportaciones como los donativos privados o las cuotas de sus miembros asociados, el apoyo financiero que reciben por parte del Estado es considerablemente importante para que puedan llevar a cabo todas las actividades, es por eso por lo que la drástica disminución de apoyos públicos ha afectado a la Academia y otras organizaciones culturales para realizarlas.

La decisión del recorte a actividades culturales no es algo nuevo, lamentablemente este sexenio ha tenido como guía presupuestaria otro tipo de proyectos del interés especial del presidente, dejando así de lado áreas que difunden, investigan y preservan la cultura mexicana en una de sus muchas expresiones.

La Secretaria de Cultura a través de su titular Alejandra Frausto afirmó que en realidad el apoyo al cine mexicano es mayor al de los sexenios pasados, sin embargo, diversos análisis del presupuesto que ha ejercido la dependencia durante el periodo 2017-2022 arrojó que la disminución en términos reales ha sido de un 50% por lo que su aclamada austeridad republicana está arrasando desde el origen a la cultura, propiciando así que la defensa de esta para muchas y muchos de sus participantes sea cada vez más difícil.

También la funcionaria hizo hincapié en que están tan comprometidos con la difusión del cine que están en planes de poner en funcionamiento dos nuevas sedes de la Cineteca Nacional, sin embargo, otro tema es la centralización del arte en Ciudad de México ¿para qué hacerlo en Ciudad de México? Si hay otras entidades federativas en las que estos centros recreativos pueden ser altamente valorados y la difusión de la cultura podría extenderse.

Si hay algo por lo que México se caracteriza es por nuestra cultura y la perseverancia que se tiene cuando de causas justas se tratan, no podemos permitir la precarización de un sector tan importante; muchas personas afirman que el arte es reflejo del alma, no podemos permitirnos perder más humanidad en estos tiempos.

@MirnaMolinaAlo1

 

¿Con qué nos quedamos?

Arturo Yamil Alvarado Díaz Slim

 

Austeridad – La bandera del gobierno actual. Evitar el desfalco multimillonario de las administraciones anteriores ha sido la propuesta y la finalidad del gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación, liderada, por supuesto, por Andrés Manuel López Obrador. Desde 2018, anunciaba ya los recortes presupuestales que llevaría a cabo en su sexenio, arguyendo que el dinero en realidad se robaba. Dentro de los sectores afectados estaría el de cultura, cuyo presupuesto se recortaba en 25% desde el primer año del gobierno de la 4T. Hoy, quien sufre dentro de ese sector, es la industria cinematográfica. Aquella industria mexicana que en el siglo 20 nos colocaba como competidores globales, siendo el foco de atención para el entretenimiento en América Latina y el resto del mundo de habla hispana.

En las últimas semanas, se ha tenido incertidumbre sobre el futuro de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (“AMACC”) debido a que les faltan alrededor de 10 millones de pesos en su presupuesto, pues ya no cuentan con el apoyo del gobierno mexicano. Emitieron un comunicado por escrito y, además, una serie de publicaciones en las que explican su situación, exhortando a la ciudadanía a poner su granito de arena para salvar a la AMACC y con ella, al cine mexicano. Señalan sus integrantes y directivos, que incluso está en juego la entrega de los Premios Ariel, probablemente el evento más importante organizado por la Academia; por lo que incluso Guillermo del Toro se ofreció a cubrir el costo de las estatuillas para que sí se lleve a cabo la premiación.

La Secretaría de Cultura, comenzaba apenas a operar en 2015 y no cumplieron los 2 años antes de que les cortaran las alas. Se reporta que entre 2017 y 2022, el presupuesto de la Secretaría ha disminuido en un 50% y, por su lado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (“INAH”) opera con un déficit presupuestal de más de 601 millones de pesos. Esto, según relatan sus trabajadores, ha ocasionado que incluso tengan que poner de sus propios bolsillos para no atrasar o cancelar proyectos que ya están programados.

Austeridad por el bien de la austeridad, sin un mecanismo funcional, termina por castigar financieramente a los inocentes. Si bien los recortes se justifican donde los fondos terminan en los bolsillos de unos cuantos, es difícil entender por qué las actividades culturales, que son en pro del pueblo, son las que sufren.

@arturoyamilads

 

El patrimonio arqueológico se desmorona la ENAH peligra

 Juan Carlos Landaverde Juárez, UAM y ENAH

 

Desde la creación de la Secretaría de Cultura aquellos servicios brindados por los distintos órganos en materia cultural fueron centralizados, lo que generó mayor control en los ingresos destinados a la preservación y difusión de nuestro patrimonio en México.

El nacimiento de la Escuela Nacional de Antropología e Historia en 1938 dentro del Instituto Politécnico Nacional tiene como objetivo mantener un diálogo directo entre el Estado y nuestros pueblos originarios. Con la misión de preservar, conservar, resguardar y difundir el patrimonio tangible e intangible de dichas comunidades la ENAH se muestra imposibilitada para realizar sus tareas sustantivas.

Por los duros recortes presupuestales a educación y cultura: la ENAH, el INAH junto a las 193 zonas arqueológicas registradas en nuestro país, nuestro patrimonio histórico corre peligro al no contar con organismos sólidos para protegerlo, resguardarlo y difundirlo.

En el contexto de su creación el entonces titular del Ejecutivo Federal, General Lázaro Cárdenas del Río, afirmó la importancia de estudiar nuestro patrimonio material e inmaterial desarrollado por todos los miembros de nuestras comunidades mal llamadas indígenas descritas y protegidas dentro del artículo 2º de nuestra norma fundamental.

La cultura, que no se conserva ni se protege, está en un alarmante escenario y la ENAH como centro formativo en la materia no es la excepción. ¿A caso sirven de algo los hallazgos del Tren Maya que han puesto al descubierto grandes complejos arqueológicos si a la ENAH y al INAH se les recorta el presupuesto? Y si tanto se difunden los descubrimientos arqueológicos en la ruta del Tren Maya ¿quiénes van a ejecutar las distintas etapas de investigación arqueológica como es la prospección, excavación y análisis de laboratorio si nuestra ENAH no cuenta con los materiales indispensables para un mejor desempeño? ¿A caso serán los extranjeros quienes se apropiarán del patrimonio cultural tangible e intangible?

Como estudiante de la UAM y como alumno de Arqueología en la ENAH, se nos ha negado el acceso a las becas con las manos en la cintura, independientemente que sigamos al pie de la letra los requisitos establecidos en las convocatorias respectivas. Las autoridades académicas de la ENAH violan la Constitución al no asumir el mandato supremo para diseñar programas de becas a miembros de las comunidades indígenas como lo ordena el artículo 3º Constitucional.

¿En verdad “por el bien todos primero los pobres”? ¿Primero qué… desprotegerlos?

Facebook: Carlos Landaverde