“Me alegra ver que el presidente mexicano que ha entregado sectores enteros de su país a los cárteles de la droga y es un apologista de una tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y un narcotraficante en Venezuela no estará en Estados Unidos esta semana”, escribió Marco Rubio en redes sociales el 7 de junio de 2022, cuando aún era senador.
Esta declaración se dio en el marco de la Cumbre de las Américas, a la que el entonces presidente López Obrador no asistió, una decisión que el ahora secretario de Estado celebró. El mandatario mexicano, un día después, respondió con contundencia en su conferencia mañanera: “¿Cuál es mi vinculación con el narcotráfico de México? Yo no soy Felipe Calderón”.
Desde su etapa como legislador, Rubio se caracterizó por acusar al ex presidente mexicano de colaborar con el crimen organizado. El 8 de marzo de 2023, en su cuenta de X (antes Twitter), publicó: “Como ha dejado claro el Presidente @lopezobrador_, no utilizará la fuerza para enfrentarse a los grupos narcoterroristas en #México. Y el resultado trágico pero predecible es que los grupos criminales organizados, no el gobierno, ahora controlan grandes porciones de un gran e importante país”.
Para infortunio de López Obrador, Marco Rubio fue designado por Donald Trump como secretario de Estado después de que este ganara la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión. El discurso del nuevo inquilino de la Casa Blanca ha recuperado las acusaciones que Rubio externaba como senador, por lo que las afirmaciones sobre el control de los cárteles sobre amplios sectores del territorio mexicano han vuelto a resonar.
El 16 de julio de 2025, tras la firma de una ley que endureció las penas por el tráfico de fentanilo y sus derivados, Trump afirmó: “Hoy le damos otra derrota a los salvajes narcotraficantes, criminales y a los cárteles que dominan México. Intento ser amable, pero tienen un fuerte control sobre México”. El mandatario estadounidense fue más allá: “Debemos hacer algo al respecto, no podemos permitirlo. Las autoridades mexicanas están petrificadas, temen ir a trabajar porque los cárteles tienen el control sobre los políticos y los cargos electos”.
Este fue el telón de fondo para la primera visita de Marco Rubio a México, ya con Claudia Sheinbaum como presidenta. Las declaraciones no cesaron, pues un día antes de la llegada del funcionario estadounidense, Trump reiteró sus habituales acusaciones: “Sheinbaum es una mujer estupenda, increíble en ciertos aspectos, muy elegante y hermosa. Sin embargo, la verdad es una sola, y es que México está controlado por los cárteles del narco. Está dirigido y controlado por ellos…”.

El factor Trump
Para Claudia Sheinbaum, lidiar con Trump no es una tarea fácil. Por un lado, debe enfrentar elogios y un trato aparentemente preferencial hacia su país, como lo demuestra la menor tasa de aranceles y las continuas pausas en la aplicación de medidas comerciales, según lo presumió recientemente. Por otro lado, debe intentar contener los efectos de las palabras del presidente estadounidense que acusan a México de estar controlado por los cárteles.
En la conferencia de prensa matutina previa a la reunión con Marco Rubio, Sheinbaum Pardo aclaró que “no es verdad esta afirmación que hace, nos quedamos con la buena relación”, manteniendo la postura de cordialidad que ha buscado transmitir en su relación con el inquilino de la Casa Blanca.
Sin embargo, en Estados Unidos la situación no se percibe tan positivamente. Jack Nicas, corresponsal de The New York Times en México, escribió: “Durante meses, la Sra. Sheinbaum ha intentado gestionar simultáneamente dos relaciones complejas: la de México con Estados Unidos y la suya con su poderoso partido. En esencia, ha reiterado que quiere colaborar con el presidente Trump, pero no acatar sus órdenes. Intentará caminar por esa cuerda floja de nuevo en Ciudad de México el miércoles, cuando se reúna con el secretario de Estado, Marco Rubio, para discutir cómo combatir a los cárteles de la droga”.
El 28 de marzo, David Frum, en The Atlantic, analizó la relación de la presidenta Sheinbaum con Donald Trump: “Otros aliados estadounidenses deben estar impresionados y envidiosos. ¿Cuál es el secreto de Sheinbaum? ¿Cómo está salvando a su país de la farsa Trump-Vance? La respuesta es sencilla, pero no es la que la estrategia de redes sociales del Palacio Nacional intenta proyectar. Contrariamente a lo que parece, el secreto de Sheinbaum es el apaciguamiento. La razón por la que la presidenta de México no ha sido criticada por su complacencia con Trump es que la oposición política y los medios independientes del país están demasiado abrumados como para identificar la política por lo que es. Pero la evidencia es evidente. El presidente Trump le ha planteado seis grandes exigencias a México. Sheinbaum las ha concedido todas”.
Lo escrito por Marco Rubio en su cuenta de X después de su reunión con la presidenta mexicana refuerza esta idea: “Gracias a nuestra colaboración con la presidenta @Claudiashein, Estados Unidos y México han fortalecido la seguridad fronteriza, han tomado medidas para desmantelar los cárteles, han avanzado en el intercambio de recursos hídricos y han promovido nuevas oportunidades económicas. Hoy abordamos estos temas y la importancia de resolver las barreras comerciales y no comerciales, de acuerdo con la política exterior de ‘América Primero’ de @POTUS”.
- Mis redes: https://linktr.ee/areyesvigueras


