Cuando se toma la decisión de cancelar una tarjeta de crédito con anualidad y migrar a una tarjeta de crédito sin anualidad, hay varios factores que debes considerar antes de realizar el cambio.

Si bien las tarjetas de crédito sin anualidad pueden parecer una opción atractiva por sus costos reducidos, es importante analizar tanto los beneficios como las posibles desventajas que conlleva este cambio.

Tomarse el tiempo para evaluar diferentes aspectos, como tu historial crediticio, las recompensas acumuladas, y otros costos asociados, te permitirá tomar una decisión informada que se ajuste a tus necesidades financieras.

Evaluar tu historial crediticio

Uno de los factores más importantes que debes considerar al cambiar de una tarjeta de crédito con anualidad a una tarjeta de crédito sin anualidad es el impacto en tu historial crediticio.

El historial crediticio es una de las métricas clave que los prestamistas consideran al evaluar tu capacidad crediticia. Si decides cancelar una tarjeta de crédito, puedes afectar tu puntaje de crédito de las siguientes maneras:

Impacto en el crédito disponible: Cancelar una tarjeta de crédito reduce el monto total de crédito disponible que tienes. Esto puede aumentar tu índice de utilización del crédito (la relación entre el crédito utilizado y el crédito disponible), lo que podría afectar negativamente tu puntaje de crédito, especialmente si usas una parte considerable de tu crédito disponible.

Antigüedad del crédito: La duración de tu historial crediticio también juega un papel importante en tu puntaje. Si la tarjeta que estás cancelando es una de tus cuentas más antiguas, esto puede reducir la antigüedad promedio de tu crédito, lo que podría afectar negativamente tu puntaje.

Por lo tanto, antes de cancelar una tarjeta de crédito, evalúa cómo este cambio podría afectar tu puntaje de crédito a corto y largo plazo.

Las recompensas acumuladas

Las tarjetas con anualidad a menudo ofrecen una variedad de recompensas y beneficios que no siempre están disponibles en las tarjetas de crédito sin anualidad. Estas recompensas pueden incluir acumulación de puntos para viajes, devoluciones de efectivo, acceso a servicios exclusivos, entre otros.

Antes de cancelar tu tarjeta con anualidad, revisa cuántos puntos o recompensas has acumulado, ya que perder estas ventajas podría ser un inconveniente.Si decides migrar a una tarjeta de crédito sin anualidad, asegúrate de comparar los beneficios de ambas tarjetas.

Algunas tarjetas sin anualidad ofrecen programas de recompensas, pero generalmente no son tan robustos como los de las tarjetas con anualidad. Si las recompensas son importantes para ti, es recomendable hacer un balance entre los costos de la anualidad y los beneficios que recibes.

Costo total de la tarjeta

Aunque una tarjeta de crédito sin anualidad elimina el costo anual, eso no significa que siempre sea la opción más barata a largo plazo. Las tarjetas con anualidad a menudo ofrecen tasas de interés más bajas, mayores límites de crédito y mejores beneficios, lo que puede hacer que el costo total sea más competitivo, incluso si debes pagar la anualidad.

Si tu objetivo principal es reducir los costos, revisa si el ahorro en la anualidad compensa otros aspectos como las tasas de interés más altas o menos beneficios adicionales.

Además, algunas tarjetas de crédito sin anualidad pueden cobrar cargos por otros servicios, como la emisión de una tarjeta adicional, los retiros en efectivo o las transferencias de saldo. Por lo tanto, es crucial comparar todos los cargos asociados con la tarjeta de crédito sin anualidad antes de tomar una decisión final.

La posibilidad de mantener la tarjeta con anualidad sin usarla

Otra opción a considerar es mantener la tarjeta con anualidad abierta, pero sin utilizarla. Si la tarjeta con anualidad no tiene un costo elevado y ofrece beneficios adicionales que no quieres perder, como el acceso a seguros o programas de recompensas, podrías optar por mantenerla activa sin usarla, en lugar de cancelarla.

Esto te permitiría seguir aprovechando los beneficios de la tarjeta, manteniendo intacto tu historial crediticio, sin tener que pagar la anualidad. Sin embargo, asegúrate de que no haya cargos ocultos por inactividad o por no utilizarla durante un período largo.