Este domingo, el general derechista Otto Pérez fue electo presidente de Guatemala, y tras prometer mano dura contra el crimen que agobia a su país, llamó a forjar acuerdos en un congreso fragmentado en múltiples bancadas y en el cual él cuenta sólo con un tercio.

Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que México felicitó y reconoció al pueblo de Guatemala por la ejemplar jornada electoral efectuada el 6 de noviembre, la cual fortalece su vida democrática.

Pérez, un militar especializado en lucha contra la insurgencia durante los años de la guerra civil que dejaron 200 mil muertos, ganó la segunda vuelta electoral, con el 55 por ciento de los votos, frente al empresario derechista Manuel Baldizón, quien prometió aplicar pena de muerte y recibió 45 por ciento de sufragios.

“Hablaremos con las bancadas que estén en la disposición de priorizar y poner primero los intereses de Guatemala y dejar por un lado los intereses personales”, dijo el presidente electo, quien sucede al socialdemócrata Álvaro Colom.

Hizo un llamamiento a líderes de diferentes sectores para iniciar un acercamiento tendiente a buscar consensos y establecer una agenda donde se defina los mecanismos para enfrentar los problemas principales que afectan a esta nación como la pobreza y la criminalidad.

La campaña electoral guatemalteca estuvo focalizada en la obsesión por la inseguridad, en buena medida ocasionada por el crimen organizado y el narcotráfico y que se traduce en 48 homicidios cada cien mil habitantes, es decir seis veces màs que la media mundial.

Pérez deberá tejer múltiples alianzas legislativas, ya que en el Congreso unicameral apenas dispone de 54 de los 158 escaños.