Las principales tareas de un gobierno son las de brindar seguridad a la población y asegurar el bienestar mediante una correcta conducción de la economía. Tenemos un gobierno reprobado pues las tareas que debe realizar el aún inquilino del palacio nacional no las ha cumplido en este sexenio al frente del gobierno.
Al inicio de su mandato mencionó que, al crimen organizado no lo iba a combatir con balazos sino con abrazos, y que por eso iba a atender las causas estructurales que lo provocan, podríamos entender que la principal causa para los jóvenes para enrolarse en las bandas criminales es la falta de oportunidades para acceder a un mejor nivel de vida.
El sistema educativo en México fue durante muchos años el mejor motor de la movilidad social, de ascenso en el nivel de la calidad de vida; un sistema educativo bien estructurado que propiciaba la continuidad de los educandos y buscaba evitar las deserciones para lograr alcanzar los niveles técnicos o profesionales según las aptitudes de cada individuo.
Dentro de las mismas Políticas Públicas el complemento indispensable lo fue la difusión del deporte, sobre todo para los adolescentes y jóvenes cuyo desarrollo físico e intelectual necesita el desfogue de energía en alguna actividad saludable y productiva.
Hoy que estamos por finalizar un sexenio más, nos encontramos que esas dos importantes tareas dentro de las políticas públicas de todo gobierno son asignaturas que no podemos calificar como aprobadas, pues el sistema educativo pasa por uno de sus peores momentos en la historia, con el nuevo programa que no termina de aplicarse y que muy pocos maestros conocen, y con la enorme indiferencia y por ende desatención al deporte en México.
Según los datos proporcionados por el INEGI en 2022, en México viven 36.3 millones de niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años, que representan el 28.1 por ciento del total de población. Este importante sector de la población está integrado por menores en proceso de formación, cuya madurez plena, física, intelectual y ética, tendrá la huella de los conocimientos y formación adquiridos durante sus años de niñez y adolescencia.
El próximo lunes 26 dará inicio el ciclo escolar 2024-2025 para los alumnos de pre-escolar, primaria y secundaria, regresaran a clases en todo el país cerca de 30 millones de niñas, niños y adolescentes, este nuevo año escolar en las 32 entidades del país. El calendario se integra de 190 días efectivos de clase, aplicable para las escuelas de Educación Básica, y en él se establece que el inicio del ciclo escolar será el lunes 26 de agosto de 2024 y concluirá el miércoles 16 de julio de 2025.
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en México, 6.4 millones de niños y adolescentes, que representan el 18 por ciento de la población entre 3 y 18 años, no asisten a la escuela. Este fenómeno ocurre entre los grupos vulnerables como las comunidades indígenas, personas con discapacidad y en algunas poblaciones rurales. Lo anterior representa una crisis educativa para México, con más de 6 millones de menores de edad que no están inscritas en las escuelas del sector educativo.
Una de las principales barreras para el desarrollo económico y social de México es la desigualdad educativa, entendida como las diferencias en el acceso, recursos didácticos disponibles, la infraestructura y la calidad educativa a la que accede la población en edad escolar.
El régimen que agoniza ante el desastre que heredará al próximo gobierno, pretende achacar el desastre de su proyecto educativo a los “sistemas conservadores del neoliberalismo”. Hoy se busca centrar el descarrilamiento de su programa educativo a la real o supuesta reticencia de la SEP y de los maestros para someter a los alumnos a la evaluación PISA.
Las acciones de política pública corresponden al Gobierno, no son del resorte de los profesores. Desde siempre, los maestros han acompañado y se han subordinado a las directrices que les han sido impuestas desde el poder. Resultaría poco justo en este caso, imputarles a ellos y sólo a ellos el desastre educativo. Es cierto que cualquier acción de Gobierno en materia educativa requiere del apoyo de los maestros y estos lo han venido otorgando sexenio tras sexenio y luchado en paralelo por mejores condiciones laborales y económicas. Cabe recordar el importante proceso de finales de la última década del pasado siglo, referido a la descentralización de la educación que es una clara muestra de ello y se trató de un cambio trascendental, lo que se requiere es una seria reforma educativa que contemple el desarrollo de los alumnos y la remuneración justa para los maestros.
Lo que en verdad importa es que la próxima Presidenta de México se comprometa a diseñar una nueva Política Publica en materia educativa con visión de horizonte, con visión de Estado. La gran reforma educativa que el país necesita debe consensarse con todos los actores sociales y vincularse con el proyecto de desarrollo nacional, para poder ser competitivos en el Concierto de las Naciones del Mundo.
Por lo que hace al deporte el fin de semana pasado pudimos presenciar la clausura de las Olimpiadas que se desarrollaron en Paris, con 206 países participantes en donde participamos con 109 deportistas en diversas disciplinas, México culminó en el lugar 65 del medallero general de París 2024. La CONADE no estuvo a la altura de los apoyos que los atletas requieren para profesionalizarse en el deporte que practican, y muchos de los participantes lo hicieron con un gran esfuerzo y en muchos de los casos con recursos propios lo que hace aún más meritorio el triunfo de los medallistas mexicanos.
Bajo estas circunstancias nos queda claro que quien tuvo la responsabilidad de gobernar para todos los mexicanos no pudo con las tareas encomendadas al asumir el cargo que le fue encomendado en las urnas, esperamos que su protegida y pupila supere a su maestro y por lo menos atienda las tareas principales de todo gobierno.