Por fin volvió aparecer la Xóchitl Gálvez que dejó a un lado la CDMX para buscar la presidencia de la República; la que había ilusionado y puesto nombre y apellido a quién competiría contra el régimen en el poder. Lo que la sociedad civil estaba buscando y que en esta pre campaña simplemente se perdió entre los partidos políticos y una falta de estilo y mensaje claro.
El domingo en un discurso bien redactado, conectando con la audiencia y que se puede resumir en el México, el gobierno y el rumbo que se quiere reconstruir. Todo aquello que el inquilino de Palacio Nacional en cinco años ha destruido y generado una mayor opacidad. Como bien mencionó Xóchitl “se han perdido tres valores: el valor de la vida, el valor de la verdad y el valor de la libertad”.
¿Y qué quiere decir con estos tres valores? Fácil… 1) en el México de hoy imperan los asesinatos y desaparecidos. La negligencia gubernamental como el mal manejo de la pandemia y la falta de medicamentos para la población que sin ellos pende de un hilo su vida. 2) escuchar la mañanera cada día es el claro ejemplo de que la verdad ha perdido todo terreno y que el discurso se manipula, distorsiona y acomoda conforme a los intereses para traducirlo en miles de mentiras que sin ningún escrúpulo y sustento puede afirmar. 3) la forma en que el gobierno mina los equilibrios democráticos, como militarizan cualquier cosa, el cobro de piso se ha vuelto como pagar una renta y no exagero, así de impune se maneja el crimen organizado para someter a la población sin que la autoridad se inmute, acallar a los críticos u opositores descalificándolos desde el púlpito que se replica con recursos públicos por cada esquina del país, desestabilizar a las instituciones autónomas, porque justo eso que no puede controlar al ser autónomas no va bien con su poder. Todo lo mencionado es comprobable y medible a diferencia de la versión del oficialismo.
Mientras tanto la candidata presidencial de Andrés: Claudia Sheinbaum, asegura que los proyectos de la 4T seguirán y lo llamó “el segundo piso de la cuarta transformación”.
Pero realmente ¿qué es la 4T y sobre todo que será su segundo piso?
¿Más asesinatos? ¿Más opacidad y corrupción? ¿Más injerencia del Estado para con su partido? ¿Lo que diga el dedito de Andrés? ¿Seguir espantando a la inversión? ¿Qué las leyes se puedan seguir pisando mientras seas de Morena? ¿Atentar contra las instituciones? ¿Seguir militarizando? ¿Negocios de los hijos del presidente? ¿Funcionarios 0 por ciento capaces, pero 100 por ciento leales al poder? En fin…
A cinco meses de que nosotros los mexicanos tomemos una decisión, no sabemos quién es Claudia y que quiere. Por un lado no quiere romper con Andrés quien la impuso como candidata por lo que significa en la elección, pero por el otro, va a foros con empresarios a proponerles certeza, trabajo y demás que es ir en contra de la 4T. No se puede quedar bien con todos porque eso la hace una mentirosa.