La señora presidente Claudia Sheimbaum cumple 100 días en el gobierno, y durante este lapso de tiempo ha adoptado diversas posturas, todas ellas confusas o erráticas, frente a los acontecimientos tanto internos como externos. Hacia lo que ocurre en nuestro país por ejemplo su respuesta hacia la violencia imparable, particularmente en el estado de Sinaloa y en el resto de la República; sobre el señalamiento del embajador Ken Salazar acerca de la producción de fentanilo en territorio mexicano;  y respecto del anuncio de la casi quiebra de la nueva aerolínea Mexicana de Aviación.

Por lo que hace a la violencia, desde la detención en Estados Unidos de Ismael Zambada, “El Mayo”, los homicidios dolosos se triplicaron en Sinaloa al desatarse enfrentamientos entre “Los Chapitos” y “Los Mayos”. La Fiscalía de Sinaloa reconoció haber superado los mil homicidios dolosos en 2024, cerró el año con 1,016 homicidios. Septiembre y octubre fueron los meses con más homicidios en Sinaloa, al registrar 143 y 182, respectivamente, siendo el promedio diario de esos meses de 4.17 y 5.77  por día.

Respecto al resto de los estados, el 50 por ciento de los homicidios a nivel nacional se registran en Guanajuato (10.3 por ciento), Baja California, (8 por ciento), Estado de México (7.6 por ciento), Chihuahua (6.7 por ciento), Jalisco (6 por ciento), Guerrero (5.9 por ciento) y Nuevo León (5.4 por ciento).

La persistente negativa en aceptar que la violencia crece de manera desmedida y que los cárteles de la droga mexicanos producen las drogas sintéticas entre ellas, el fentanillo con el que se inunda a Estados Unidos,  que ha producido una crisis de salud al alcanzar más de 100 mil muertes por sobredosis en aquel país, impide el combate frontal y el desmantelamiento de los laboratorios clandestinos que producen cantidades industriales de dosis de la mortal droga; tal pareciera que desde la presidencia de la República se protege a los cárteles  al no reconocer su capacidad de producción y trasiego de las drogas hacia el territorio de nuestros vecinos.

Hace un año la ocurrencia caprichosa del entonces presidente de rescatar la marca del nombre de la aerolínea Mexicana de Aviación, como una empresa paraestatal; en diciembre de 2023, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ordenó al Ejército que éste le cediera tres aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana  a la nueva aerolínea, para cumplir con su capricho de devolver al aire a Mexicana de Aviación.

La salida de Transportes Aéreos Regionales (TAR) como socio-operador de Mexicana en vuelos que tenían la cualidad de ser más cercanos a rutas regionales pone en entredicho el propósito  con el que se revivió a Mexicana, de atender demandas aéreas que no eran atendidos por las aerolíneas privadas; después de un año, Mexicana de Aviación suspendió vuelos a 8 destinos, entre ellos a Acapulco y Puerto Vallarta, porque ahora solo cuenta con una flota de dos aeronaves.

En lugar de reconocer, lo que ha sido probado durante años;  que el gobierno no es buen empresario, que es un muy mal administrador, y que casi todas la empresas paraestatales que administra el Gobierno, como PEMEX, CFE, y las de reciente creación como el tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles, están en quiebra o le cuestan al gobierno el tener que subsidiarlas; Mexicana de Aviación está casi en quiebra; la mandataria, señaló que la suspensión de vuelos de Mexicana se debió a que la aerolínea realiza una revisión de su plan estratégico para 2025. “Se está haciendo una revisión, como en cualquier empresa, de cuáles son las rutas que tuvieron más pasajeros, cuáles son las rutas que tuvieron menos. Esta misma semana se van a presentar el plan maestro”.

En cuanto a los acontecimientos del exterior, la posición del gobierno mexicano respecto de las declaraciones amenazantes del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump , quien desde su campaña agrede y amenaza a México y a los mexicanos con deportaciones masivas de indocumentados, con la imposición de aranceles a las mercancías exportadas, la amenaza del combate directo a los cárteles de la droga a quienes calificó de terroristas; esta semana Trump declaró: “México está esencialmente manejado por los cárteles” de las drogas; “México está realmente en problemas” y se ha convertido en un lugar peligroso que, él no va a permitir que siga así.

Las respuestas de la titular del Ejecutivo han sido de carácter proteccionista nacionalista, la presidente se ha envuelto en la bandera de México y se avienta al precipicio frente a cada amenaza del “extraño enemigo”, desconociendo los acuerdos que se tiene signados de buena vecindad y, en lugar de buscar un acercamiento con Trump, como lo hicieron varios de sus homólogos, como Justin Trudeau,  se ha atrincherado y responde a las amenazas en el mismo tono en que son proferidas.

Solo hay que preguntarse ¿Cuándo aprenderá el oficio? O seguirá al pie de la letra, durante todo el sexenio, lo que le ordene su mentor.