Entrevista Fausto Vallejo Figueroa/Gobernar, un esfuerzo diario

Miguel Monge Monge

Encaminado hacia el ejercicio de un cargo público anhelado responsablemente, Fausto Vallejo Figueroa reconoció como complejos los escenarios políticos del 14 de febrero próximo, fecha en que protestará como gobernador de Michoacán, empero, garantizó que no por ello abandonará su buen ánimo ni tampoco menguará su disposición para encarar retos, más allá de indicadores de alta dificultad o complicación.

El ganador de la elección del 13 de noviembre próximo pasado aseguró mantenerse con cabeza fría, alejado de desplantes triunfalistas y dispuesto a hacer su mejor esfuerzo a lo largo de los 3 años, 7 meses y 15 días de su administración estatal. En sus insistentes llamados a la concordia, el abanderado del PRI y del Verde Ecologista incluyó sin ambages un posible encuentro con sus opositores Luisa María Calderón Hinojosa y Silvano Aureoles Conejo —“dije opositores, no enemigos”, precisó—, contendientes en quienes identificó propósitos coincidentes de desarrollo y prosperidad para el Estado.

Sin duda, el asunto de las finanzas públicas constituye un tema toral para el futuro ocupante del Solio de Ocampo. Por ello, se dijo confiado en que la actual administración estatal especificará en el marco de los trabajos de entrega-recepción el monto de la deuda pública, requisito indispensable, detalló, para redondear sus acciones gubernamentales en puerta.

Casi por regla general la cristalización de metas propicia sentimientos de contento y satisfacción personal entre quienes materializan sus objetivos. Vallejo Figueroa no se sale de ese perfil, al contrario, se admite feliz por su triunfo en las urnas —“siempre quise ser gobernador de mi estado”—, pero asienta que no por ello anda en la fiesta ni tampoco participa en celebraciones, más bien dice estar preparándose para empezar cuanto antes a cumplir sus ofrecimientos de campaña, sobre todo el de conseguir la armonización de esfuerzos de los michoacanos matizado ello por su sana convivencia.

Cabeza fría y mucho ánimo

¿Cómo se visualiza Fausto Vallejo Figueroa a sí mismo el 14 de febrero del 2012 y al mismo tiempo con qué tonalidades avista el escenario político en esa misma fecha?

Visualizo escenarios complejos. Sin embargo, puedo anticipar que mi gobierno entrará con mucho ánimo y con absoluta cabeza fría. Vamos a enfrentar los retos que encontremos en el camino y más aún los relacionados con las finanzas públicas, renglón que es un desastre, así como también los de seguridad y educación, pero lo urgente ahora es decidir cómo enfrentar el problema de la tesorería estatal. Creo que ello constituirá una carga especialmente difícil para el desarrollo de mi gobierno.

¿Está tomando nota de tan compleja problemática para redondear su plan de trabajo?

Dispongo de datos generales vía el equipo de entrega-recepción del gobierno del estado, y espero que se nos precise a cuánto asciende la deuda pública y que se nos diga cuál es la situación imperante área por área. Enseguida empezaremos a cabildear y a decidir cómo le vamos a entrar a cada uno de los temas.

Sin duda, el de las finanzas públicas permea en todos los sectores, lo mismo en el relacionado con el medio rural que con los de la salud y la educación. En todo ello tiene qué ver el tema de los recursos financieros.

¿Ya está instalada formalmente la mesa de entrega-recepción de la administración estatal?

No, en estos días daremos ese paso. Ya hemos platicado telefónicamente con el gobernador Leonel Godoy Rangel para que se pueda establecer dicha mesa de trabajo. He encontrado en el mandatario un ánimo institucional, eminentemente institucional, con mucha responsabilidad y haciéndonos saber que nos brindará todas las facilidades para que podamos tomar las riendas del gobierno el 15 de febrero.

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Trabajo, por encima de fórmulas o recetas

El día que fue reconocido como gobernador electo, antes de su encuentro con la familia priísta, Humberto Moreira Valdés afirmó que el triunfo electoral de Fausto Vallejo Figueroa es merecido y se dijo orgulloso de usted como priísta. ¿Qué considera el gobernador electo que deberá hacer desde el 15 de febrero para que dentro de aproximadamente 4 años los michoacanos en general tengan la misma opinión de su mandatario?

A mí me da mucho gusto que la dirigencia de mi partido y el priísmo nacional se hayan congratulado con nuestro triunfo. Pero la tarea nos corresponde a nosotros ahora y mi reto no es otro que el de dejar satisfechos a los michoacanos, sin perder de vista que en la consecución de dicho objetivo no hay fórmulas mágicas ni tampoco existen recetas, solo trabajo y más trabajo.

A propósito, ¿a qué factores abonaría su triunfo en las urnas el 13 de noviembre?

Nuestro diagnóstico inicial fue el correcto y en ese marco pudimos trazar una estrategia que también resultó acertada. Prueba de ello es que no tuvimos que modificar nada, ni siquiera mi fotografía. Esta siempre fue la misma al igual que la estrategia. Obviamente, tomábamos en cuenta los resultados de evaluaciones periódicas y donde detectábamos fallas o comprobábamos que las cosas no caminaban del todo bien, apretábamos.

Unidad real y efectiva

Ayudó que no modificara usted su campaña original, ¿pero podemos decir que fue factor importante su determinación personal, porque encarar a los opositores que tuvo enfrente no resultaba un cometido fácil?

Busqué convencido la candidatura de mi partido y poco a poco se fueron dando las cosas. Uno de los aspectos fundamentales fue la unidad de los cuadros políticos, pero sobre todo no fue una unidad de papel sino real, efectiva. Este fue otro factor, amén de la estrategia política, de la disposición de mi partido para sumarse, no para venir a ocasionar problemas o a estar compitiendo conmigo en cuanto a imagen, y la decisión de intervenir en la evaluación de las estructuras priístas como lo hizo Humberto Moreira Valdés, que no vino a lucirse, vino a trabajar y prueba de ello es que estuvo en Michoacán más tiempo del que cualquier priísta hubiese podido imaginar.

También abonó a mi triunfo el desgaste de los gobiernos federal y estatal, a la par de nuestra decisión de evitar despilfarros de recursos económicos en un Estado tan pobre y con tantos problemas, sin dejar de lado nuestra decisión de quedarnos al margen de confrontaciones.

Lo he escuchado constantemente convocar a la concordia entre los michoacanos, como un elemento substancial para el éxito de su administración, ¿cómo construir esa concordia si todavía en estos momentos hay grupos empeñados en oponerse a reconocer su triunfo argumentando irregularidades el 13 de noviembre?

Conseguiremos esa concordia teniendo objetivos muy claros, máxime en lo que hace a la obligación de resolverle problemas a los michoacanos y no ocasionárselos. Otro aspecto es no cansarnos, no prejuiciarnos, sino más bien estar insistiendo en nuestro acercamiento con los diferentes actores políticos y con la ciudadanía en general. Esa reconciliación hay que iniciarla también con la sociedad civil, hay que volcarnos hacia un contacto muy estrecho con ella. Por ello voy a ciudadanizar varias acciones de mi gobierno.

Diálogo con opositores

¿Fausto Vallejo Figueroa se visualiza a sí mismo sentado frente a Luisa María Calderón Hinojosa y Silvano Aureoles Conejo?

¿Por qué no?  Insisto: debemos actuar sin prejuicios y pensando siempre en Michoacán. Lo que nos debe de ocupar a todos es nuestro estado. Los tres competidores de la elección del 13 de noviembre, dije competidores, no enemigos, expresamos una y otra vez que nos interesa el desarrollo de nuestra entidad, que queremos la paz y la tranquilidad, que deseamos que nos vaya mejor; entonces, no veo por qué resultaría imposible sentarnos a platicar y a buscar conjuntamente cómo resolverle a los michoacanos sus problemas, por cierto, ciudadanos cansados de las confrontaciones.

Su gabinete, ¿con qué perfil?

Un perfil alto, el mejor; no requerimos obviamente la participación de iluminados sino de gente con responsabilidad y con experiencia, gente que se pegue al trabajo en lugar de andar en el protagonismo, que tenga convicción de servicio, que sea honrada y tenga ética. Ese será el perfil de mi gabinete.

¿Ya está el gobernador electo metido en esa labor, en esa búsqueda?

Estoy dedicado a atender lo relacionado con la entrega-recepción de la administración estatal y a revisar cómo vamos a conformar ese equipo. No estoy seleccionando para dicha tarea a colaboradores que el día de mañana deban ser necesariamente los titulares de tal o cual secretaría. Las áreas que más requerirán de un trato especial son las de finanzas, administración y programación. Enseguida, deberemos fijar nuestra atención en lo sectorial.

Dudas sobre salud, disipadas

La confianza de millares de michoacanos está depositada en usted, no hay duda, pero todavía entre ciertos sectores sociales persisten dudas, hay quienes ven con reservas la cristalización de sus ofertas proselitistas debido a que se preguntan si contará usted con la salud necesaria.

Decían que iba a declinar y no decliné. Afirmaban que en este proceso comicial íbamos abajo en las encuestas y no era así. Aseguraban desde mi campaña por la presidencia municipal de Morelia que estaba enfermo y así lo propalaban mis opositores en franca guerra sucia. Ya pasó esa elección y la gané; ya pasó la campaña por la gubernatura y también merecí el voto mayoritario, y en este momento me siento mejor que nunca. Me encuentro listo para empezar a trabajar como gobernador del Estado, con mucho entusiasmo y confiado en que podré atender con total entrega mi cargo. Independientemente de lo que se afirme sobre mi persona, el tiempo ha acomodado a cada quien en su lugar.

Le esperan 3 años, 7 meses y 15 días de intenso trabajo…

Sí, será un esfuerzo diario. Michoacán no está para treguas sino para que sus gobernantes se esfuercen todos los días, para que trabajen como si dispusiesen de un período de 6 años.

El logro de metas siempre trae consigo sentimientos de satisfacción personal. ¿Fausto Vallejo Figueroa está contento con su victoria en las urnas el 13 de noviembre?

Sí, estoy contento. Siempre quise ser gobernador de Michoacán y ya lo he conseguido gracias a la confianza que los electores depositaron en mi persona.