La historia de la detención de Ismael “El Mayo” Zambada García da un nuevo giro debido a la difusión de una carta que sus abogados dieron a conocer y cuya autoría es del propio detenido. En la misiva, hay tres puntos centrales que indican que se trató de algo contrario a su voluntad: el primero es la propia declaración por escrito que señala “no me entregue y… no vine voluntariamente a Estados Unidos”; el segundo es que no hay algún acuerdo con los gobiernos de México y de la Unión Americana; y el tercero es el que señala que el asesinato de Melesio Cuen ocurrió el mismo día y en el lugar en el que lo secuestraron.
En la carta, que reproducimos a continuación, también detalló que la reunión a la que fue convocado –y en la que le tendieron la trampa para llevarlo contra su voluntad a Estados Unidos– fue organizada por Joaquín Guzmán López con el pretexto de que iba a ayudar a mediar entre el gobernador de la entidad, Rubén Rocha, y Melesio Cuen, enemigos políticos de cuya enemistad hay muchas pruebas, como las propias declaraciones atacándose mutuamente.

Esta carta coincide en un punto con la declaración que el 9 de agosto dio a conocer el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, de que se trató de una acción planeada y ejecutada por Joaquín Guzmán López y que su país no tuvo nada que ver con dichas acciones, como se puede leer en el escrito que mostramos a continuación.

Así, va quedando claro que se trató de un ajuste de cuentas en el seno del propio Cártel de Sinaloa/Pacífico entre sus principales liderazgos, que se relaciona con la condena que están cumpliendo en la Unión Americana el propio Joaquín Guzmán Loera y su hijo –y hermano del directamente responsable, por lo que indican las cartas aquí presentadas, Joaquín Guzmán López– Ovidio Guzmán López.
Y esto indica que hay que empezar a revisar los indicios del tipo de acuerdo que estableció Guzmán López y autoridades judiciales de Estados Unidos, qué información va a proporcionar y el tipo de impacto que tendrá en nuestro país.
El primer damnificado
Pero en tanto descubrimos los efectos del acuerdo de Joaquín Guzmán López con el Departamento de Justicia estadounidense, los primeros efectos de la detención del Mayo Zambada se empiezan a apreciar.
El primer damnificado es el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien fue señalado por el propio Ismael Zambada como parte del entramado que condujo con su traslado y detención en Estados Unidos, porque esto lo coloca como parte de los grupos que tienen relación con el narcotráfico, recordando las acusaciones de que el Cártel de Sinaloa intervinieron en las elecciones de 2021 en dicha entidad para favorecer a Morena, que ganó ampliamente dichos comicios.
De esta forma, el propio gobernador tuvo que aclarar la situación en un evento el pasado 10 de agosto en un evento que era parte de la gira de Claudia Sheinbaum y el presidente López Obrador por Sinaloa, en donde aclaró que no tuvo nada que ver y que, incluso, no se encontraba en la entidad en la fecha de la detención. Aquí el video del gobernador.
Pero uno de los cabos sueltos que quedan en esta historia y que involucran al mandatario estatal, es el asesinato de Melesio Cuen. Involucrado en este tema por su enemistad con quien era diputado electo por la oposición, el gobierno de Rocha Moya había informado que el homicidio se debió a un intento de asalto en una gasolinería, pero la carta del Mayo Zambada lo ubica en el lugar en el que se iba a llevar a cabo la reunión que en realidad era un engaño para llevarlo a Estados Unidos. Por eso, el gobernador pidió que este caso fuera atraido por la FGR.
Asimismo, otro daminificado en esta historia es el presidente López Obrador, quien sigue pidiendo a Estados Unidos un informe acerca de la detención de ambos personajes y si se dio la presencia de agentes estadounidenses en territoria mexicano, algo que lo muestra como un gobernante que no sabe con exactitud que sucedió el día en que el Mayo Zambada fue llevado a Texas y que contradice el discurso del propio López Obrador de que el presidente de México está informado de todo lo que sucede, como se muestra en el video que incluimos a continuación (cortesía de El Universal).
Aunque lo que en realidad estamos atestiguando es un juego de distractores que buscan ocultar la realidad y que implican la relación entre el gobierno y el narcotráfico en el actual sexenio, pues como comentó en su columna del pasado 10 de agosto Salvador García Soto: “A ninguno de los dos gobiernos, quizás, les conviene que se sepa toda la verdad”.
Así, estamos a la espera de un nuevo capítulo de esta historia que promete volver a poner en la discusión pública la relación del crimen organizado y ciertos gobernantes en el actual sexenio.
