Por Miguel Monge Monge
(Primera de dos partes)

Morelia.- La postulación de Luisa María Calderón Hinojosa como candidato del PAN al gobierno de Michoacán podría romper, si se prueba que violenta el principio de equidad en materia electoral, en perjuicio de los otros dos aspirantes, reflexionó Víctor Manuel Tinoco Rubí.

Ecuánime en sus señalamientos pero al mismo tiempo tajante, el ex gobernador michoacano abundó: la denuncia de esta irregularidad debe ser canalizada cuanto antes al Instituto Electoral de Michoacán, con los fundamentos necesarios, y confiar en que este órgano resuelva conforme a derecho.

Por otra parte, el también ex senador de la República por el PRI se dijo sustentablemente esperanzado en el triunfo electoral de Fausto Vallejo Figueroa, de quien afirmó, a propósito de difamaciones firmadas por
sus opositores,  que lo ha visto fuerte, vital, incluyente y propositivo. “¡Cuál enfermo, hombre!, yo lo veo sano a más no poder. Quienes afirman lo contrario incurren en difamaciones que deben probar, so pena de que su eventual
omisión los haga merecedores de las sanciones correspondientes”.

Con datos y estadísticas frescas, tanto que cualquiera diría que datan de semanas atrás, Tinoco Rubí recordó que con Vallejo Figueroa como oficial mayor de su gobierno, su administración 1996-2002 impulsó programas de obra pública sin precedente, rescató el centro histórico de Morelia del ambulantaje, pero sobre todo, heredó a su sucesor finanzas sanas con un endeudamiento público de apenas 152 millones de pesos, de los cuales 15 millones debía su gobierno y el resto los ayuntamientos.

Grave error, las descalificaciones

¿A qué instancias debe acudir el priísmo michoacano, y sobre todo en qué momento tendrá que hacerlo, para frenar la campaña sucia contra su aspirante a la gubernatura?

Existe un error en la estrategia de los candidatos o partidos políticos dedicados a la descalificación, al rumor y la difamación, como el instrumento más importante para tener presencia ante la ciudadanía. Están cometiendo un gravísimo error.

Primero, porque ya en los hechos hemos visto casos en que cuando se utilizan dichos procedimientos, sus autores deben resignarse a que la ciudadanía les dé la espalda. Cada vez son menos los ciudadanos que atienden o comulgan con ese tipo de prácticas.

Hay que recordar que la pérdida de popularidad que afectó a Andrés Manuel López Obrador fue debida precisamente a su insistencia por descalificar a los gobiernos priístas y a los candidatos del PAN.

Independientemente de las querellas que el priísmo decidiese emprender, las descalificaciones y difamaciones están prohibidas. Nadie puede utilizar a medios de comunicación para difundir o resaltar situaciones no acreditadas o no fehacientes, y que buscan dañar al contrincante político.

Pero yo me voy más a lo político, a lo que considero una estrategia torcida, errada; que en su momento cada quien asuma las consecuencias de sus equívocos.

Usted ya derrotó en las urnas a un Calderón Hinojosa. Consigna la historia que Víctor Manuel Tinoco Rubí dejó en la tercera posición, después de Cristóbal Arias Solís, al fallido gobernador de Michoacán y actual presidente de México. ¿Qué le aconsejaría a Vallejo Figueroa para que por su parte repita en este momento una conquista similar?

La estrategia de un candidato que tiene la posibilidad de comunicarse con su gente, con sus electores, para mí resulta hasta cierto punto sencilla y práctica. Todos hemos conocido las propuestas de los candidatos; si las analizamos una por una y hacemos un comparativo nos vamos a encontrar con que todas tienen los mismos propósitos. Los diagnósticos de las carencias del estado los hemos escuchado, los conocemos.

Sin embargo, para mí eso no basta y ni tampoco es suficiente con acudir a frases aparentemente impactantes. Más bien de lo que se trata es que la ciudadanía escuche a un candidato interesado en conocer su problemática, en forma puntual, hasta regional; por ejemplo, si yo voy a Apatzingán y le digo a los habitantes de la comunidad de Chila, (allí tenemos la necesidad de 6 bordos que no se pudieron hacer por equis o zeta, porque la obra convenida no se amarró con el congreso, etcétera), que tengan garantizado que en mi propuesta de presupuesto al congreso, lo primero que voy a hacer es resolver esa carencia y lo vamos a emprender bajo este esquema.

Ese impacto ante la ciudadanía en su lugar de residencia beneficiará a cualquier candidato, sea priísta, perredista o panista. Uno de los graves problemas que enfrentamos no solo en Michoacán sino en el país entero, consiste en que la distribución del gasto es equivocada, el ejercicio del gasto público no se hace atendiendo las necesidades regionales, es un esquema muy acartonado del congreso que lo deciden entre el ejecutivo y el poder legislativo local. Luego lo mandan al poder federal, a través del Congreso de la Unión, y allá hacen los ajustes que consideran necesarios, pero no toman en cuenta las carencias de las regiones, de las presidencias municipales, vamos, ni siquiera las de las comunidades cuya vasta extensión territorial y nutrida población humana tendrían que merecer una atención prioritaria.

Un candidato que se compromete en forma concreta a cumplir, a satisfacer las necesidades de cada región, y eso para mí implica un contacto permanente con la ciudadanía, un conocimiento del estado, ese abanderado merecerá sin duda la confianza mayoritaria.

Cuenta conmigo al cien por ciento

Tinoco Rubí dice mantenerse atento a las campañas de los tres candidatos. ¿Ha podido percibir que ese compromiso mencionado por usted esté siendo asumido en particular por el abanderado del PRI?

En la última de sus propuestas ya le vi a Vallejo Figueroa algo más concreto, cuando manejó que la contraloría debería estar en manos de la sociedad. Una de las deficiencias que tenemos es la marginación de la sociedad, la hemos hecho apática, le hemos negado espacios de participación en política, y eso es responsabilidad de quienes ejercen en un momento dado el poder público.

Desde luego, Vallejo Figueroa puede contar conmigo al cien por ciento. Ya he atendido con mucho gusto dos o tres invitaciones de su parte y estoy dispuesto a acudir a nuevos llamados. Estoy cierto de que el candidato de mi partido va a convencer a las mayorías. Recordemos, a propósito, que la cifra clave para ganar la elección el 13 de noviembre es de 600 mil sufragios. Quien los acumule a su favor, ojalá que sea Vallejo Figueroa, insisto, podrá decirse ganador. Espero que los priístas no olviden que nuestro voto duro no pasa de los 350 mil sufragios y que hay que trabajar mucho para ganarnos los 250 mil restantes, tan necesarios.

Además, no se puede concebir en este momento ninguna acción política que excluya el concurso social, y la propuesta de Vallejo Figueroa me gustó. Las contralorías de los estados, y lo digo con todo respeto, no sirven más que como instituciones de persecución política, solo responden a intereses de sus jefes, que en los estados es el gobernador y en el plano nacional es el presidente de la República. Son inútiles esas contralorías.

La gente ambiciona un manejo transparente de los recursos y clama que se acabe con la opacidad. Por lo anterior, la propuesta de Vallejo Figueroa es interesante, lo que sigue ahora es aterrizarla, darle la estructura necesaria, proveerla de elementos de vinculación  y respaldarla con principios de legalidad.

Mi patrimonio, los hechos

¿Qué valoraciones le merece la intromisión del gobierno federal en el proceso comicial michoacano?

Independientemente de que se acredite que los recursos públicos federales están siendo utilizados en un proceso electoral, esa intromisión es deplorable; en principio, respeto el derecho de todo ciudadano de participar en política porque es una conquista que consagra la Constitución, pero también hay principios, hay valores.

¿Qué asesoría u orientación repetiría ahora con Vallejo Figueroa para que el PRI no sufra otra derrota electoral?

El único patrimonio de un ex gobernador o de un mandatario es lo que se puede demostrar en los hechos. Por mi parte, al terminar mi ejercicio gubernamental entregué un estado seguro, reconocido no solamente por los números que están en el Consejo Nacional de Seguridad, que consideraban a Michoacán entre los estados más seguros, después de Tlaxcala y Colima; claro, sin dejar de mencionar que la situación actual es diferente. Entregué un estado sin deuda pública crítica: 152 millones de pesos, de los cuales 15 millones debía el estado y la cifra restante la debían los municipios. Se ha dicho y se han manejado mucho las cifras, no tiene caso, allí están los elementos contables, los estados financieros, las cuentas públicas que acreditan que lo que afirmo es la realidad.

Hablo de un producto interno bruto que también se ha querido descalificar y a propósito de lo cual invito a quienes deseen consultarlo para que comprueben que logramos un crecimiento sin precedente en 1999 y 2000, aún cuando se insista en maquillar cifras.

Además, entregué un estado con infraestructura, con obra; dejamos a Morelia preparada para constituirse en un atractivo turístico generador de fuertes ingresos y divisas; recuerdo que estuvimos a punto de perder el título de Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, pero recuerdo también que gracias a la negociación que logramos con el ambulantaje pudimos recuperar las 6 plazas de la ciudad. Mi gratitud hacia esa comunidad que aceptó su reubicación.

A propósito de los logros de un gobierno priísta, el que yo tuve el honor de encabezar y que pueden ser capitalizados por Vallejo Figueroa, están inscritos en un reporte de Moody’s de México, que calificó mi administración en los siguientes términos: “Las finanzas públicas reflejan una situación en total equilibrio, toda vez que los pasivos originados por un pequeño déficit, fueron cubiertos  prácticamente en su totalidad con los ingresos de los primeros 40 días del ejercicio fiscal 2002, mientras que los pasivos existentes de corto, mediano y largo plazo no son significativos, lo que permitirá a la próxima administración una gran flexibilidad financiera, para la realización de su programa de gobierno”.