El estruendo despertó a los habitantes de localidades aledañas y prendió los ‘focos rojos’ de todos los sistemas de rescate de Puebla, Tlaxcala y el Estado de México, quienes por varias horas no se dieron abasto para atender la tragedia, ante tal magnitud.

Autoridades estatales y federales informaron que la toma clandestina que sujetos desconocidos realizaban, provocó la explosión, registrada alrededor de las 05:30 horas de ayer, pues se les salió de control la “ordeña”, lo que causó el estallido en los oleoductos que salen de la Estación de Bombeo número 7 de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Al lugar arribó la Coordinadora General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (SG), Laura Gurza Jaidar, quien confirmó que entre las víctimas mortales había más de cinco menores de edad y que por lo menos 10 integrantes de una misma familia perecieron.

En tanto, decenas de lesionados fueron trasladados a diferentes hospitales de Texmelucan, así como de Puebla y Tlaxcala

Sobrevivientes narraron a este Diario que al momento en que descansaban en sus hogares sintieron una fuerte explosión y al mismo tiempo la energía eléctrica se interrumpió, para dar paso a las llamas tanto en viviendas como en la carretera, pues hasta el asfalto se incendió; en algunas casas el fuego alcanzó los 20 metros de altura.

La detonación se sintió a varios kilómetros a la redonda y justo cuando los primeros rayos del sol se asomaban, fue visible una inmensa columna de humo, lo que literalmente daba cuenta de la dimensión de los hechos.

“Al ver lo sucedido intentamos salvarnos, corrimos en busca de un lugar seguro, pero no todos tuvieron la oportunidad de hacerlo; en muchas casas el fuego se los impidió porque bloqueó sus accesos y otros todavía dormían”, relató conmocionada la señora María “N”, habitante del fraccionamiento que se ubica a un costado de la plaza Cristal, cuyas viviendas también fueron alcanzadas por las llamas.

Los cuerpos de socorro con los que cuenta San Martín Texmelucan se vieron rebasados, pero con la ayuda de brigadas de auxilio de Tlaxcala y de los municipios de Nopalucan, Cholula, Huejotzingo y de la ciudad de Puebla, además de personal de Pemex y del Ejército Mexicano, lograron, tras unas cuatro horas, controlar la emergencia.

De las viviendas fueron retirados cientos de tanques de gas doméstico (LP) para evitar nuevas explosiones, y alrededor de las 09:30 horas, cuando se pensaba que todo estaba controlado, cinco registros de drenaje del bulevar San Damián explotaron, pero las cosas no pasaron a mayores, ya que las autoridades argumentaron que se debió a la acumulación de material, producto de la fuga de combustible.

Más tarde, decenas de elementos del Ejercito Mexicano, destacamentados en la 23 zona militar de Tlaxcala, encabezados por su general, José Juan de Dios Bolaños Vásquez, acordonaron la “zona de desastre” e implementaron el plan DN-III-E, para ayudar a quienes todavía se encontraban en el interior de sus viviendas, principalmente en la calle Altamirano, por donde cruza el ducto que explotó.

Paramédicos de Cruz Roja de Tlaxcala y Nopalucan, así como de Rescate Briasa de Tlaxcala y Tepetitla, trasladaron a decenas de lesionados al hospital integral de Texmelucan, quienes presentaban quemaduras de primero, segundo y tercer grado en su cuerpo, mientras que en el Hospital General de Tlaxcala fueron internados 17 heridos, de los cuales tres fueron reportados como graves.

Testigos manifestaron que por el afluente del río Atoyac también se observó fuego, debido a que ahí se regó el material que pretendía ser robado; ante ello, personal de la paraestatal acudió a verificar la situación en la comunidad de Villalta, perteneciente al municipio de Tepetitla de Lardizábal, pero indicaron que era poco probable que se suscitara otra explosión.

Refugia Tlaxcala a víctimas

Ante la incertidumbre y el miedo, cientos de personas decidieron abandonar sus viviendas para mantener a salvo a sus familias, pues no alcanzaban a entender lo que sucedía.

Incluso, a un costado de la autopista Tlaxcala-San Martín se observó a personas huyendo a pie hacía municipios del estado de Tlaxcala, donde recibieron refugio. Varios de ellos llevaban consigo documentos que avalan sus propiedades.

La Secretaría de Salud (Sesa) informó que en el Hospital General de Tlaxcala ingresaron 17 pacientes (10 del sexo femenino y siete del masculino), de los cuales 13 recibieron alta, tres estables y uno más trasladado a un nosocomio de Puebla.

Las personas hospitalizadas responden a los nombres de: Cupertino García García, de 25 años, quien presentó quemaduras en el 45 por ciento de su cuerpo, por lo que fue trasladado al Hospital Universitario de Puebla.

Felipe Luna Romero, de 56 años edad, presentó quemaduras de primer y segundo grado en el 36 por ciento de su cuerpo; Ronsedo Ramírez López, de 42 años de edad, tiene quemaduras de segundo grado en el 18 por ciento de su cuerpo.

Ubaldo Cabello Ramírez, de 39 años de edad, sufrió quemaduras de segundo grado en dorso y brazo, en el 22 por ciento de su cuerpo; David Cervantes Sánchez, de 29 años, con quemaduras de segundo grado en la cara, pero ya fue dado de alta.

Andrés Cabello Ramírez, de 12 años, presenta quemaduras de segundo grado en brazo izquierdo, también fue dado de alta, al igual que Abril Barranco Rayón, de 12 años, quien sólo registró heridas en un dos por ciento de su cuerpo, y Brenda Madrid Juárez, de 19 años, con quemaduras de primer grado.

Guadalupe Madrid Juárez, de 16 años; Olga Ramírez López de 48 años; Rocío Cabello Ramírez; Alejandro Madrid Cante, de 46 años; Teresa Juárez Sarmiento; Agustina Juárez Sarmiento, de 45 años, y Roberto Morales, de 55 años, también fueron dados de alta, al registrar quemaduras en diversas partes del cuerpo que no ponen en riesgo su vida.

Entre las personas que presentaron crisis nerviosa se encuentran Fermín Juárez Arrollo, de 60 años de edad, quien fue dado de alta junto con Alejandro Antonio Madrid Juárez, de 19 años.