Entrevista a Yoloxóchitl Bustamante Díez/Directora general
Por Irma Ortiz
Fue primer lugar de la generación 1963 en la carrera de ingenieros bioquímicos del Instituto Politécnico Nacional, hoy es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Trabajó en la iniciativa privada pero tiene una amplia experiencia docente ya que nunca se desvinculó de su alma mater.
Yoloxóchitl Bustamante Díez, primera directora del Politécnico se apasiona cuando habla de esta institución: fuerte, pujante que recientemente cumplió 75 años de edad, “un bebé” como lo califica, en la historia de las universidades del mundo.
170 mil alumnos en aulas y a distancia
¿Qué significa encabezar una institución con 75 años y con tanto prestigio?
Hay que celebrar los muchos esfuerzos en la vida de esta institución, desde los fundadores que tuvieron la idea y luego la participación del presidente Lázaro Cárdenas, el estadista más grande que hemos tenido y quien decide fundar el Politécnico, en una condición nacional difícil que requería de la reconstrucción del país. La misión fue generar los recursos humanos calificados para apoyar ese proceso.
Todos los directores generales del Politécnico han tenido participaciones que construyen y agrandan la actividad de nuestra institución hasta ahora a un periodo maravilloso, porque tuve la oportunidad de llegar a esta posición y tener la lotería de que me tocara la celebración de los 75 años.
¿Situación actual del Politécnico?
Estamos prácticamente en 170 mil estudiantes en las modalidades presencial y a distancia. Con una oferta en la formación de lenguas extranjeras muy amplia; centros de educación continua con cursos y diplomados. Son 12 centros de educación continua y esto hace que el total de la población alcance un poco más de 350 mil usuarios.
En la parte de la educación confirmamos cada año que mantenemos la calidad a través de acreditaciones que organismos externos nos hacen a partir de que la SEP hace 4 años fundó la prueba Enlace a las instituciones de calidad, a aquellas que tuvieran más del 90 por ciento de su matrícula en programas acreditados. Nuestros estudiantes, nuestro sistema, tiene el primer lugar en calificaciones entre bueno y excelente, tanto en las competencias para la lectura como en matemáticas.
En el nivel de posgrado, tenemos los programas en el padrón de calidad del Conacyt, ocho programas internacionales en esa área que empezamos a mover. La idea es que se incrementen los programas con calidad suficiente para ser internacionales y con programas consolidados. Esto se apoya mucho con las actividades que desarrollan los miembros que pertenecen al sistema nacional de investigadores que estamos en alrededor de 760, con tendencia a crecer. Lo de menos sería incorporar a más investigadores, el problema es que cada investigador incorporado implica recursos.
Hay que darle un lugar decoroso para trabajar, equipamiento y cuando no se puede conseguir a través de las mismas convocatorias que ofrece el Conacyt y otros organismos nacionales e internacionales, todo esto debiera de cubrirlo el Instituto y el presupuesto no da.
Otra vertiente con intensa actividad es la vinculación. Espero cerrar este año con poco menos de mil millones de pesos del total convenido en contratos y convenios con el exterior del Politécnico, que implica instituciones paraestatales, empresas y organismos a los que les damos diferentes servicios. Hay convenios tanto con instituciones nacionales como en el mundo y una actividad muy extensa en lo que es la promoción del emprendurismo y en la incubación de empresas.
Nuestro centro de incubación de empresas de base tecnológica está desde hace 7-8 años y somos reconocidos por la Secretaría de Economía como uno de los mecanismos que usan para todas las incubadoras que se forman en el país.
Esfuerzos en el campo educativo
En un país tan necesitado de ampliar la oferta educativa, lo que vemos son reducciones al presupuesto. ¿Cuál es el futuro para un país que no le apuesta a la educación, ciencia y tecnología?
El país a través de diferentes gobiernos ha hecho esfuerzos en el campo de la educación. Somos un país con una población muy grande y eso dificulta las posibilidades. Lo más grave es que un porcentaje importante de nuestra población está en comunidades pequeñas, alejadas entre sí, a las cuales es difícil hacerles llegar el servicio educativo.
Avanzamos bastante en este sexenio. Partimos de un veintitantos por ciento de jóvenes en edad para estar en educación superior y ya alcanzamos el 30 por ciento que se había fijado como objetivo del sexenio. Hay esfuerzos, quizá no han sido en la magnitud que se necesitan para alcanzar el desarrollo que el país requiere.
No hemos tenido una política francamente orientada en lo económico a esta dirección; está el consenso en el gobierno de la trascendencia de la educación y se hace el esfuerzo, pero en el enorme rejuego de problemas que tiene el país, no se le ha asignado el apoyo presupuestal suficiente para que se dé este desarrollo como quisiéramos.
El Politécnico tiene un presupuesto para mantener la operación pero no nos permite crecer y hay muchas posibilidades de crecimiento tanto en el aumento de cobertura en la matrícula a nivel medio superior, superior y posgrado como en el de centros de investigación y actividades de investigación.
En pesos y centavos
¿En cifras, cuánto se requeriría en 2012?
Considerando el mínimo de proyectos pensados, estimamos en cerca de mil 200 millones de pesos. Pasamos de 10 mil 800 en 2010 a 11 mil 480 en 2011 y estamos llegando a 11 mil 900 para el 2012. Necesitaríamos por lo menos mil 200 más para consolidar proyectos prioritarios de unidades que están creciendo en Zacatecas; el proyecto congelado en La Paz, Baja California Sur, único estado que no tiene escuela de medicina.
Hay interés del estado de Hidalgo para crecer y presentar matrícula; también en Guanajuato nos invitan, ahí tenemos una instalación de nivel superior. Se busca tener una escuela de nivel medio superior y hay dificultades para que los jóvenes que salen de la educación media superior tanto en Guanajuato como en Zacatecas —donde hay otra unidad— logren los estándares para entrar al Politécnico.
Otros proyectos importantes son los clusters [agrupaciones o cadenas productivas]. Iniciamos un cluster en Veracruz, con la idea de tener centros de educación continua que nos permitan atender a nuestros egresados y ofrecer educación a distancia en la zona, lo cual contribuye a la matrícula.
Un centro de incubación de empresas porque en esas regiones hay una actividad productiva que no está bien atendida en su organización como empresas y no tienen la productividad que podrían tener; apoyar comunidades productivas de la zona y tercero, un centro de investigación.
En el caso de Veracruz, es un centro que atenderá los problemas del Golfo de México. Tenemos gente en diversos centros que ya hace este trabajo y que podríamos reubicar para que esté junto al mar realizando estos estudios.
Hay el interés de hacer otro cluster en Sonora y participamos en otro en el parque industrial Azcania en Azcapotzalco, donde esperamos esté disponible el espacio, para empezar a trabajar.
Hay otros proyectos internos fundamentales, el más grande, requiere casi 500 millones de pesos y es la renovación y adecuación de todo el equipamiento de laboratorios y talleres en planteles de educación media superior.
Cada año invertimos de a poquito, no hemos logrado renovar la totalidad de la planta, se trata de seleccionar lo que está vigente y complementarlo en todas las escuelas, para apoyar la parte tecnológica, experimental que tienen que hacer los estudiantes y hacerlo en las mejores condiciones.
El segundo proyecto de interés interno es la renovación de edificios en Zacatenco. Inmuebles que se construyeron a finales de los 50 y empezaron a trabajar en los 60. Con 50 años y sin un reforzamiento a sus estructuras hay el temor de que no resistan cierto nivel de sismos. Empezamos la renovación en los edificios 2 y 3 de la ESIME, se desbarató la fachada, su operación interna se rehizo y se reforzó la estructura para garantizar los estándares actuales de resistencia sísmica y luego se les volvió a vestir con las mismas fachadas porque el conjunto está protegido por el INAH.
El último proyecto fundamental es la instalación de un sistema de seguridad a base de tecnologías para los campos del Politécnico. Tenemos policía, muy poca, porque no nos alcanza el presupuesto para más que en los puntos de contacto con el exterior están presentes para impedir que entre, quien no debe entrar. A veces es difícil detectarlo, porque puede entrar alguien con una apariencia de estudiante o de profesor y uno no sabe la clase de sabandija que entró.
Hemos tenido intrusiones que nos han perjudicado de tal manera que además de esta presencia de la policía, pensamos en tecnologías que permitan vigilar los exteriores.
No pedimos apoyo para cosas intrascendentes. Solicitamos recursos para la actividad central de la institución que es aumentar la cobertura con calidad y seguridad. Las condiciones que vivimos no son fáciles, estamos en la ciudad de México, en Tamaulipas, en Durango, estados donde la situación no es sencilla y tenemos la obligación de proteger a nuestra gente.
Poli virtual
Y también apoyan funciones de educación virtual como el acuerdo firmado con la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Tenemos un proyecto en lo que llamamos el Poli virtual, carreras que están en línea en la modalidad mixta en donde si tiene que haber una presencia. Diez programas que le permite al joven tener la formación de bachillerato para entrar a la educación superior pero con un componente de formación tecnológica donde adquiere competencias en un determinado campo. Los jóvenes se pueden recibir de técnicos en alguna especialidad y si no logran entrar al nivel superior encuentran con esa formación, dos cosas muy importantes.
Primero, están formados para ser ciudadanos, recibimos en el bachillerato niños de 15 años y egresamos ciudadanos de 18. Deben de tener preparación mínima para desempeñarse como ciudadanos en términos de saber lo que tienen que conocer de ciencia para entender el mundo que cambia tan rápido, de tecnologías para apoyarse en esa búsqueda de información y de manejo de la información; de convivencia democrática para funcionar en la sociedad, pero además de ser ciudadanos. Buscamos tengan competencias que les permitan como ciudadanos, desempeñarse laboralmente para integrarse al tejido laboral y crecer en el tejido social.
Con la Asamblea Legislativa del Distrito Federal firmamos un convenio mediante el cual van apoyar a estudiantes para que ingresen a cada uno de estos niveles, mil para el bachillerato y mil para el nivel superior. Nos hemos comprometido muy seriamente a que ésta educación en modalidad a distancia, sea tan sólida como la presencial, lo que requiere esfuerzos muy especiales porque no se trata de subir programas, meterlos a la red y que los estudiantes vean lo que hacen.
El modelo se centra en el estudiante y su aprendizaje. Por cada 25 estudiantes, hay un profesor asesor que vigila cómo entran a la plataforma, cómo trabajan, si participan, si se comunican con ellos, les organizan trabajo colegiado. Queremos dejar bien claro que la educación a distancia que tiene el Politécnico, no es una educación de segunda, está al mismo nivel de exigencia y de calidad de lo que tenemos para la educación presencial.
Lleva usted un año y medio al frente del Politécnico. ¿Son suficientes tres años para sacar adelante programas en esta institución?
No me pregunte eso… la verdad es que es un periodo corto que no permite consolidar muchas cosas porque en la educación todos son procesos de mediano y largo plazo. Formar a un estudiante de media superior son 3 años, pero completar sus formación a nivel superior son por lo menos 4 años y medio.
Cualquier proyecto de cambio que uno haga no termina por verlo consolidado, deseablemente podría ser más largo el periodo, quizás como otras instituciones que tienen 4 años con posibilidad a repetir, eso sería una combinación más adecuada.
Pero así está establecido en nuestra ley orgánica y cambiarla no es sencillo. Mi periodo, quiero pretender que nada más sea el primero, terminaría exactamente con el periodo presidencial. Quien llegue a la Presidencia de la República y tome posesión el primero de diciembre de 2012, para el 11, 12 de ese mismo mes, tendrá que hacer la designación de quien ocupe la dirección general de la institución.


