La institucionalización de la protección los Derechos Humanos en México tiene escasos 30 años. Inició en los años 90s del siglo pasado en una oficina de la Secretaría de Gobernación, y pronto evolucionó hasta convertirse en un organismo autónomo en 1999. Este sistema de protección de los Derechos Humanos en México no se encuentra centralizado en la CNDH; congruente con un sistema federal, el modelo se amplío y reprodujo a nivel local en las entidades federativas, aunque  persiste el predominio del Ejecutivo Estatal en la mayoría de ellas.

Los recientes y graves hechos ocurridos en nuestro país: Las cerca de 200 mil muertes violentas reconocidas en el sexenio anterior; los desaparecidos y los desplazados; nos expresan un aumento del clima  de inseguridad ciudadana y generan, como hace tiempo no ocurría, una incertidumbre sobre el futuro de los derechos humanos en México, y la legalidad en el actuar de autoridades principalmente policiales.

Es claro que en México estamos enfrentando, entre otras circunstancias, situaciones difíciles en el reconocimiento y respeto a los derechos humanos.  Los motivos pueden ser diversos: la penetración de la delincuencia organizada en algunas corporaciones policiales, el alto porcentaje de impunidad delincuencial, hasta un preocupante desconocimiento sobre los alcances que en todos los órdenes de vida institucional existe sobre derechos humanos.

¿En donde están y que hacen las Comisiones de Derechos Humanos de México? mientras que las autoridades estatales y municipales  siguen pasmadas en la inercia impuesta el pasado sexenio de los abrazos y no balazos y permanecen en el mejor de los casos sin actuar y en el peor que es en la mayoría de las veces en colaboración y contubernio con el crimen organizado.

El 5 de marzo en Teuchitlán, Jalisco, se denunció por los colectivos Guerreros Buscadores de Jalisco y Madres Buscadoras de Jalisco, el hallazgo de un campo de exterminio con tres hornos en el que fueron localizados restos humanos calcinados, ropa, calzado, objetos personales y armas, lo que ha sido considerado por las autoridades y colectivos como evidencia de un centro de confinamiento y desaparición de personas, es un “campo de adiestramiento y exterminio” operado por el crimen organizado, en donde terminaron los cientos de jóvenes que han sido reportados como desaparecidos y nos hacen pensar en la sistemática desaparición, reclutamiento forzado y exterminio de personas jóvenes en México.

¿Que hacen las  autoridades municipales, estatales federales, sin  una seria investigación?  A pesar que ya desde septiembre de 2024, la Fiscalía de Justicia de Jalisco inspeccionó el  rancho, conocido como La Estanzuela o Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, y realizó la detención de 10 delincuentes, y el rescate de dos jóvenes, secuestrados y retenidos en el rancho.

Uno de los secuestrados, que logró escapar relató  que, al llegar al rancho, fue ingresado a un proceso de adiestramiento que incluía pruebas físicas extremas, ejercicios violentos y condiciones infrahumanas, todo bajo el control de miembros del cártel. “Éramos más de 200″,  dijo al describir la cantidad de personas secuestradas  en el sitio.

En Nogales, Sonora en noviembre del 2024, el colectivo Madres Buscadoras de Sonora reportó el hallazgo de un crematorio clandestino, cuerpos en fosas y expuestos.

El terror campea en todo el país, el martes pasado 11 de marzo, en Reynosa Tamaulipas, el colectivo Amor por los Desaparecidos ha encontrado otro lugar clandestino similar en el sitio, al suroeste de la ciudad, cerca de la colonia Colinas del Real, se encontraron 14 montículos con restos óseos humanos calcinados, y diversos objetos, como pantalones de mezclilla, hebillas, y casquillos de balas.

¡Cuántos sitios de exterminio habrá en todo lo largo y ancho de nuestro territorio?  Es una derrota total para el gobierno, el no poder brindar seguridad a su población, el testimoniar cómo cientos de jóvenes casi niños, desaparecidos, secuestrados por el crimen organizado para esclavizarlos y obligarlos a trabajar para sus criminales causas, no hay palabras que puedan justificar la desatención del problema de la inseguridad, la violencia, los miles de muertos y de desaparecidos, que solamente se acumulan en la cuenta estadística sin ninguna respuesta

Las imágenes de las fotografías publicadas hacen recordar las que se exhiben en los museos sobre la memoria del holocausto judío durante la segunda guerra mundial, es escandaloso, imposible no indignarse y conmoverse ante tales atrocidades. Como ciudadanos debemos guardar un luto nacional, no podemos permanecer indiferentes ante tales actos de lesa humanidad en contra de jóvenes compatriotas nuestros que apenas empezaban a vivir su vida de juventud.

Exijamos a nuestras autoridades que se recupere el territorio perdido, que realicen acciones eficaces en contra del crimen terrorista,  que ofrezcan un futuro promisorio a los jóvenes; que se propicie una economía saneada que produzca mayores y mejores empleos para que los jóvenes no tengan que exponerse a ser engañados y secuestrados, que se rescate a nuestro México como una Nación próspera y libre.