Tragicomedia en un acto
Ciudad de México, abril de 2023.
Esta es una obra de ficción, cualquier parecido que pudiera tener con alguna persona, viva o muerta, con alguna institución pública o privada, situación pasada o presente, es pura coincidencia.
El autor.
Qué son la política y el poder
Gringuito, antes de que ingreses a la cárcel, dinos ¿qué son para ti la política y el poder? Me interesa oír tu opinión.
GRINGO: Vivir en Atlanta, hablar inglés, llevar el cabello corto y ejercer la autoridad de manera virtual. Algo más: seguir los consejos de mi gurú, el paisano de la Flaquita: Giorch Castañuelas. Para alcanzar el poder, sin escrúpulos y sin economizar golpes bajos, tomar posesión del partido de la gente decente, deponer a los líderes ancestrales, encabezar la bancada en la Cámara de Diputados, poner en posiciones claves a mis incondicionales, desplazar a los posibles adversarios y, al mismo tiempo, autonombrarme como candidato presidencial.
No he tenido oportunidad de ejercer el poder directamente, llegado el momento, sabrán quien es el Gringo. Se arrepentirán de haber nacido.
FALSARIO: Bájale Gringuito. Son palabras que se lleva el viento. Etee, te recuerdo que prometiste visitar todos los municipios de la República y no cumpliste.
FLACA: Es cierto Falsarito. No me acordaba de ese detalle. Te quiso copiar a ti. En todo te imita. No es nada original.
GRINGO: Sí cumplí mi promesa. Todos los días, por Google maps, recorro uno a uno los municipios del país. Veo a sus habitantes, sus calles y plazas. Conozco sus problemas. Para ambientar mis visitas, frecuentemente pongo mi casa de campaña en el jardín de mi casa allá en Atlanta; eso me permite sentir que estoy viviendo junto a Demos.
FLACA: Jefecito, estoy tomando nota de lo que dice este orate. Ya lo puse en la lista negra. ¿A quién más me chingo? No es necesario que me digas su nombre; sólo señálamelo con tu dedito. Qué bueno que tú no hablas inglés. Se siente bien feo.
RICHARD HEART DE CAMALEÓN: Si es así, con tal de que no saques mi expediente, yo le entro al pejelagarto; y también a los tamales de chipilín. No me corro el riesgo de que el alemán, por ordenes del jefe, me meta a la cárcel.
FALSARIO: No le muevas Richard. Te tengo en jabón. Tons, ni se te ocurra independizarte o irte a otra banda. La Locutora te tiene guardados muchos juguetitos. Ete no te la vas a acabar. Mejor bájale, cállate y trágate este tamal de pejelagarto.
Los he invitado a esta borrachera, este, perdón a este banquetazo que patrocina Demos, (hablando en secreto) nuestro amo, ja, ja, ja, con el fin de festejar el “acarreo”, perdón otra vez, las magnas concentraciones que tuvieron lugar tons, el 27 de noviembre y 18 de marzo. Mientras le entramos a la comida tabasqueña, les propongo un tema a discutir: la política como medio para alcanzar el poder y lograr el sometimiento de Demos: qué es el poder, ete, cómo se alcanza, la manera de conservarlo y por qué razones se pierde o comparte.
Habla tú, mi querido Barbón, quiero oír tu opinión. Mereces mi respeto y mi atención; tu pedigrí te da derecho a ilustrarnos y conducirnos.
BARBÓN: El mejor gobierno es el monárquico. El poder, según Santo Tomás de Aquino “… rey es aquel que dirige toda la muchedumbre de una provincia o ciudad al bien común”. Esa idea es complementada por las encíclicas Rerum novarum, Cuadragesimo anno y los documentos del Concilio Vaticano II. La autoridad civil depositada en el rey debe estar sujeta al papa, a sus cardenales y obispos. Ellos representan a Dios en la Tierra y son la verdad absoluta. Mueran los protestantes, los islámicos, los homosexuales, el estado laico, los que no van a misa a diario y los que no fuman puro. Qué viva Cristo Rey … .
FALSARIO: Ete estoy de acuerdo contigo mi querido Barbón. Próximamente presentaré una iniciativa de reformas a la Constitución para que se disponga que México es una monarquía, absoluta, hereditaria y sin división de poderes. Tons a mí no me vengan que la ley es la ley. Yo debo ser quien dicte e interprete las leyes, los tratados y reglamentos; quien resuelva las cuestiones de constitucionalidad y del derecho de gentes. Barboncito, mira soy católico, cargo como amuleto una imagen de San Judas Iscariote. Ahora tú, mi querida Flaca, danos tu opinión de lo que consideras es el poder.
FLACA: El poder es lo que tú digas, mi querido jefecito. Tú debes ser su titular perpetuo y absoluto. ¿Te sirva otro tamalito?
FALSARIO: Mi querida Flaca, tú siempre tan auténtica, independiente, segura, ete, original y profunda. Por eso te voy a entregar la silla en la que me siento. Recuerda: vas a hacer lo que yo te diga.
FLACA: Trataré de adivinar tus pensamientos. No te quedaré mal. Voy a cuidar muy bien la silla para que cuando regreses la encuentres intacta. Te prometo hacer una reforma para que tu regreso sea posible y pronto. Ya te lo he prometido y jurado, ahora te lo reitero. (Hablando en secreto) Cuídate del Carnal y del Naricitas, no me gusta nada como te ven; siento que te están zopiloteando. ¿Ya tomaste tu pastillita? (Le acerca un vaso con agua).
FALSARIO (Tomando sus pastillas): Tons no me pasa desapercibido ese detalle. Tengo un marcaje personal sobre ellos. Del Naricitas no desconfío. Me es más fiel que mi perro. Etee, desconfío más del Carnal. Sabe leer y escribir; también habla inglés y francés.
FLACA: Yo desconfío de todos los Adanes. Recuerda, el primero, por no hacerle caso a Eva, su mujer, se tragó una manzana completa y no la invitó. De cualquier manera, no pierdas de vista a tu paisano, aunque creas que es más fiel que tu perro, eso mismo dijo Calles refiriéndose a Lázaro Cárdenas. Recuerda cómo le fue.
FALSARIO: Flaca, tomo en cuenta tu observación. Richard Heart de Camaleón, dinos ¿qué es para ti el poder?
RICHARD: Ejem, ejem.
BARBÓN: Me dejaron con la palabra en la boca. Dejen que termine de decir lo que para mí es el poder.
FALSARIO: Perdóname mi querido Barbón. Habla de tu ronco pecho. Escupe tu veneno clerical.
BARBÓN: Poder también es la posibilidad de seguir ejerciendo una profesión liberal en forma paralela a la de legislador y de esa manera ganar los asuntos que me son confiados. Que no exista impedimento para ser legislador y litigante. El Poder se debe ejercer para prohibir el matrimonio civil, las bodas de personas del mismo sexo, el divorcio, las uniones libres, la educación laica y el aborto. Que se condene a prisión perpetua a las y a los que abortan o, cuando menos, a ser horcadas u horcados. He dicho, Tartufo irredento, carne que se asará en fuego eterno. Amén. Alabado sea el Señor. Dios te guarde María, …
FALSARIO: No manches… tu expediente, mi querido Barbón. Tons te pasas. Bájale. Ahora sí Richard, habla, pero con medida. Piensa bien lo que vas a decir. No me tiene muy contento.
RICHARD: Ya me amarán cuando quieran, al cabo ni me urge tanto.
FLACA: Jefecito: dile que no se haga el chistosito.
FALSARIO: No le sigas buscando tres pies al gato. Concéntrate.
RICHARD: A mis alumnos de la Facultad de Derecho les digo, siguiendo a Max Weber, que él diferenció entre dominación y disciplina; por la primera entendía la posibilidad de encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas dadas; es la posibilidad de que un mandato sea obedecido. Por disciplina entiendo la probabilidad de encontrar obediencia para un mandato por parte de un conjunto de personas que, en virtud de actitudes arraigadas, sea pronta, simple y automática. En el Estado moderno es el ejercicio de la autoridad conforme a la Constitución y las leyes. La soberanía reside esencial y originalmente en Demos. Todo poder dimana de Demos. Kelsen, por su parte ….
FALSARIO (Volteando a ver a la Flaca): No sé por qué le pedí su opinión a este. Ya sabía que iba a salir tons con esas sandeces. Flaca: dale una torta de tamal para que se calle.
FLACA (Metiéndole a Richard una torta en la boca y volteando a ver a su jefe): No le tengas tanta paciencia a este filibustero, traidor y come cuando hay. Refúndelo en la cárcel. Dile a la Locutora que le dé otras balconeadas en su programa “Los martes de las ratas”.
FALSARIO: Carnal y Naricitas opinen. No sean tan discretos. Hablen.
NARICITAS: Como no tengo mucha experiencia en la materia, para mí el poder es: dar patentes de notario a todos mis amigos y miembros de nuestra banda: la Prieta, en todo el territorio nacional, ordenar el archivo de las averiguaciones que se nos hayan abierto y beneficiar a mis paisanos tabasqueños.
FALSARIO: ¡Qué brillante eres Naricitas! Ete te felicito.
FLACA. Me estoy poniendo celosa, jefe.
FALSARIO: Tranquila. Algo tenía que decirle. Naricitas se conforma con poco. Habla Carnal, es tu turno.
CARNAL: Voy a disentir de la opinión de algunos de ustedes. La política es el arte de servir a Demos; el Poder es la aplicación de los principios de ese arte. Agrego algo más: ser íntegro, guardar la palabra y no faltar a la confianza.
Falsario, a ti te consta que cuando me entregaste el gobierno de Demos en la Capital del reino, te cuidé las espaldas y que en ningún momento te traicioné.
En la elección de 2012, sacrifiqué mis intereses particulares con tal de que tú, Falsario, hicieran un nuevo intento por alcanzar el control de Demos en el nivel nacional. Lo hice a pesar de que todos tenían la seguridad de que yo ganaría y de que, en cambio, tú perderías, como sucedió.
Eso es para mí la política y el poder. No digo más.
FLACA: El Carnal es un tonto. No le hagas caso. Jefecito, ilústranos; danos tu luz. Guíanos. Dinos, ¿qué es para ti el poder? Para mí eso será la verdad; lo que tendré por cierto mientras tenga aliento. Para poder oírte mejor voy a apagar la música clásica que estamos oyendo. (Corre a apagar la música de Chico Che).
FALSARIO: Mi idea del poder es muy simple: que todos hagan lo que yo digo. Tons si lo hacen pronto y de buen modo, mejor.
FLACA: Me ganaste la idea. Eso es lo que estaba yo pensando. También para mi eso es el poder. (Se oyen fuertes golpes en la puerta de honor de Palacio Nacional).
FALSARIO: Que haz de hacer Flaquita, ve a ver quién toca y qué quiere.
FLACA: Ya iba con rumbo a la puerta. Perdóname por ser tan lenta.
FALSARIO: Esperemos a que regrese la Flaca. No quiero que se pierda mi docta opinión. (Siguen tocando insistentemente la puerta). Naricitas, sírveme una torta de tamal: ofrece a nuestros invitados otra copita. (Alzando la voz y volteando a ver a Demos) Ve qué a Demos, nuestro amo, no le falte nada. Nuestra existencia sólo se justifica por esa sumisión que le debemos. (En voz baja) No le sirvas alcohol; se pone impertinente.
CLAUDIA (Regresa molesta y haciendo berrinche): ¡Gente indiscreta!
FALSARIO: ¿Quién era? Ete ¿quien se atreve a interrumpirme? Seguro que es uno de la banda de los amarillos. Son unos escandalosos. Tons los conozco muy bien. Qué bueno que los abandoné. Espero que su banda pierda su registro en el 2024. No me quiero morir sin ver ese milagro de lo Alto.
FLACA (Todavía agitada): Era el necio de Claudio Equis. Quería hablar con Demos. Le dije que estaba indispuesto y que, además, es ciego y mudo. Que no recibe a nadie. Le pregunté: ¿para qué quieres hablar con Demos? ¿cuál es el asunto, petición o motivo? Me respondió que sabe que lo tenemos cautivo, descuidado, hambriento y sin servicios médicos; que él quiere servirlo y atenderlo, que está preparado para hacerlo. Todo esto fue en inglés, desde luego.
FALSARIO: Ese sí me preocupa. Es peligroso. Ete tiene dinero bien habido y es preparado. El Gringo, la Tlaxcalteca, Enrique, el güero revolucionario, Alito, Alfredo, el canoso, Donaldito, el hijo de su papá, Richard y el Naricitas no tienen nada que hacer frente a él. He ordenado ete, un marcaje especial, constante y estricto sobre su persona. Tons él sí sabría acercarse a Demos y ganar su voluntad. Tiene un plus: no tiene vínculos con nuestros patrocinadores, los señores del “negocito”. ¿Qué hiciste?
FLACA: Ordené a la guardia de Palacio que lo arrestara y que lo lleven al Altiplano acusado de delincuencia organizada, más lo que al alemán se le ocurra. No saldrá en muchos años.
FALSARIO: Bien hecho Flaquita. Ete por ningún concepto puedo permitir que se elimine la prisión preventiva; que no sea mi criterio el que determine quién se queda en prisión y quién sale de ella. (Dirigiéndose a la Flaca en secreto) Me preocupa ese Claudio Equis, haz que en la Yurnada salgan caricaturas y editoriales desprestigiándolo. Por ningún concepto permitas que se acerque a Demos; tons, muchos menos que hable con él. Deja ver qué más se me ocurre de aquí a mi próximo informe, ete el que rendiré mañana. Por ahí te encargo una magna concentración. Para los acarreados ponte de acuerdo con el Naricitas y el Artista, cuando esté sobrio.