Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la situación de la tortura en Afganistán es “sistemática”, por lo que las autoridades de la OTAN decidieron no entregar más prisioneros a la policía afgana o a los servicios de inteligencia de ese país, porque consideraron que sus derechos serían violados.

La ONU reporta que los detenidos son colgados por las manos, azotados con cables, se les arrancan las uñas de los pies y sus genitales son retorcidos hasta que pierden la consciencia debido al dolor. A veces, sufren amenazas de abusos sexuales.

“Existen pruebas de un convincente y sistemático patrón de tortura y pésimo tratamiento hacia los prisioneros”.

Según los investigadores de la ONU, el maltrato de la policía nacional a los presos es menos brutal y está menos extendido.

Ante esta situación atroz, el Gobierno de Kabul rechazó el documento al asegurar que no existe uso sistemático de la tortura, pero reconoce que existen “deficiencias” en el respeto a los derechos humanos.

Elaborado por la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), el informe se ha basado en entrevistas a 379 detenidos en 47 centros de detención distintos y cárceles de 22 provincias que fueron realizadas entre octubre de 2010 y agosto de 2011.

Redacción/mc

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