Alberto Híjar

Cuando llegó a España en 1907 como becario del Gobierno de Guanajuato, el veinteañero Diego Rivera empezó su construcción como figura histórica. Lo ayudó el rumor de que era Buda reencarnado en su corpachón de 1.80 de estatura, 120 kilos de peso y una verruga en la mejilla que bien podía ser un tercer ojo desplazado. Julio Jurenito lo llama Ilya Ehremburg en su novela de 1922. Su autorretrato fue desde entonces distinto al gestual y luminoso pintado por Modigliani. Rivera es Morelos en el mural zapatista de Cuernavaca (1929), es arquitecto en convivencia con los albañiles en la Secretaría de Educación Pública (1923-28), es Los Estragos del Tiempo como acuarela fondeada con rascacielos cubistas. Así fue dejando constancias pictóricas de sus andanzas por el mundo urgido de transformación. De aquí la historia a la que aporta murales libertarios. En el mismísimo Palacio Nacional pintó en 1934 la historia de México con Frida repartiendo armas al pueblo al lado de los comunistas ejecutados José Guadalupe Rodríguez y Primo Tapia para rematar en lo alto con un obrero y Marx señalando el futuro y a un lado, al margen, dos obreros, uno de ellos con El Capital bajo el brazo señalan burlones a los sabihondos bajo un arco proclamante de la Raza y el Espíritu. En el pasillo, la reproducción del Mercado de Tlatelolco prueba los rigores de la investigación para reivindicar la vida cotidiana de los arraigados a la tierra-territorio-terruño. Mintió para decir la verdad, dice Frida en referencia al vestir de mezclilla, pintar a Cortés patizambo con cara estúpida para espantar al hispanismo aterrado por el elogio de la antropofagia y la marihuana. Firmó con Bretón en 1939 a nombre de Trotsky el proyecto de la Unión de Repúblicas Socialistas de América, nada de lo cual impidió la exigencia de Valentín Campa para la expulsión post mortem del Partido Comunista Mexicano en 1977, veinte años después de su muerte. Es por tanto, una presencia histórica necesaria por su capacidad de asombrar, embellecer, pugnar por la justicia social.