En los próximos años, el mundo enfrentará varios desafíos ambientales que requerirán atención y acción urgente:
- Cambio climático y calentamiento global: El aumento de las emisiones de CO₂ ha intensificado el calentamiento global, provocando fenómenos meteorológicos extremos como sequías, incendios e inundaciones. Se estima que 2024 fue el año más cálido de los últimos 100.000 años.
- Pérdida de biodiversidad: La deforestación, la urbanización y la contaminación están llevando a una acelerada desaparición de especies, lo que afecta la estabilidad de los ecosistemas y la provisión de servicios ambientales esenciales.
- Contaminación y gestión de residuos: La acumulación de desechos, especialmente plásticos, contamina océanos y suelos, afectando la salud humana y la vida silvestre. Solo el 12% de los desechos mundiales se recicla, y grandes cantidades de basura se envían a países donde se gestionan de manera inapropiada.
- Escasez de recursos hídricos: La mala gestión del agua y su contaminación afectan la seguridad alimentaria y la salud pública. La escasez de agua potable es un problema creciente en muchas regiones del mundo.
- Desigualdad en la acción climática: Las comunidades más vulnerables suelen ser las más afectadas por los problemas ambientales, mientras que las grandes empresas, responsables de una parte significativa de las emisiones, a menudo no actúan con la rapidez necesaria. Por ejemplo, las 40 mayores empresas españolas emitieron 85 millones de toneladas de CO₂ en 2023, representando un tercio de las emisiones totales del país.
Abordar estos desafíos requiere un compromiso global y la implementación de políticas sostenibles que promuevan la conservación del medio ambiente y la equidad social.