Obras de gran impacto social
Yazmín Alessandrini
En poco más de mil 800 días de trabajo, a Andrés Granier Melo, gobernador de Tabasco, prácticamente “le ha tocado bailar con la más fea”. Y la lectura de su V Informe de Gobierno, el penúltimo porque ya se va en diciembre de 2012, se cimentó precisamente en explicarle a sus gobernados que sus cinco años de gestión no han sido fáciles. Por lógica, a todos y a cada uno de los servidores públicos de nuestro país (desde el presidente de la república hasta el más humilde empleado municipal) se les deben y se les tienen que exigir cuentas y resultados, y el mandatario tabasqueño no es la excepción.
Frente a un Centro de Convenciones de Villahermosa totalmente abarrotado y contando con la presencia de todo su gabinete, además de los gobernadores de San Luis Potosí (Fernando Toranzo), de Quintana Roo (Roberto Borge), de Yucatán (Ivonne Ortega), del secretario de Salud, Salomón Chertorivski (quien asistió en representación de Felipe Calderón) y el ahora candidato único del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña; Granier destacó y lamentó que debido a las frecuentes y sistemáticas lluvias que han azotado a su entidad, ésta prácticamente se ha convertido en “la Atlántida de México”.
Y créanme, cuando los desastres naturales son los encargados de dictar la agenda gubernamental y los recursos presupuestarios se delimitan en torno a esta cuestión, no hay política que permee, no hay programas que alcancen, ni obras que se vean. Por eso, es de destacarse que la administración granierista se la ha pasado estos cinco años con el casco, el overol y las botas bien puestos en pos de la reconstrucción de este bonito estado.
Números más números menos en 2011 han sido poco más de 305 mil las personas afectadas por las inundaciones en Tabasco. En la capital, en Macuspana, en Comalcalco, en Balancán y en todos los demás puntos de la geografía tabasqueña, año tras año se sufre por el colapso de los cauces del Usumacinta y el Grijalva. Por ello, Granier Melo agradeció a la Cámara de Diputados federal los mil 700 millones de pesos que se destinarán al Plan Hídrico Integral, aunque siguen haciendo falta otros 2 mil 300 millones más para llegar a los 4 mil millones que se requieren para afrontar atingentemente las lluvias del año próximo.
Obviamente las inundaciones no son el único tema que le quita el sueño al gobernador, en la recta final de su gestión todavía quedan varios proyectos por aterrizar, por eso habrá que seguir muy de cerca la edificación de los complejos urbanos Ciudad Esmeralda y Villa El Cielo, cuya construcción (100 mil casas) paliará la carencia de vivienda digna para aproximadamente 350 mil personas. En montos y dimensión estos dos núcleos representan obras mastodónticas de un impacto social inconmensurable. Esperemos que se concreten antes de que el gobernador concluya mandato.
Por todo lo anterior, también habrá que tener la lupa sobre Jesús Alí de la Torre, alcalde de Centro; Luis Felipe Graham, secretario estatal de Salud y Humberto Mayans, ex secretario general de Gobierno; quienes desde sus respectivas trincheras han logrado buenos resultados y seguramente de este tridente podría surgir el responsable de encabezar el resurgimiento de Tabasco a partir de 2013.
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