Este domingo se registró el peor brote de violencia desde que el ex presidente de Egipto, Hosni Mubarak, fuera derrocado en febrero, donde al menos 24 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en El Cairo.
Los disturbios se produjeron cuando cientos de cristianos coptos se manifestaban en la capital contra el ataque a una iglesia en la provincia de Aswan, en un hecho que este grupo religioso achaca a musulmanes radicales.
La televisión egipcia mostró imágenes de los manifestantes enfrentándose a las fuerzas de seguridad y vehículos militares quemados a las afueras del edificio de la televisión estatal.
Como consecuencia de los choques, las autoridades emitieron un toque de queda en algunas zonas de la capital.
Las tensiones sectarias han aumentado en los últimos meses en Egipto.
Los coptos —que representan alrededor del 10% de la población— acusan al consejo de gobierno militar de ser demasiado indulgente con los autores de una serie de ataques anticristianos.
Redacción/mc