Este martes, arqueólogos de las universidades de Manchester y Leicester —que trabajaron con la organización de patrimonio cultural Archaeology Scotland (Arqueología Escocia) y los consultores de la firma CFA Archaeology— anunciaron el descubrimiento de los restos de un jefe vikingo que fue enterrado con su bote, hacha, espada y lanza, en una península remota de Escocia, lo que representa uno de los hallazgos nórdicos más importantes jamás hechos en Gran Bretaña.

La tumba, de cinco metros de largo, es el primer sitio intacto de este tipo que se descubre en Gran Bretaña y se cree que tiene más de mil años de antigüedad.

Desafortunadamente, gran parte de la embarcación de madera y los huesos del vikingo se pudrieron, pero permanecen algunos restos de madera y cientos de remaches de metal del bote.

Los arqueólogos desenterraron una pieza metálica circular que estuvo en el centro de un escudo y un anillo de bronce. También encontraron un cuchillo, una piedra para afilar herramientas, así como piezas de cerámica vikinga. El sitio está en la península de Ardnamurchan, en la costa occidental de Escocia.

Los vikingos de Escandinavia hacían incursiones frecuentes en Escocia y lo que hoy es el noreste de Inglaterra, durante los siglos VIII y IX, y hubo algunos asentamientos vikingos en la zona.

Redacción/she