Entrevista a John Ackerman/Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam

Por Moisés Castillo

El escritor Eduardo Galeano dice que el miedo seca la boca, moja las manos y mutila. Y es verdad. Los gobiernos de derecha buscan convertir a los ciudadanos en sordomudos: miedo de decir, miedo de escuchar.

Pareciera que el presidente Felipe Calderón sólo tiene una estrategia: el miedo. Ante su fallida guerra contra el narcotráfico que ha generado 50 mil muertos, 10 mil desaparecidos y 230 mil desplazados, el miedo es su arma perfecta para que el PAN se mantenga en el poder. Así llegó a Los Pinos.

Tan sólo hay que recordar sus spots cuando era candidato presidencial. Decía que Andrés Manuel López Obrador era un “peligro para México”. Diseñó una campaña de odio tipo “no votes por otra crisis” o la lamentable comparación de López Obrador con Hitler “¿Quiénes clausuran los Congresos?”.

“Honestamente tenía razón y sigo considerando que fue una decisión correcta decirlo en una campaña electoral”, sostuvo el presidente Calderón en octubre de 2010.

Al comenzar formalmente el proceso electoral de 2012, el gobierno federal lanza operativos policiacos en Guerrero y Veracruz ante la violencia imparable. Tan sólo en ese estado donde gobierna Javier Duarte, se registraron 83 asesinatos en tres semanas. Y es precisamente Veracruz una entidad clave para la elección federal, ya que cuenta con más de cinco millones de electores, la tercera más amplia del país, sólo detrás del Estado de México y del Distrito Federal.

Hay que recordar que en los últimos cinco años, el PAN ha perdido presencia territorial y ha sufrido un descalabro electoral en 2009. Actualmente cuenta apenas con 142 diputados cuando en la anterior Legislatura 2006-2009 tenía 206. En 2010, el PAN perdió gubernaturas como Querétaro y Tlaxcala, un fracaso que se mitigó con las victorias en alianzas con la izquierda en Sinaloa, Oaxaca y Baja California Sur.

Además, en las más recientes encuestas, el aspirante priísta a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, es el mejor posicionado en las preferencias electorales, seguido de López Obrador y en tercer lugar Josefina Vázquez Mota.
El miedo no es exclusivo de México

Ante esta realidad desalentadora, no sólo en el plano de la seguridad pública sino en temas como el poco crecimiento económico, el desempleo y la educación de mala calidad, Calderón insiste en seguir fomentando el miedo y la “mano dura” hasta al final de su sexenio.

Este fenómeno del miedo no sólo es exclusivo de México, también en otras naciones del continente los gobiernos hacen de todo para mantenerse en el poder. Tal es el caso de Hugo Chávez. Rumbo a las elecciones de 2012, en las que buscará una nueva reelección, el presidente de Venezuela emprendió una nueva ofensiva contra la oposición basada en la táctica del miedo.

Chávez acusó a la opositora Mesa de la Unidad Democrática y la cúpula empresarial Fedecámaras de tener una estrategia para debilitar las Fuerzas Armadas, desestabilizar el país y promover una intervención internacional contra su gobierno.

En Guatemala, el derechista Otto Pérez Molina, general retirado de 61 años, es el candidato favorito para ganar las elecciones y se perfila como el primer militar en llegar al poder desde 1986, cuando volvió la democracia y el Ejército cedió el mando. “Mano Dura” lo llaman y un puño es el emblema de su partido porque quiere transmitir un mensaje de firmeza y carácter.

Ante el desprecio de Calderón de cambiar la estrategia antinarco y las consecuencias devastadoras que ha generado, el pasado martes un grupo de intelectuales, periodistas y abogados iniciaron ante la Corte Penal Internacional de La Haya un proceso para que el Presidente, su equipo de seguridad y narcotraficantes sean juzgados por la sistemática violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.

“Lo que solicitamos al fiscal de la Corte Penal Internacional es una investigación por las desapariciones forzadas, por el reclutamiento de niños menores de 15 años como sicarios, por las ejecuciones extrajudiciales cometidas por soldados, por la mutilación de enemigos como forma de intimidación. Por la violación sexual de mujeres y niñas, por los actos de tortura perpetrados y tolerados por el Ejército”, precisó en conferencia de prensa Netzaí Sandoval, abogado redactor de la denuncia y experto en derecho internacional.

Entre los 20 mil firmantes se encuentran Edgardo Buscaglia, abogado e investigador de la ONU; Epigmenio Ibarra, presidente de Argos Comunicación; José Rosario Marroquín, director del Centro de Derechos Humanos Pro Juárez; Julio Scherer Ibarra, jurista; Loretta Ortiz Ahlf, del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana; Irma Eréndira Sandoval, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM; Miguel Badillo, director de la revista Contralínea; Rafael Barajas, “El Fisgón”, de La Jornada.

El miedo con fines electorales

Para John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y uno de los impulsores de la denuncia civil más grande que recibirá la Corte Penal Internacional en su historia, es lamentable que Calderón siga con su discurso triunfalista contra el narco y utilice el tema de la violencia con fines electorales.

“El Presidente sabe —dice— que su partido va en tercer lugar y si esto se mantiene, vamos acercándonos a la elección presidencial y él mismo se da cuenta de que no va a poder ratificar a su partido en el gobierno. Ahí sí me preocupa por esta «mano dura» que él ha demostrado, que él mismo podría impulsar acciones encaminadas a reventar alguna elección constitucional el año entrante por el miedo a la violencia, por el miedo al narcotráfico”.

¿Estamos observando miedo sofisticado desde el poder?

Es la misma estrategia que usó Ernesto Zedillo en 1994 cuando apareció públicamente el movimiento zapatista y la llegada de la crisis económica. El PRI usaba este plan del miedo: somos los únicos que garantizamos la paz. La advertencia fatalista “si no votan por una continuidad los zapatistas nos llevarán al caos”. También Vicente Fox y Calderón hicieron lo mismo con López Obrador. Ahora se repite la historia nada más que aderezado con la narcoviolencia terrible que vivimos.
Casualmente estamos viendo decenas de asesinatos en estados  electoralmente ricos en votos…

Aquí lo que llama la atención es que en estados como Veracruz y Guerrero recientemente hubo cambios en los gobiernos estatales, un relevo en el poder y pareciera que esto tiene un efecto sobre la violencia y las alianzas con el narco. Uno puede sospechar que si hay nuevas alianzas del narco con los gobernadores eso genera un reajuste entre los grupos delictivos y genera homicidios en serie. Los mismos gobernadores dicen que ahora sí están atacando el narco y que por eso se ha disparado violencia. En gran medida las autoridades públicas están implicadas con el narcotráfico, la sociedad sabe que en el tema del narco no es un caso de buenos contra malos y esto genera una preocupación alarmante.

Generar interés ciudadano

En la conferencia de prensa se habló de “crisis humanitaria”, ¿cómo repercutirá en la participación ciudadana en 2012?

Si la violencia sigue como está, si se agrava, la gente no va a querer salir a votar. La gente va a tener mucho miedo, una “buena” señal es que los cárteles de la droga no han demostrado mayor interés para reventar las jornadas electorales. A ellos les interesa influir directamente en los políticos. Lo más importante es que estas precampañas y futuras campañas generen interés en los ciudadanos y se escuchen propuestas de fondo para resolver este problema tan grave de la inseguridad.

¿Veremos en los próximos meses un uso político-electoral de la Procuraduría General de la República?

Hemos visto antecedentes lamentables como el michoacanazo, como el de Quintana Roo, Hank Rhon. La PGR ha demostrado ser un fiel soldado en materia política-electoral del presidente de la república y esperemos que evite esa tentación. Y los ciudadanos claro que tenemos el derecho de saber si un candidato tiene algún antecedente penal pero que sea con rectitud y con apego a la ley sin expedientes filtrados a última hora, eso sí no se vale en una competencia político-electoral democrática.

¿El gobierno estará usando de forma malvada la violencia con fines electorales en 2012?

Hay una separación muy fuerte entre las precampañas y el tema de la violencia del crimen organizado. Nadie está hablando en serio sobre cómo combatir eficazmente el crimen organizado, nadie está debatiendo ideas nuevas o alternativas ante este grave flagelo. Tendríamos que escuchar de estos precandidatos propuestas específicas que están ahí como el documento de la UNAM, por ejemplo, y que tendrían que retomar para abrir el debate porque es el gran problema que tenemos aunado a la crisis económica. Lo que estamos viendo es una utilización mediática por parte del presidente Calderón para justificar otra vez su “mano dura” y decir otra vez que la ola de violencia es síntoma de que vamos ganando esta guerra. Es increíble que cinco años después estemos en el mismo lugar: Calderón llegó a Los Pinos y anunció su Operativo Chihuahua, luego el Operativo Michoacán y vemos un fracaso total. Ahora está haciendo lo mismo en Guerrero y Veracruz sin ningún cambio significativo.

¿Cuáles serían los riesgos más preocupantes para la elección presidencial?

Estamos en una grave situación. Uno pensaba que en 2006 era lo más fuerte que podíamos ver, una crisis política muy fuerte, pero 6 años después estamos frente  una situación más preocupante por el factor del narco y la actitud necia del presidente Calderón y posibles reacciones en materia electoral por la manipulación de la opinión pública y el pacto explícito que tiene Enrique Peña Nieto con las grandes televisoras. La división de la izquierda y un IFE “mocho” no abonan a una elección competida y equitativa. En este proceso amañado en la designación de los consejeros se debería declarar desierta esta convocatoria y forzar a la clase política para reformular otro procedimiento de elección.