Luego de los escándalos de los fallidos operativos “Rápido y Furioso” y “Receptor Abierto”, la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) anunció una reestructuración general y la revisión de todas sus prácticas investigativas.
Todd Jones, el nuevo director de la ATF, quien ocupó el liderazgo tras la salida de Kenneth Melsi, destacó que se esforzará por reconstruir una relación de confianza con el gobierno de México: “Vamos a trabajar para reconstruir esa confianza. Tenemos trabajo que hacer”, dijo Jones en alusión al impacto de los operativos que permitieron el trasiego ilegal de armas a México.