Por Estela Bocardo
En general, suele relacionarse al elefante con la buena memoria, y estudios realizados por la Universidad de Sussex en Kenia, dirigidos por la doctora Karen McComb, parecen confirmarlo. Estudiando las comunicaciones entre elefantes del Parque Nacional Amboseli, en Kenia, los investigadores llegaron a la conclusión de que estos animales eran capaces de reconocer la llamada de más de cien individuos diferentes.
Al parecer estos sonidos, similares a un gruñido agudo, pueden servir para identificar a los demás individuos y formar parte de una red social relativamente compleja.
Otros estudios, dirigidos también por Karen McComb, confirmaron la capacidad de los elefantes de reconocer los restos de cadáveres de su misma especie, prestando especial atención a los correspondientes a miembros de su manada, que al parecer distinguen por su olor.
Cuando se encuentran con estos restos parecen rendirles un particular homenaje póstumo, tocándolos con sus trompas y pezuñas. Sin embargo, ante huesos de otras especies su indiferencia es total.
Mucha gente piensa que los elefantes tienen miedo a los ratones. En realidad, lo que ocurre es que los elefantes tienen una mala visión: sus ojos están a los lados de la cabeza, lo que hace que no sorteen las sorpresas o los movimientos bruscos y cuando se acerca un ratón se ponen nerviosos y un poco agresivos.
Se cree que existen “cementerios de elefantes”, ya que se han encontrado restos de elefantes en una misma zona, muy cerca uno de otro, lo cual es un mito. Lo que sí ocurre es que antes de morir, los elefantes por instinto, buscan el agua, por lo que muchos mueren cerca de ella y próximos unos de otros.
Características y comportamiento
Es el mamífero con el tiempo de gestación más largo (22 meses) y tienen un peso aproximado de 115 kg al nacer. Es común que una cría de elefante se quede junto a su madre aproximadamente de los 6 a los 12 años de edad. De los 12 a los 14 años el elefante está listo para procrear y si es macho puede dejar el rebaño pero las hembras tienden a quedarse en él.
El elefante produce una variada gama de sonidos, con los cuales expresa diversas emociones. El más conocido es el barrito, que hace cuando esta asustado. También utiliza infrasonidos, lo cual le permite comunicarse con animales situados a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos, de frecuencias de hasta tan solo cinco hertzios, se transmiten, además de por el aire, por tierra pudiendo ser detectados mediante las patas antes de llegar al oído del animal, al ser la velocidad de propagación del sonido mayor en el suelo que en el aire. Este desfase en la recepción de sonido podría servir al elefante para estimar la distancia a la que se encuentre su congénere.
Presentan una prolongación nasal muy desarrollada, denominada probóscide (comúnmente conocida como trompa), que gracias a su desarrollada musculatura les permiten utilizarla a modo de mano para agarrar objetos y comida. Los elefantes también poseen colmillos que son grandes dientes que salen de su mandíbula superior.
Los colmillos de elefante son una gran fuente de marfil, pero debido a la matanza de esta especie, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales. Los colmillos del elefante pueden pesar hasta 120 kg y tener hasta 3 metros de longitud, aunque lo normal es que midan menos de un metro.
Estos colmillos no son dientes caninos sino incisivos extremadamente largos y el marfil es la dentina que los forma.
Otra de las características de los elefantes es que poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático). La principal función de estas orejas es la termorregulación del animal. Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que en animales de ese volumen sería difícil conseguir por otros medios. La piel presenta delgados pliegues que, entrecruzándose, le dan un aspecto reticulado.
Les gusta estar en manadas. Se revuelcan en el lodo para evitar las picaduras de mosquitos.
Se alimentan casi exclusivamente de hierbas, cortezas de árboles y algunos arbustos, de los que pueden llegar a ingerir 200 kilogramos en un día. Son los mamíferos terrestres más grandes en la actualidad, en orden a su tamaño y peso. Un macho adulto africano puede llegar a pesar 7 mil 500 kilogramos aunque el récord conocido es de más de 12 mil kilos.
Viven generalmente hasta los 60 o 70 años (aunque en ocasiones superan los 70 años) aproximadamente. No se conoce exactamente un récord de edad para un elefante en libertad, se estima que en muy raras ocasiones han podido superar los 90 años de edad. En cautiverio el récord lo tiene el famosísimo elefante asiático Lin Wang, que sirvió para las “Fuerzas Chinas Expedicionarias” en la Segunda Guerra Sino-Japonesa. Falleció a los 86 años de edad en 2003.

