Es cierto que todos los gobiernos buscan presentar una visión optimista de sus administraciones, pero se les juzgan por sus logros y resultados, no por sus propósitos e intenciones. En el caso del presente gobierno, es indudable el fracaso en los diversos rubros de la administración pública.

Lo que habrá de caracterizar y definir el gobierno lopez-obradorista será sin duda alguna la ineptitud e incapacidad para gobernar, ejerciendo un gasto publico desmesurado y sin control para el sostenimiento de las mega obras del sexenio que al final resultarán en elefantes blancos, aunado al gasto en los programas sociales para la compra de votos, nos deja unas finanzas en desbalance con un déficit presupuestario para este año de 1 billón 693,000 millones de pesos, equivalente a 4.9 por ciento del PIB, como resultado de ingresos presupuestarios estimados en 7 billones 328,995.2 millones de pesos y un gasto neto pagado de 9 billones 21,995.2 de pesos.

Para cubrir las fuentes de financiamiento se recurrió un endeudamiento interno del Sector Público Federal por 266 mil 103.7 mdp, y de forma suplementaria, se reportó un endeudamiento externo por 11 mil 68.4 millones de dólares; es decir, durante el mes de enero de 2024 se registró un avance del 48.3 por ciento, respecto al techo de endeudamiento externo aprobado por el Congreso para 2024 de 22,914.5 mdd. El endeudamiento neto para este año asciende  a 455 mil 232.8 millones de pesos.

El presidente frecuentemente en  sus mañaneras presume del súper peso mexicano frente al dólar americano con lo que demuestra su fijación de las metas económicas de los años 70’s cuando había control de precios y del tipo de cambio, en aquellos años cuando un presidente devaluaba el peso era un presidente devaluado, sin entender que ahora un peso sobrevaluado entorpece las exportaciones y la inversión en nuestro país, encarece los servicios al turismo por lo que la otrora industria sin chimeneas ha decaído en este gobierno. El  gobierno de López Obrador ha expuesto como un logro muy importante el  tipo de cambio, pero eso a costa de mantener una elevada tasa de interés que encarece el crédito a las empresas, a las familias y a quienes tienen deudas contraídas.

Si bien el salario mínimo ha tenido un aumento con el incremento, vigente a partir del 1 de enero de 2024, se duplicó el salario mínimo en términos reales en 110 por ciento comparado con el percibido al inicio del sexenio en 2018; mientras que el costo de la canasta básica se elevó más de 80 por ciento en los últimos cinco años. La canasta básica de 22 productos que en noviembre de 2018 tenía un costo de 697 pesos, para diciembre de 2023 alcanzó los mil 270 pesos, que es un incremento de 82 por ciento, por ejemplo: el jamón aumentó 170 por ciento; el frijol, 161 por ciento; el arroz, 98 por ciento; la tortilla, 57 por ciento; el café, 159 por ciento, y las toallas sanitarias, 119 por ciento, por citar algunos.

En materia de energéticos, Pemex está completamente quebrada a pesar de los miles de millones que el gobierno le transfirió en estos cinco años y medio, la CFE con un rezago en su modernización y mantenimiento, se quedó sin la capacidad de dar respuesta a la creciente demanda de energía eléctrica, situación que fue patente la semana pasada en donde la mayoría de los estados de la república sufrieron una subida de las temperaturas debido al calentamiento global y la sobre demanda de energía eléctrica no se pudo cubrir produciendo apagones programados para evitar el colapso de todo el sistema.

En materia de salud, el desmantelamiento del Sistema de Salud del País con la cancelación del Seguro Popular dejó a 25 millones de personas sin acceso a salud, y al resto con un muy deficiente servicio público de salud, sin medicamentos y sin atención en los institutos de salud del estado.

Por otra parte, mediante la no política en materia de seguridad pública, perdió el control cerca ya del 50 por ciento  del territorio, con una violencia desmedida en casi todos los estados de la república,  los resultados son catastróficos, más de 186 mil muertos, miles de desaparecidos y desplazados, violaciones de derechos humanos, y mientras el combate al crimen organizado no existió en este sexenio, visto que siguen fluyendo toneladas de cocaína y mariguana hacia el norte, creció el consumo interno, las principales drogas mantuvieron estable su precio de mercado, los grandes y verdaderos capos siguen libres, el lavado de dinero no se persiguió realmente y podríamos seguir y seguir enlistando.

Solo vale destacar que todo ello se hizo violando flagrantemente la constitución al militarizar la acción de persecución del delito, al costo del descredito que hoy arrastra el instituto armado y por si hiciera falta se entregó el sistema de seguridad nacional a la Guardia Nacional bajo las órdenes del ejército. Lo que habrá de caracterizar y definir el gobierno  será sin duda alguna, la falta de política en materia de seguridad pública, convertida en un trato cordial de abrazos y no balazos a los delincuentes.

Todos estos datos el presidente los tiene en su radar, aunque él declare que él tiene otros datos, esta situación lo tiene en una constante tensión e irritación al vislumbrar el posible fracaso de su partido Morena en las próximas elecciones.  Frente a esta posibilidad ahora más que nunca es deber de todos los mexicanos de acudir a votar este próximo 2 de junio.