La voz de los indignados de Nueva York llegó para quedarse en el puente de Brooklyn. La protesta, impulsada por el movimiento Ocupa Wall Street, dejó un saldó de 700 detenidos por bloquear el tráfico en la estratégica vía de comunicación, que ya fueron liberados.

Los manifestantes, que desde el 17 de septiembre intentan “ocupar” Wall Street en protesta contra la corrupción, la codicia y los recortes en el presupuesto del Gobierno federal, fueron ignorados por los grandes medios estadounidenses.

La tasa de paro en Estados Unidos no baja del 9%, y el 45% entre los 14 millones de desempleados está sin trabajo desde hace más de seis meses. “Los derechos de los trabajadores son derechos humanos”, recordaba un manifestante en Nueva York. Sin empleo y con los ingresos cayendo de nuevo, uno de cada seis estadounidenses vive por debajo del umbral de pobreza.

El movimiento Ocupa Wall Street, visto como una antítesis liberal del Tea Party, arrancó con decenas de personas no muy organizadas. Ahora, también gracias al efecto réplica de las redes sociales, moviliza a miles, tirando de la rabia y la frustración producidas por la crisis y las ayudas en masa a la banca.

Cientos de pancartas y carteles escritos a mano se podían ver en uno de los rincones de la plaza con leyendas como “No seas tímido, únete a nosotros”, “Los banqueros de Hitler-Wall Street”.

Redacción/mc