Durante años, antes de que Claudia Sheinbaum llegara a ser jefa de Gobierno de la CDMX, se ha insistido en un déficit de mantenimiento del Metro de Ciudad de México. Ya se había advertido que ocurrirían accidentes, se anticipo de la mala construcción de la línea 12 cuando Marcelo Ebrard estuvo al frente del mismo cargo y las advertencias se volvieron una realidad y peor aún, son cotidianos desde incidentes menores hasta los que han generado muertes y heridos.

Ante estos hechos, la corcholata favorita de Andrés optó por pronunciarse en que estos son incidentes provocados, es decir, un sabotaje en el metro. Posteriormente, anunció que el Gobierno desplegaría 6 mil 60 elementos de la Guardia Nacional para vigilar el Metro de la Ciudad de México.

 

¡Una tarea civil más para los militares!

Si de por si los militares ya hacen de todo y donde poco de lo que hacen tiene que ver con su función constitucional y capacidad, ahora tienen el deber de evitar el nuevo “complot” que la corcholata Claudia afirma, para evitar acusaciones de una mala administración y una negligencia en el mantenimiento del transporte principal de la capital. Al inicio de su gobierno afirmó que no habría un despliegue militar en la CDMX, pero con tanto escándalo en su gestión, ahora pinta la Ciudad de verde olivo para no perder en su aspiración presidencial. Eso se llama: anteponer su proyecto e interes personal por encima de los ciudadanos.

 

Una vez más; otro gobernante toma una decisión fácil, que ayude a evadir responsabilidades y los haga parecer que trabajan. Los militares tienen demasiadas responsabilidades y atribuciones en este gobierno de ¡cuarta! transformación y nada indica que involucrar más militares arregle los problemas o mejoren las circunstancias que se han causado por malos manejos, falta de transparencia, interés y corrupción. Simplemente se anuncia que la decisión es para que las y los ciudadanos se sientan más seguros.

Los hechos son los accidentes ocurridos en el Metro de la Ciudad de México, la falta de mantenimiento sostenida durante todo este gobierno capitalino en donde no solo han bajado en términos reales el presupuesto sino que no han ejercido el mismo en el mantenimiento, la narrativa pueden ser un supuesto sabotaje o lo que quieran utilizar para desviar la atención de lo ocurrido pero para eso deben demostrarlo o dar con los responsables, no sacar una lata vacía de cerveza entre seis elementos y llevarla al servicio de análisis para determinar que esa peligrosísima lata solo contenía residuos de cerveza. Son una vergüenza.