¡Rabia!

Tengo mucha rabia. Rabia por los números de feminicidios.

Rabia por los muertos por violencia en los triunfantes 4 años, hasta el momento, de este tal López: De acuerdo con la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, -desde el nombre la rabia- 28 asesinados diario durante el gobierno del presidente Fox, para el mismo periodo; esos muertos se fueron a 55 diarios en los 4 años del presidente Calderón; 71 diarios con el presidente Peña Nieto; para llegar con este presidente del gobierno de la esperanza, de la 4T a 95 diarios. 148,979 vidas tiradas a la basura por la política fallida de este señor, desde su inicio de gobierno transformador, hasta el pasado 17 de mazo.

Rabia, porque en lugar de hacerle frente a este problema, el señor festejó el aniversario de la expropiación petrolera, pero para él, para sí mismo. López no es nadie si no lo consienten, si no le aplauden, como el pasado sábado 18 las manadas de acarreados a la Plaza de la Constitución, en camiones, de todos los centros morenistas del país.

Rabia por el pavoneo del secretario de hacienda en la convención bancaria. La economía va bien, según él.

¿De verdad, señor secretario? Pregunte en las casas y en los presupuestos de millones de familias, a ver qué opinan de lo que tenían antes, y el poder adquisitivo del hoy. La inflación sí golpea los bolsillos de los consumidores; de los consumidores de chile y tortilla, de los del mercado, de los que tenían ya comprado un crédito hipotecario con la IP, con el FOVISSTE en UDIS. Están felices, porque nunca terminan de pagar, siempre sus pagos se achican y sus créditos se agrandan, debido a las UDIS. Si. En FOVISSTE. No ven el horizonte en el que terminarán de pagar.

Rabia por las estupideces de AMLO este 18 de marzo, juego electoral, mientras que la nación vive un dilema entre unos y otros. Y usted, blindado señor presidente, feliz, feliz, feliz. Parapetado, aislado, cada vez más en su palacio imperial, que se le olvida, señor presidente, que es Palacio Nacional, al que antes teníamos acceso los mexicanos, inclusive para visitar y admirar una y otras veces más los extraordinarios murales de Diego Rivera.

A mí me importa un bledo que usted lo haya convertido en su residencia oficial. Aun así, es palacio nacional para todos, todos los mexicanos.

 

¡Más Rabia!

En este miserable puente, en sobremesa, decanté un no muy mexicano, sino más bien riojano tinto, reserva, mucho más barato que un gran tinto de Baja California.

Lo compartí con uno de mis hijos y un par de amigos suyos. Rabia me dio el monólogo de uno de ellos: “Tengo coraje, señor. Me siento impotente”.

“Con mi esposa contratamos un crédito del FOVISSTE para un departamento tipo vecindad. Vecindad de las clásicas, bonita. De las de las imágenes del auténtico cine de oro.

Y prosiguió el joven: < Nos contrataron el crédito en UDIS. No entiendo qué mente perversa ingenió eso de las UDIS>. Total, que le expliqué por qué se idearon las UDIS, que ahora son unidad de valor del gobierno, hasta para ciertas multas y servicios.

El joven me replicó: Pues sí, don Efrén, pero mientras más pagamos por alguna razón nunca terminamos de pagar el crédito. Y eso que es del gobierno. Me vale madres por què se inventaron las UDIS, señor, me vale madres este gobierno. Esto de los créditos es un robo.

Se me ocurrió,- me increpó el joven bebedor hipotecario, que no hipócrita-, preguntar por una sustitución. Contratar un crédito personal bancario, para liquidar a FOVISSTE, y terminar con la pesadilla. Resultaba que era una pesadilla peor aún.

El joven al final de cuentas le dijo a su esposa que convenía más fregarse con el crédito original, meterle más al principal, para liquidar más rápido esa pesadilla…

Por último, me dijo el joven: Yo porque comencé el crédito antes de que iniciara este gobierno; porque ganamos sueldo mi esposa y yo; no tenemos hijos. Solos, con perro y gato.

No nos alcanza para nada. Cualquier lujo adicional, -hasta comprar tres libros en Amazon-, son mucho dinero; ya no se diga comprar un buen jamón o queso. De verdad, no se vale.

Somos de los afortunados. En la empresa donde laboro, mis colegas no tienen casa, apenas les alcanza para rentar, no tienen automóvil, nosotros tampoco.

O sea, -dice el joven amigo-, ¿En qué clase de país vinimos a nacer?

 

Mientras, Festejamos el Fracaso

Mientras tanto el país hundido en el fracaso de la 4T. Festejando el fracaso con hordas falsas de aventurados en la Plaza de la Constitución; festejando que, “En México el petróleo si es de la Nación, que ahora si el INE será demócrata y sin gastos en lujos. Menudo conjunto de mentiras frente a un grupo de ciegos del pueblo, o hipócritas privilegiados, de esos que alcanzaron silla y veranda en el evento.

Se grita que en México ni se produce, ni se consume fentanilo; que no permitimos la injerencia en nuestra política, mientras somos injerencistas en Perú, y también en EEUU, negociamos con Cuba y Venezuela hasta la importación de médicos, y llegadas extrañas de aviones venezolanos, compramos vacunas Abdala a Cuba, ante el evidente fracaso de la vacuna Patria mexicana contra el coronavirus; fracaso aquí, acullá, fracaso en las obras faraónicas.

El Fracaso rotundo, que nos adentra en una caída estrepitosa del poder adquisitivo de los individuos aquí en México, compensada de manera artificial por los subsidios directos, -esas mordidas de López, para que viejos, jóvenes, algunas mujeres, voten por una esperanzan etérea-.

 

Lo que me preocupa

  1. La inflación subyacente persistente y retardada. Es decir que hoy resentimos la subyacente que se generó hace 15 días o un mes. Varía. Además, los consumidores nos vemos afectados por los precios de la canasta básica, por supuesto, pero en conjunto a su vez todos sufrimos por la canasta industrial.
  2. Los procesos de producción de bienes y servicios, la transformación de básicos que consumimos. Cada espinaca, lechuga, jitomate de su preferencia empaquetados, enviados desde Guanajuato, Sinaloa, en fin, desde diferentes partes del país, sufren procesos industriales de trasformación, -ahora tecnológicos-, alimentos especializados para generar la calidad por usted demandada.
  3. El transporte, -por ejemplo, la cadena de frío o refrigeración del producto-, todo agrega costos a los productos de la canasta. De ahí que hay productos en el supermercado o mercado, que han sufrido incrementos del 30%, 50% o más. Son de especialización, de importación, o se venden aquí, pero cotizados en pesos-dólares.
  4. La crisis internacional bancaria, aún si se afirma lo contrario, impacta a los mercados financieros globales y repercute en México. ¿Cómo? A través por ejemplo del costo de bonos, que a su vez impacta el costo de la deuda del sector público, y el de las empresas que contratan créditos de plazo empresariales, o personales. Esto a su vez golpea la inflación, y la pérdida de maniobrabilidad financiera del gobierno federal, que de por si tiende a ser nula. ¿Cómo resuelve este problema la secretaria de hacienda? Fácil: Contratando más deuda. ¡Muy peligrosa esa decisión, pero es la única! La crisis financiera bancaria contagia de mercado en mercado. Por supuesto que va a llegar a México.
  5. La propuesta más inteligente para un servidor es la que avala Francisco, -Paco- Gil Díaz, de que los bancos solo puedan invertir en bonos de gobierno, líquidos, de corto plazo, y que el ahorrador se vincule directamente con las empresas. Puede ser la única solución a la fragilidad de la banca. Conviene ir pensando cómo hacer la transición. Para eso existe la Bolsa de Valores.
  6. Cambio de tema. La crisis del maíz transgénico, que dudo mucho que se resuelva en las mesas de negociación. Si nos vamos a paneles de arbitraje, doña Raquel Buenrostro estará metida en un garete, pues de hecho a los paneles de compensaciones o impuestos compensatorios, estamos a un paso. Pensar en un impuesto compensatorio a los miles de millones de dólares de maíz transgénico que importamos de EEUU, y otras latitudes que harán lo propio, solo hay un corto plazo.
  7. El asunto del Fentanilo se va a complicar. Con la información del Guacamaya Leaks que EEUU sí toma muy en serio, la ruta de la droga involucra mafias rusas y rumanas, a una decena de gobiernos, a cárteles de las drogas mexicanos, a guerrillas colombianas, a funcionarios del gobierno de AMLO, a un exgobernador de QR, y a un agente venezolano con ciudadanía mexicana, más la operación tricontinental de lavado de dinero y drogas. Esto es un escándalo parte de los Guacamaya Leaks, y que una quinteta por lo menos de agencias de investigación de Seguridad Nacional de los EEUU ya lo investigan para ver cómo hacerle frente.

Lo anterior lo reveló en su artículo del 15 de marzo, Raymundo Rivapalacio, tanto en El Financiero como en Eje Central.

En este Continente los cuates que armaron el negocio están en Puerto Rico, en México, y en Venezuela. Muy seguramente con escala en Cuba.

¿Quiénes serán esos cuates? ¡Al buen entendedor, pocas palabras!

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 40 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno… hasta ahora.