¡Imagínate esto! Un objeto misterioso viene volando desde lo más profundo del espacio, y un científico súper renombrado de Harvard dice que, ¡ojo!, podría ser una nave extraterrestre con intenciones hostiles. Suena a película de ciencia ficción, ¿verdad? Pues esto es lo que propone el astrofísico Avi Loeb, y ha generado un revuelo tremendo en el mundo de la ciencia.

Loeb se hizo famoso hace unos años por sus ideas sobre Oumuamua, el primer objeto interestelar que vimos pasar por nuestro Sistema Solar. Oumuamua era muy raro: no parecía un cometa normal ni un asteroide. Y como no tenía una “cola” de gas y polvo como los cometas, ni se comportaba como una roca espacial común, Loeb sugirió que ¡podría ser tecnología alienígena! Sí, como una vela solar o una sonda enviada por otra civilización.

Ahora, con el objeto 3I/ATLAS, la historia se repite. Loeb ha vuelto a encender el debate, planteando que este nuevo visitante también podría ser algo más que una simple roca espacial. Sus argumentos se basan en la velocidad y trayectoria inusuales de estos objetos, que no encajan del todo con lo que esperamos de cuerpos celestes naturales.

¿Por qué un científico de su talla se aventura con ideas tan… “fuera de este mundo”? Bueno, Loeb argumenta que, como científicos, no debemos cerrarnos a ninguna posibilidad y debemos estar abiertos a interpretar datos anómalos. Él cree que ignorar la opción de tecnología extraterrestre es limitante para la ciencia. La comunidad científica, por su parte, se mantiene más cautelosa y busca explicaciones más convencionales, como características inusuales de cometas o asteroides desconocidos.

Es un debate fascinante que nos recuerda que el universo aún guarda muchísimos secretos, y que la ciencia es un camino de preguntas y descubrimientos constantes, ¡incluso si a veces parecen sacados de una película!