Entrevista a Marco Cancino/Investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo, A. C.
Moisés Castillo
Humberto Moreira decía con desparpajo hace un par de semanas: “Claro que no, me voy a mi casa a dormir en las noches, nada más. ¡No, hombre! ¡Qué me voy a ir! Me voy hasta el 2015 por andar fregando”. Sin embargo, el pasado 2 de diciembre anunció su renuncia a la dirigencia nacional del PRI para evitar que “una guerra mediática afecte al partido”.
Durante la 28 sesión del Consejo Nacional, el ex presidente del tricolor agradeció a sus colaboradores más cercanos por la tarea que hicieron desde marzo de 2011, cuando llegó al cargo.
El pasado 25 de agosto se reveló que el estado de Coahuila había adquirido una deuda de 34 mil millones de pesos durante la gestión de Moreira como gobernador. Sin duda, fue un golpe letal para que abandonara el cargo. En un principio, Enrique Peña Nieto trató de defenderlo al asegurar que los oponentes tenían como estrategia “desprestigiar al partido”.
Pero ante la lluvia de críticas, no sólo por el endeudamiento sino por firmar una alianza electoral con el Partido Verde y el Panal, el precandidato presidencial priísta tuvo que echarse para atrás y aceptó que era necesario hacer una “ponderación” ante el desgaste del líder partidista.
“Inevitablemente, todos estos señalamientos que se han dado en el caso de Coahuila, y que evidentemente hacen una vinculación con quien es dirigente de nuestro partido, le han generado desgaste como dirigente nacional, sin dejar de reconocer por ello la buena conducción que ha tenido al frente del partido.”
En términos boxísticos, Humberto Moreira fue un “fajador”: lanzó golpes al presidente Felipe Calderón y dio varios ganchos a integrantes del gabinete, pero también recibió y amortiguó todas las críticas dirigidas hacia la figura de Enrique Peña Nieto. Mientras el ex gobernador del Estado de México destacaba sus logros como mandatario, Moreira provocaba y desgastaba a los panistas. Moreira ya no pudo soportar la loza del endeudamiento, los golpeteos y el descontento interno por ceder posiciones electorales a los minipartidos.
En el cargo lo suplirá el experimentado priísta Pedro Joaquín Coldwell, que sin duda es la antítesis de Humberto Moreira. Coldwell es abogado por la Universidad Iberoamericana y se ha desempeñado como diputado, senador y gobernador de Quintana Roo. También fue secretario general del PRI, comisionado por la Paz en Chiapas y embajador de México en Cuba. Actualmente es presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales en el Senado.
Coldwell es un político serio que se alejará de la actitud bravucona de su antecesor. Peña Nieto ya no tendrá un escudo que lo proteja, pero logrará cicatrizar heridas con la designación del senador al frente del partido.
“Me sumo con entusiasmo a su designación. Me parece que es una persona institucional, de gran trayectoria, de prestigio, de reconocimiento del priísmo y estoy seguro de que bajo su conducción habrá escenarios muy favorables y de gran competitividad para la elección que viene el año próximo”, opinó el aspirante presidencial.
Pedro Joaquín Coldwell es del equipo cercano a Manlio Fabio Beltrones y, al arribar a la dirigencia nacional, Enrique Peña Nieto envía señales de unidad rumbo al 2012. El PRI puede arrancar formalmente su campaña electoral sin fisuras y dejar atrás episodios que tambalearon por momentos la unidad del tricolor.
Coldwell sabe que deshacerse del lastre de su antecesor no será fácil, por eso pidió que las indagatorias en contra del ex mandatario de Coahuila no tengan sesgo electorero.
Para Marco Cancino, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo, A. C., los espacios cedidos al Partido Verde y al Panal han generado un descontento cuya falta de solución podría generar un resquebrajamiento en las filas del PRI y la imagen del candidato de unidad Enrique Peña Nieto.
Afirma que el gran reto de Pedro Joaquín Coldwell será mantener la suma de todos los grupos priístas a favor de Enrique Peña Nieto y evitar rompimientos que podrían traducirse en costos políticos rumbo al 2012.
Lo importante es la cohesión interna
“Uno de los grandes retos será mantener la cohesión y tener la cooperación con los gobernadores afines a Beltrones. Coldwell además tendrá que encabezar un proceso de elección al candidato que sea creíble y evitar riesgos mediáticos como el que tuvo Peña Nieto en la FIL de Guadalajara.”
¿Seguirá la lucha interna en el PRI tras la renuncia de Humberto Moreira?
Creo que tenemos que analizar primero si es posible o no que haya una lucha interna. En los años recientes se ha demostrado cierta unidad en las corrientes del PRI en torno al precandidato que les aumenta la posibilidad de victoria en la elección presidencial, que es Enrique Peña Nieto. Entonces, esta posibilidad real del PRI para regresar a Los Pinos hace que la mayoría de los grupos en el interior empiecen a disciplinarse aún más. Recientemente hubo dos temas que sí generaron conflicto y discusión. En primer lugar, no fue el factor Beltrones sino la coalición con el Partido Verde y el Panal y, por otro lado, la desgastada dirigencia de Moreira. En el momento que se anuncia la renuncia de Moreira, comienzan a aminorar las posibilidades de enfrentamientos. Parece ser que el único aspecto que le podría generar más ruido a Peña Nieto después del tema de las coaliciones era Moreira.
¿El caso Moreira le generará un costo político en el corto plazo al PRI?
Lo dudo porque se está analizando el tema de la deuda millonaria de Coahuila y no es una polémica de hace una semana, tiene varios meses el asunto en la opinión pública y, si se analizan las encuestas, la intención del voto hacia el PRI no ha cambiado. Por lo tanto, no se puede afirmar tajantemente que el caso Moreira pueda generarle al PRI un costo político o electoral. Parece ser que a los ciudadanos nos gusta el escándalo y no lo incluimos en nuestra decisión de voto.
¿Cómo calificas la actuación de Moreira como dirigente nacional del tricolor?
La dividiría en dos partes. La primera es su desempeño como líder nacional y lo que dijo Peña Nieto es cierto: durante su dirigencia ganó todas las elecciones locales a gobernadores. Cifras contundentes, tiene un saldo positivo, ya lo quisieran tener en el PAN, que sus últimos presidentes no ganaron nada. Sin embargo, creo que el papel importante fue ser el pararrayos de todas las críticas del PAN y del Ejecutivo federal. El era el protector de la imagen de Peña Nieto. Todas las cosas raras, críticas, iban directamente a Moreira y no le pasaba nada al ex mandatario mexiquense. Sin Moreira lógicamente los golpeteos van directamente contra Peña Nieto como sucedió el fin de semana pasado en la FIL. Por otro lado, Pedro Joaquín Coldwell es un priísta clásico y no va a estar dispuesto a enfrentarse o estar en medio de una crítica voraz de los panistas. Creo que el papel de Moreira era muy importante, su personalidad le permitió desgastar a los precandidatos panistas, a los secretarios de Estado, evidenciarlos en muchas ocasiones, como a Javier Lozano, Alonso Lujambio, Juan Molinar Horcasitas. Sin ese escudo, Peña Nieto estará más expuesto.
La operación cicatriz
¿Qué te parece la llegada de Coldwell? ¿Es el inicio de un pago de cuotas a Manlio Fabio Beltrones?
Es parte de la operación cicatriz de Peña Nieto, y la parte más importante es que haya negociado con Beltrones espacios de cargos de elección popular, nombramientos de candidatos en las próximas elecciones. Beltrones declina su candidatura y seguramente negoció espacios de elección popular. Nombrar a un político cercano a Beltrones sí es un guiño de conciliación. Coldwell es un político clásico del PRI y para muchos electores, sobre todo para el círculo rojo, puede ser una señal que el viejo PRI sigue ahí. Coldwell tendrá que realizar el proceso de selección del candidato presidencial y de los candidatos de elección popular y, sobre todo, llevar adelante la campaña del 2012. Veremos si hace más homogéneo el PRI.
¿Cuáles serán los principales retos de la nueva dirigencia?
El mayor reto será mantener el interés de los gobiernos estatales hacia la campaña de Peña Nieto. A partir del proceso de transición y la alternancia, los gobernadores tomaron mucho poder. La pérdida de poder de la figura presidencial fue retomado por los gobierno estatales y ahora contamos con gobernadores muy fuertes que influyen no solamente en la agenda local sino nacional, presupuesto, nivel político interno. Tienen la fuerza para apoyar o debilitar candidaturas.
¿Cómo avizoras las campañas electorales? ¿Serán igual de fuertes y con descalificaciones sin control como en 2006?
Enrique Peña Nieto ya no puede crecer más pero sí disminuir las intenciones del voto. Cualquier desliz que tenga no necesariamente se traduce en pérdida de votos, pero si hay una mala prensa se puede generar una bola de nieve negativa que induciría a ciertos sectores sociales. Van a persistir las campañas negras. Si bien es cierto que no son propositivas, tampoco son malas. Estamos considerando que los ciudadanos podemos distinguir entre un buen candidato y uno malo. Por ejemplo, en el Estado de México, el CIDAC llevó a cabo una encuesta de salida y más allá de la elección quisimos determinar cuáles fueron las causas por las que los mexiquenses salieron a votar. La encuesta nos reveló que 7 de cada 10 mexiquenses ya habían decidido su voto antes de iniciar el proceso electoral, 2 de cada 10 decidieron su voto durante las campañas y solamente 1 de cada 10 decidió su voto en las urnas. Esto quiere decir que el 70 por ciento de los mexiquenses eran indiferentes a las campañas y la quinta parte eran influidos por éstas.
Las campañas negras nos van a decir lo malo de los candidatos, por lo que los ciudadanos tendremos que ser lo suficientemente maduros para definir qué me sirve y qué no. Es muy probable que las campañas van a estar inundadas de buenos deseos, de los qués, nadie hablará de los cómos. Pero pareciera que a los ciudadanos no les interesa ir más allá del eslogan. A mí me gustaría ver campañas más propositivas pero eso necesariamente requiere de ciudadanos más interesados en la política y que estén mejor informados en temas de políticas públicas, cosa que no sucede. Veremos campañas negras y de denostación, periodicazos, filtraciones de ultimo momento. La Procuraduría General de la República va a jugar un papel importante el próximo año sacando “presuntos culpables” de las filas del PRI. Creo que vamos a llegar a ese punto, habrá rasgadura de vestiduras en el PRI. Habrá un gran lodazal.