Gonzalo Valdés Medellín
A finales de los años setenta llegó por primera vez al teatro mexicano, de la mano de Susana Alexander, la Buena madre judía, comedia donde la versátil actriz y directora realizó una ovacionada y reconocida creación de esta mujer que, con hijos y marido, ha transitado por muchos escenarios, a los que hoy retorna con nuevas historias, a partir del 10 de septiembre, en el Teatro Tepeyac.
Y como todas las familias, la de la buena madre judía no es la excepción, y creció… Los hijos ya “volaron” del hogar y comenzaron su propia vida; llegaron los nietos, y con ellos nuevos consejos, reclamos, y nueva diversión que podrá ser disfrutada a plenitud en esta renovada comedia.
En Yo soy una buena abuela madre suegra, la primerísima actriz Susana Alexander se pone de nuevo en los zapatos de esta judía (ahora en su calidad de abuela y suegra) que, amorosa, permanente, insistentemente y en ocasiones hasta “latosamente”, está cerca del alma de toda su familia. Una abuela judía que, como las mexicanas, cuida, consiente y protege a sus nietos, a los que también, de vez en cuando, reprende. Una suegra judía que, como las mexicanas, apoya, señala, apunta, observa, comenta las acciones de sus hijos, nueras y yernos, a los que también, de vez en cuando, regaña. Una abuela y suegra judía, como las mexicanas, que divierte, entretiene, exhorta, invita y aconseja al público, al que también, de vez en cuando, llama la atención.
Acompañan a Susana Alexander, Enrique Becker, Amara Villafuerte, David Grinber, José Ignacio Guerrero, Ariana Candela y Rebeca Lucía Irabien. La dirección es de la misma Alexander, con asistencia de Yunuen de la Mora y escenografía de Isabel Cházaro. El Teatro Tepeyac está ubicado en Calzada de Guadalupe esquina con Calle de Victoria, y las funciones de esta deliciosa comedia serán los sábados y domingos a las 18:00 y 20:30 horas.
Una oportunidad para ver teatro de altura y relevancia humana es Yo soy una buena abuela madre suegra judía, puesta divertida, conmovedora, entrañable, con una historia cercana a cualquier persona pues, ¿quién no tiene cerca de sí una abuela o una suegra como ella? ¿Y quién, además, no ha gozado con el inmenso y generoso talento creador de Susana Alexander?