España: Un mandato claro
Martha Bañuelos
París.- España, el vecino cercano de Francia, que cuenta con una estructura política más de izquierda, logró con Mariano Rajoy del Partido Popular (PP), mostrar a los simpatizantes socialistas una cara amable, a diferencia de París, para evitar atemorizarlos, logrando así un voto táctico a su favor. El éxito de las pequeñas y nuevas formaciones, son la prueba del cálculo de Rajoy, ya que la caída del PSOE benefició a la coalición ecologista/comunista, la Izquierda Unida (IU) que pasaron de 2 a 11 curules; el partido nacionalista catalán, CiU (Convergencia i Unió) de 13 a 15 curules; al centro de los antinacionalistas el UPyD (Unión Progreso y Democracia) de 1 diputado a 5; la nueva coalición nacionalista vasca de Amaiur, que con 7 curules podrá formar un grupo parlamentario. En el Congreso sobre los 350 diputados el PP tendrá 186, el Partido Socialista 110, en el Senado sobre 208, el PP tendrá 136, el Partido Socialista 48.
Rajoy agrega a su mayoría en las dos cámaras, el dominio de la derecha en las municipales y regionales del 22 de mayo. El PP tiene 3 mil 811 alcaldías, cerca de la mitad del total y gobierna en los 11 de las 17 Comunidades autónomas de las poderosas regiones españolas. Un parlamento más pluralista que el anterior puso fin a la era socialista de José Luis Rodríguez Zapatero con dos mandatos desde el 2004.
Ya que Rajoy supo aprovechar que sólo en mayo del 2010, Zapatero reconoció y aceptó su responsabilidad en la crisis, lo que le llevó a convocar a elecciones legislativas anticipadas, lanzando al mismo tiempo un ambicioso plan de economía, basado en las reformas estructurales: jubilaciones, mercado del trabajo y algo muy importante para los inversionistas, la “regla de oro” del presupuesto inscrita en la Constitución: prioridad al reembolso de la deuda y sus intereses antes que cualquier otro gasto, una ley que Nicolas Sarkozy quería para Francia y que fue rechazada por los socialistas.
Con la “regla de oro” España reducirá su déficit del PIB de 10 a 4 por ciento, lo que limita su dependencia al financiamiento exterior, aun así a Zapatero le quedaban los siguientes puntos frágiles: el empleo, las cajas de ahorros locales que son el eslabón débil de los bancos, la necesidad de un marco más estricto para las regiones autónomas, las que a largo plazo son una bomba para el déficit presupuestario del Estado. Estas medidas de austeridad aplicadas por Zapatero, más los españoles desmoralizados y hartos de la crisis, labraron el camino para Rajoy.
Mariano Rajoy fue elegido para salir del marasmo económico y en su primer discurso pronunció la palabra “esfuerzo” no menos de 6 veces, también declaró que “su único enemigo es el desempleo, el déficit, la deuda excesiva y la inmovilidad económica”, su única promesa fue “administrar la economía, mejor que los socialistas”.
La nueva legislatura comienza el 13 de diciembre, la investidura de Rajoy como presidente del gobierno será el 20 o el 21 de diciembre y antes de Navidad deberá presentar su gabinete. La derecha quería un “mandato claro” ahora tiene las manos libres.